Cuando uno empieza a ver The Ranch todo parece indicar que está ante una sitcom bastante al uso, algo simplista y hecha para el total lucimiento de Ashton Kutcher. Y no es algo desencaminado, el actor es productor y los nombres detrás de esta serie son Don Reo y Jim Patterson, dos nombres que a más de uno sonarán por Dos hombres y medio (entre otros títulos conocidos).
¿Y qué motivo hay para seguir viendo un producto así? La premisa de un jugador de fútbol retirado que vuelve a casa no es muy prometedora, los chistes y tópicos sobre un rancho tampoco, pero el motivo es que cuenta con Sam Elliott (General Ross en la primera película de Hulk), Debra Winger (sí, la de Oficial y Caballero), completan el reparto Danny Masterson y Elisha Cuthbert.
El saber que estos actores están a bordo es razón más que de sobra para avanzar capítulo tras capítulo, pero al hacerlo empieza a haber una evolución sorprendente en cada uno de los personajes. Nadie se queda en el sitio asignado en el primer y segundo capítulo, las circunstancias que los rodean les hacen tomar cursos de acciones y decisiones que afectan a los demás (y a ellos mismos).
Al contrario de lo que suele suceder en muchas sitcoms de este estilo, en esta ocasión se permite que cada uno vaya creciendo y cambiando, el paso de los episodios no solo presenta tramas que al término dejan todo en el mismo status quo, nada más lejos. Aquí las cosas pesan y pasan.
Ese aspecto inicial se disipa, poco a poco se va quedando atrás lo tópico, los chistes malos (que siguen ahí, pero menos) y se abre paso una serie bien planteada, que llega a sorprender y que en IMDB cuenta con una valoración de 7,6.
Todo un descubrimiento.