Infierno Azul: surf, tiburones, tensión, supervivencia y miedo
Mañana llega a nuestras pantallas el esperado thriller Infierno Azul. Una terrorífica y tensa película que nos trae a la gran Blake Lively en un nuevo género. Oliendo las vacaciones de agosto y deseando la playita, esta película nos causará el pánico y quizás nos pensemos mejor eso de irnos a bucear a las profundas aguas del mar.
La película cuenta la historia de Nancy Adams, una joven que adora el surf. Practicando su deporte favorito en una playa aislada es atacada por un gran tiburón blanco. Aunque se queda atrapada apenas a 200 metros de la costa, su supervivencia pende de un hilo y necesitará utilizar todos sus recursos y despertar su ingenio para salir viva de allí.
Se trata del nuevo trabajo de Jaume Collet-Serra, director de la gran película de ‘La Huérfana’, presentada por Columbia Pictures. Es una producción de Weimaraner Republic Pictures / Ombra Films que tiene a la gran Blake Lively como protagonista. La película ya se ha estrenado en Estados Unidos y ha cosechado magníficas críticas.
“La historia es increíblemente visceral, pero también es algo con lo que nos podemos identificar: hacer frente a nuestros peores miedos”, explica Leshem, productor del film. “¿Qué hace falta para que afrontes eso que nunca pensaste que pudieras afrontar? Y, naturalmente, en cierto sentido, se trata de una metáfora de todo lo verdaderamente difícil y complicado, aunque aquí está encarnado en un gran tiburón blanco”.
“Esta película te atrapa a un nivel muy primario”, afirma Blake Lively
Un magnífico director
El director de este terrorífico film es Jaume Collet- Serra, quien se mostró entusiasmado por incorporarse al proyecto ya que “tenía un gran número de factores que, considerados en su conjunto, suponían un reto enorme para un director. Tiene una sola localización. Tiene agua. Animales. Y un personaje generado por ordenador. Cualquiera de estos elementos por separado ya constituye un reto, así que tenerlos juntos en una sola película la hacía muy interesante”, según explica el director.
“Todas las películas que ha hecho han estado cargadas de suspense”, opina Harris. “Consigue excelentes interpretaciones de sus actores, y entiende cada escena y cada fotograma desde el punto de vista de los espectadores, qué es lo que va a hacer más satisfactoria la experiencia para ellos en ese momento”.
La famosa y exquisita Serena Van Der Woodsen de Gossip Girl enfrentándose a un tiburón
Para el papel principal, el equipo responsable del proyecto eligió a Blake Lively, que saltó a la fama con su papel en “Gossip Girl”, y recibió grandes elogios de la crítica por su interpretación en “El secreto de Adaline”.
Esta gran actriz se ha metido de lleno en el papel y durante las dos últimas semanas de rodaje no tuvo ni siquiera una doble. “Sufrí unas cuantas ‘heridas de guerra’, pero ser capaz de hacer todo eso me hizo sentirme orgullosa”.
Su excelente interpretación en la película se debe a que Lively pasó en 2010 bastante tiempo buceando con grandes tiburones blancos. ¿Os imagináis como tiene que ser eso? La actriz revela que: “Estuve cara a cara con esas majestuosas criaturas. Fue increíblemente revelador, porque los grandes tiburones blancos siempre me habían aterrado pero, al estar en el agua con ellos, en su hábitat, no parecen enormes criaturas monstruosas, sino que son hermosos, pacíficos y serenos”
Y aunque el thriller quiera representarnos a los tiburones como seres monstruosos, la actriz afirma que no es para nada la realidad. “Se ha convertido a los tiburones en villanos, la gente los ve como crueles y aterradores, como monstruos, pero no son nada de eso. El tiburón es un animal salvaje que se encuentra en su hábitat natural”
Dos profesionales del surf
A pesar de que como ha quedado demostrado, Lively se ha esforzado y practicado mucho el surf para su papel, la película cuenta con la magnifica actuación de dos profesionales del surf: Ángelo Josué Lozano Corzo y José Manuel Trujillo Salas (alias “Yuco”). Collet-Serra recuerda: “Ángelo acababa de ganar un campeonato en México, así que lo busqué en Google, y vi todos sus vídeos. En uno de ellos, hacía surf con Yuco, y pensé: ‘Los quiero a los dos’, y la verdad es que salió muy bien. Tenían que ser no solo excelentes surfistas, sino muy buenos amigos”.
Para Lozano Corzo y Trujillo Salas, hacer surf ante las cámaras para la película fue básicamente como un día más en el agua. “Fue muy normal para mí, haciendo surf como siempre, pasándolo bien”, recuerda Lozano Corzo. “Yuco y yo pasamos un par de días maravillosos y muy divertidos rodando la película. Los cámaras eran muy buenos y ya habían trabajado antes en películas de surf, por lo que no costó nada conectar con ellos”.
Para Lozano Corzo y Trujillo Salas, hacer surf ante las cámaras para la película fue básicamente como un día más en el agua. “Fue muy normal para mí, haciendo surf como siempre, pasándolo bien”, recuerda Lozano Corzo. “Yuco y yo pasamos un par de días maravillosos y muy divertidos rodando la película. Los cámaras eran muy buenos y ya habían trabajado antes en películas de surf, por lo que no costó nada conectar con ellos”.
Un entorno paradisiaco
La localización principal del filme es sin duda uno de los platos fuertes de la película. Rodada en la paradisiaca isla de Lord Howe, a unas 600 millas náuticas de Sidney, Australia, los espectadores se sentirán atraídos por el lugar por su paisaje natural de playa virgen no explotado por el hombre.
La mayor parte de la isla está cubierta por vegetación prácticamente virgen, con numerosas plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. En las aguas de color turquesa que la rodean, se pueden encontrar almejas gigantes, tortugas marinas, peces payaso, peces león, atunes, peces reales, peces mariposa y peces napoleón. “Es un lugar protegido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, está bajo el control de un parque nacional, todas las aguas que la rodean están bajo el control de un parque marino y toda la gente que vive en la isla son isleños de quinta o sexta generación, que dan un profundo valor intrínseco a todo lo que sucede en la isla. El lugar es verdaderamente el alma de la película”, explica Duncan Jones, responsable de localizaciones del filme.
Lively comenta sobre la isla: “Fue realmente especial poder rodar allí. Es un puntito minúsculo de tierra, precioso e impoluto. Toda una pequeña joya escondida.”
INFIERNO AZUL es el primer rodaje de cine a gran escala que se realiza en la isla de Lord Howe. Y, aunque tuvieron que enfrentarse a las dificultades técnicas que trae consigo grabar en una isla virgen, sin apenas población con los cambios caprichosos y peligrosos del mar, el entorno es tan espectacular que según el propio equipo de la película, “mereció la pena grabar allí”
La película también se filmó en el depósito de agua de los Village Roadshow Studios en Gold Coast, en Queensland, Australia.
La magia del tiburón y los efectos visuales
A la hora de crear el tiburón, Jaume Collet-Serra quería conseguir un adversario digno que mantuviera a los espectadores en vilo. “Quería que el tiburón fuera una presencia durante la mitad de la película”, explica Collet-Serra. “Quería desvelarlo poco a poco, y que luego fuera como una fuerza de la naturaleza”.
Y aunque a pesar de que parezca real, obviamente, el gran tiburón blanco del filme es una creación digital. Los grandes tiburones blancos son una especie en peligro de extinción, que por lo general no sobreviven bien en cautividad. Además del peligro que supone filmar una película junto a un animal salvaje.
Collet-Serra colaboró con el departamento artístico para diseñar el tiburón. “Llegué a la conclusión de que el tiburón tenía que ser hembra”, comenta el director. “Las hembras son ligeramente más grandes, y la mayoría tienen grandes cicatrices producto del apareamiento. Visualmente, dan más miedo, ya que son más protectoras”.
Scott E. Anderson fue el supervisor de efectos visuales del filme. “Tanto Jaume como Diana Ibáñez, la productora de efectos visuales de la película, realizaron una intensa labor de documentación”, comenta.
Para lograr los efectos visuales requeridos el equipo de Anderson tuvo que realizar una enorme cantidad de simulación de agua pero también muchos decorados. Ha sido un proyecto grande que ha necesitado del trabajo de todos. “Hace años, ni se te ocurriría emprender un proyecto así a esta escala”, señala Anderson. “Es asombroso cuántas de nuestras compañías pudieron ayudarnos tanto con la animación del tiburón, como con las extensiones de agua y la simulación de agua”.
Y en cuanto al decora, el equipo fue capaz de crear “Un mundo acuático virtual”. El cual, “supuso una tarea enorme, probablemente tres cuartas partes de la película conllevan efectos visuales”
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Tiburón, el clásico del género
A pesar de que hayan pasado ya más de 40 años, la película original de Steven Spielberg ‘Tiburón’ se ha convertido en todo un clásico. Y su fama no es para menos. Esta película se convirtió en un punto de inflexión en la historia del cine. Fue el primer taquillazo veraniego y cambió el modelo de negocio. Fue la primera película que superó los 100 millones de dólares en taquilla, lo que le supuso que en tan solo un fin de semana recuperara su inversión inicial.
Y con este éxito inesperado de esta gran película fue donde nació el merchandasing. Aunque sería la famosa ‘Guerra de las Galaxias’ quien mejorara todo este mundillo. Se comercializaron camisetas, vasos de plástico, un libro de cómo se hizo, toallas de playa, mantas, disfraces, tiburones de juguete, juegos de mesa, pósters, colgantes de dientes de tiburón, pijamas, pistolas de agua, etc.
Esta fue la película original, la que introdujo el miedo generalizado por los tiburones a casi todo el mundo. La gente tras ver esta película no se metía al agua y la afluencia playera se redujo de forma considerable en 1975.
El filme aumentó la caza y ha conllevado que los grandes tiburones blancos estén ahora en peligro de extinción. Según cifras de National Geographic, más de 100 millones de tiburones son cazados anualmente por seres humanos. Por cada tiburón que ataca a un ser humano se matan dos millones. Pero a pesar del miedo que se les tienen, existe una probabilidad entre casi cuatro millones de que te mate un tiburón y no suele haber más de cinco víctimas al año.