Hará cosa de un año y pico, durante una mudanza, un bote de ambientador se vació sobre mi ejemplar de ‘300’. Rápidamente empecé a secar las páginas intentando, en vano, salvarlo. Las hojas quedaron onduladas y con un fuerte olor a lavanda (un toque nada viril para unos fornidos espartanos). Al cabo del tiempo, las páginas se pegaron y las viñetas se rajaron. En lo que habría sido un infarto para Sheldon Cooper, yo, resurgí como una viuda de la posguerra que llora por los siglos de los siglos a su Manolo… hasta ahora.
Paseando por una gran superficie dedicada al ocio he visto una ofertilla que me ha parecido no menos interesante: ‘Holy Terror’ y ‘300’ juntos a un precio no espectacular, pero sí bueno. Así que me he lanzado a ello…
La historia de ‘Holy Terror’ gira en torno a un atentado terrorista de Al Qaeda en medio de la ciudad norteamericana de New york (digooooo Gotham, digooooo Empire City), donde un tipo que se parece mucho a Batman (pero con pistolas) y una señorita que se parece mucho a Catwoman (pero con patines) van a repartir candela.
Si estás leyendo esto y no conoces a Frank Miller deberías dejarlo todo y bajar a tu tienda de cómics más cercana para comprar ‘Batman Año Uno’ y ‘El regreso del caballero oscuro’… ¡ya! Si lo conoces… si lo conoces lo único que consigue Miller con este cómic es faltarte al respeto. Yo admiro a este hombre. Sus tramas son inteligentes y duras, muy ‘noir’ pero después de esto apesta por cada lado a «hagámoslo por la pasta» y no hay cosa que más me cabree.
Frank debió de pensar: «Si mezclo todas las cosas que han tenido éxito en mis cómics, los venderé como rosquillas». Así que tenemos: ilustración estilo ‘300’ + trabajo en b/n de ‘Sin City’ + copia de personajes de Batman = Holy Shit. Aun a malas, no deja de ser Frank Miller, por lo que tiene un par de ilustraciones increíbles pero, por otro lado, no deja de ser Frank Miller por lo que tiene otras que apestan por todas partes. En este cómic, alcanza el súmmun de desproporción de manos, en uno de los tomos de ‘Sin City’, Frank olvidó que las manos son más pequeñas que las cabezas, de hecho, la mano del terrorista de la portada es sensiblemente gigante. Y lo digo yo, que dibujo mal hasta los señores de palo, pero Frank macho, pon más ganas. Otra cosa: si quieres ser caricaturista, vete al paseo marítimo de algún pueblo de la costa a retratar ‘guiris’, pero no me hagas esto en tantas páginas, Frank, que parece que te estás vendiendo a los periódicos para hacer las tiras cómicas.
La historia del cómic es un sinsentido de principio a fin, de hecho, la portada reza algo así como: «El Batman que no quisieron publicar». No es que no quisieran, este cómic es la desmitificación de un mito (qué poético). Sinceramente, pienso que tras este cómic la imagen de Batman se hubiese visto bastante dañada.
Desde aquí os recomiendo invertir vuestro dinero en otros cómics puesto que ‘Holy terror’ decepciona por los cuatro costados. Además, no cabe en ninguna estantería de cierta marca sueca.