El doblaje, los subtítulos y las versiones originales, todo esto siempre ha sido objeto de discusiones para los cinéfilos. Y hace unos días, con la polémica generada por subtitular al castellano Roma el debate se ha abierto otra vez.
Cuando empecé a estudiar cine y a especializarme en crítica, una de las asignaturas era el doblaje y casi siempre la clase se dividía en dos, los pro doblaje y los anti. Pero también tenemos que saber valorar un buen doblaje y a veces, es la esencia de la película. Lógicamente, hay películas que en versión original son insuperables, como puede ser Intocable, Novecento o incluso una de dibujos como El Rey León. También pasa con las series. Un claro ejemplo es Lucifer, donde el acento británico de Tom Ellis es insuperable, por lo que el doblaje queda un poco cojo.
Pero también hay que ser objetivos y reconocer que hay actores que ganan mucho más doblados. Por ejemplo, Anthony Hopkins gana más en su doblaje al castellano por Camilo García que en su versión original. ¿No me crees? Compruébalo, su voz es más tétrica y potente en castellano que en la versión original.
Nunca hay que menospreciar el trabajo del actor, pero tampoco el del actor de doblaje, que, en mi opinión, tiene un trabajo más complejo a veces que el del propio actor. Todos hemos oído a Luis Posada, el doblador de Jim Carrey o Jhonny Deep y, puedo asegurar que es el mejor doblaje de ambos actores. Lo mismo ocurre con Ricard Solans, el doblador de Al Pacino, Robert de Niro o Scar.
Es un hecho que en España tenemos los mejores actores de doblaje. Un ejemplo claro son Los Simpsons, el doblaje original de Homer es Dan Castellaneta y aquí en España tuvimos a Carlos Revilla y ahora a Carlos Ysbert, ambos reconocidos como los mejores dobladores de Homer. Y de hecho, la peor versión de Los Simpsons es la original.
Otro tema a debate son los subtítulos. Hace unos días, Netflix subtituló al castellano a Roma, una película mexicana. ¿Qué innecesario, verdad? Es como si se subtitularan al mexicano películas como Jamón, jamón o Volver. O, como si se subtitulan películas o series británicas al inglés de EEUU.
Netflix tiene esa pequeña manía de doblar lo indoblable, como se ha hecho con la serie española Élite, que cuenta con un doblaje latino. Ejemplo de subtítulos de Roma.
¿Tú qué opinas? ¿Estás a favor del doblaje o prefieres las versiones originales? ¿Y con subtítulos o sin ellos?