El héroe prevalece. El bien vence al mal. El protagonista nunca sufre en exceso ni muere. Estas son realidades muy habituales en las historias de superhéroes y en gran parte de las de ciencia ficción. Unos conceptos básicos que George R. R. Martin decidió enterrar en ‘Juego de tronos’. ¿Podría suceder que el héroe no prevalezca, que el mal venza al bien y que el protagonista sufra en exceso e incluso muera? Son preguntas a las que respondió afirmativamente de forma estruendosa el escritor dando vida a una de las historias más impredecibles hasta el momento -con el permiso de ‘Lost’-. En el mundo de los cómics también hay quien ha contestado con un tajante sí a esa pregunta. Y este es el guionista Grant Morrison (Glasgow, 1960), el más cruel verdugo de superhéroes y en especial de Batman y Superman.
Morrison se caracteriza por llevar a los superhéroes al extremo y por sacar su lado más visceral e irracional. Los supervillanos no son las marionetas de siempre poniendo simples pruebas a los «buenos», sino que golpean donde más les duele. «Vuestros enemigos luchan contra vosotros y os vencen una y otra vez porque creen que son moralmente superiores. Pero, ¿qué pasaría en un mundo donde el bien hubiera perdido su eterna batalla contra el mal? Caballeros podéis llamarme libra. Equilibro la balanza e igualo las tornas». Libra aparece en una de las obras más importantes de Morrison, ‘Crisis final’ (2008-2009), y detrás de sus palabras está la filosofía que hay en el autor. Puede que incluso el guionista se alce a su manera en una especie de libra y que su objetivo sea equilibrar la balanza, dando éxitos importantes a los personajes más oscuros. Muchos son, por ejemplo, los superhéroes que sufren en ‘Crisis final’.
Gustavo Martínez, editor de DC Comics a ECC Ediciones, cuenta a ‘Cinemascomics.com’ que «el genial escritor escocés no es solo conocido por hacer temblar los cimientos de los personajes que pasan por su pluma. Morrison siempre cumple otro objetivo en sus etapas, algo que es una constante en su obra tanto o más como su obsesión por matar personajes, y es el hecho de modernizar las ideas ‘básicas’ que definen a los personajes. Morrison siempre se inspira en las ideas que desarrollaron los creadores de las primeras historias e intenta llevarlas a su particular universo creativo», añade.
Martínez pone dos ejemplos. El primero, la saga ‘Batman RIP’, donde Morrison «recupera y actualiza muchos de los conceptos inverosímiles que poblaban las páginas del personaje en los años 50 y 60, como es el Batman de Zur-En-Arrh, integrándolos y encajándolos en la historia del personaje con una maestría sublime». El segundo, el relanzamiento de la serie ‘Action Comics’, donde se veía «cómo las ideas de Jerry Siegel y Joe Shuster servían de base para un ‘nuevo’ Superman y donde Morrison presentó a un ser temido y desubicado de la sociedad siempre al lado de las víctimas y en contra del poder establecido. Tal como fue ideado en 1938».
‘Asilo Arkham’ es uno de los mayores éxitos de Morrison en DC, una obra imprescindible que recientemente editó ECC Ediciones, que publica las obras de DC en España y Latinoamérica. No lo tenía fácil el guionista escocés para sorprender al mundo del cómic en el año 1989 con un título de la saga de Batman sobre todo después del revolucionario ‘Batman: El retorno del caballero oscuro’ de Frank Miller publicado tres años antes. Sin embargo, Morrison, con la increíble ayuda de Dave McKean y sus oníricos dibujos, lo consiguió. Y lo hizo encerrando a Batman una noche entera con los psicóticos asesinos de Arkham y haciendo que se enfrentara a sus peores pesadillas y a sus enemigos más desacomplejados como el Joker.
Los reclusos del Asilo Arkham se han hecho con el control del edificio y tienen varios rehenes. Su condición para liberarlos es que Batman entre en el Asilo. «Escucha, entendería que incluso tú estuvieras asustado y eso. O sea, Arkham tiene una reputación…», le dice el leal James Gordon a Batman antes de que entre. La respuesta: «¿Asustado? Batman no tiene miedo de nada. Soy yo. Yo estoy asustado. Tengo miedo de que el Joker esté en lo cierto sobre mí. A veces… pongo en duda lo racional de mis actos. Y me asusta que cruzar las puertas de ese hospital psiquiátrico… Entrar en Arkham y dejar que esas puertas se cierren tras de mí… sea como volver a casa». Batman vivirá ese terror haciendo un viaje a su yo más oscuro. «Quiero que experimente el tacto de mugrientos dedos al palpar los rincones más sucios de su mente», advierte el Joker.
Todo esto es lo que le hace pasar Grant Morrison a Batman entre las paredes de Arkham. Tendrá que «superar diferentes torturas físicas y psicológicas a manos de sus enemigos, internados en el hospital psiquiátrico. Esa es la trama principal, pero obviamente se trata de un libro muy complejo», dijo el mismo Morrison citado por David Fernández en el prólogo del cómic. Una complejidad con múltiples referencias escondidas entre los cuadros que son cada una de las viñetas que parecen sacadas de los mismos sueños.
Morrison no tuvo suficiente con atormentar a Batman en esa obra sino que iría mucho más allá en su cometido. El guionista se hizo cargo de la serie regular de Batman y a finales de 2008 comenzó a publicar unas historietas con el nombre ‘Batman RIP’, un título que hacía presuponer lo peor. La historia se centra en la batalla del Caballero Oscuro contra la organización del Guante Negro. Grant Morrison de nuevo llevará al personaje hacia su lado más irracional y sediento de sangre. De hecho, entre las páginas del libro vemos al Hombre Murciélago completamente ido –al estilo del desquiciado superhéroe de ‘Batman. All Star’, de Frank Miller- y convertido en el Batman de Zur-En-Arrh: «Soy yo lo queda al eliminar a Bruce de la ecuación».
De nuevo el superhéroe descenderá hacia lo más hondo de su ser en un cómic que finaliza con el terrible accidente de helicóptero de Batman mientras atacaba al doctor Simon Hurt. En un primer momento parecía que había muerto, pero sobrevivió. Grant Morrison tenía una gran sorpresa preparada para el Hombre Murciélago y sus seguidores en la compleja, pero absorbente, ‘Crisis final’, en la que Batman aparentemente moriría delante del extraterrestre Darkseid. Él no sería el único que sufriría en ese cómic, sino que todos los superhéroes que aparecen en él padecen torturas y duros ataques -incluso pérdidas-. El mismo Superman pasa dolorosos tormentos. Una imagen para la posteridad es la del Hombre de Acero sosteniendo en brazos el cuerpo con un rostro desfigurado de Batman. No obstante, no moriría, sino que su consciencia sería enviada a un pasado remoto del que tendría que librarse para llegar al presente. Una historia que se cuenta en el interesante ‘El retorno de Bruce Wayne’ (2010).
Batman consigue su objetivo de regresar, pero de nuevo Grant Morrison preparó una última broma macabra. Al final de su saga de este superhéroe, el reciente ‘Batman Inc.’, decidió asesinar por sorpresa al pequeño Robin, encarnado por Damian Wayne, el hijo de diez años de Bruce Wayne y de Talia al Ghul, hija del supervillano Ra’s al Ghul. Una espada le atravesaría. Esta no es la primera vez que Robin muere. El guionista Jim Starlin también acabó con su vida en ‘Una muerte en la família’ entre 1989 y 1990, donde el Joker asesinaría a Jason Todd, el segundo Robin. Volviendo a Morrison, y a pesar de haber atormentado como nadie al Caballero Oscuro, la saga de ‘Batman Inc.’ finaliza con palabras esperanzadoras y casi antológicas: «Batman siempre regresa, más grande y mejor, nuevo y reluciente. Batman nunca muere. Nunca termina. Seguramente nunca lo hará».
El Hombre Murciélago no es el único personaje que ha castigado Grant Morrison. De hecho, el guionista acabaría con uno de los (casi) intocables como es el Hombre de Acero en la saga, también imprescindible, ‘All-Star Superman’ (2006-2008) dibujada por Frank Quitely. Superman está enfermo. Es más, se está muriendo por una sobrecarga masiva de energía solar y no hay nadie que pueda salvarlo. Cayó en una trampa del mismísimo Lex Luthor. No aparecerá ningún dios con varitas mágicas, ni nadie del futuro para salvarlo. Superman se muere, pero aún tiene algunas pruebas que superar antes de dejar este mundo. Morrison golpea así de nuevo y en este caso al Hombre de Acero y lo hace tanto física como mentalmente.
Las aventuras de Grant Morrison y sus castigos van más allá de DC. El guionista también tuvo un gran éxito en Marvel con la revisión de la Patrulla X con la saga ‘New X-Men’ (2001-2004), que recientemente empezó a publicar Panini Comics. El guionista dejó clara su contundencia en la primera historia de la saga ‘E de extinción’ donde se cargó a 16 millones de mutantes incluido a Magneto y haciendo sufrir como nunca al profesor Charles Xavier, quien está a punto de suicidarse porque alguien se metió en su cabeza.
Grant Morrison, quien llamó también la atención por otros trabajos en ‘Animal Mal’, ‘Doom Patrol’ y por su etapa en ‘JLA’, ha sido capaz de ir más allá de lo evidente en sus obras mostrando superhéroes imperfectos, dubitativos y casi mortales y que algunas veces ganan pero también son capaces de perder para después volver a levantarse. Así lo ha plasmado en las historias de Batman, Superman y los X-Men y más en concreto en el clásico ‘Asilo Arkham’.