La saga de películas de Harry Potter son muy queridas por los fans, pero no son perfectas. Ahora se ha explicado un error muy importante.
En el universo de las películas de Harry Potter, Remus Lupin y Fenrir Greyback se ven radicalmente distintos como hombres lobo y no parece haber una explicación… ¡Hasta ahora! Los dos personajes se encuentran en lados opuestos tanto en estética como en personalidad, y sus formas como licántropo son una manera de visualizar lo diferentes que son como personas, así como la naturaleza de sus relaciones y sus propias aflicciones.
Fenrir Greyback era un importante mortífago, con un sádico interés por atacar niños y convertir al mayor número de brujas y magos en hombres lobo. En 1965 fue arrestado por el Ministerio de Magia bajo sospecha de haber asesinado a dos niños muggles. Nada menos que Lyalf Lupin, el padre de Remus, consiguió encarcelar a Greyback, despreciando a los licántropos y diciendo que eran seres «malvados y desalmados que no merecen nada más que la muerte«.
Greyback respondió a ese odio atacando al pequeño de cuatro años. La familia de Remus vivió esa tragedia y mantuvo a su hijo aislado por seguridad. Remus tuvo una vida bastante triste hasta que James Potter lo tomó bajo su protección. Cuando los padres de Harry Potter murieron, Remus volvió a tener una vida solitaria y miserable, incapaz de mantener un trabajo. Después, cuando Lord Voldemort regresó, Dumbledore reclutó a Lupin de nuevo y le ofreció una vida mejor tanto en Hogwarts como en la Orden del Fénix.
La diferencia entre Remus y Fenrir explicada por su personalidad
Mientras que Remus Lupin odiaba su licantropía, Fenrir Greyback la abrazó por completo, ganando también una apariencia humana más bestial y primitiva. Disfrutaba tanto de lastimar a la gente que ni siquiera necesitaba la luna llena para soltar su lado lobuno. De manera muy inquietante, Voldemort prometió a Greyback «hijos e hijas» a cambio de atrapar magos para él. Era un asesino de niños caníbal, cuya forma de hombre lobo era enorme, musculosa y cubierta de pelo, muy parecida a la descripción habitual del licántropo en el folclore clásico.
Cuando Remus se convierte en hombre lobo en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, la película dirigida por Alfonso Cuarón, los tres protagonistas observan a un lobo demacrado y sin pelo. Esto prueba que Remus ha estado reprimiendo su lobo interior durante toda su vida, odiando cada parte de su aflicción y viviendo con el miedo constante de matar a alguien cuando esté fuera de sí.
(Fuente: Screen Rant)