Liam Cunningham (Ser Davos Seaworth) y Carice Van Houten (Melisandre) nos hablan de la sexta temporada de Juego de Tronos
Mientras ya podéis leer nuestro resumen del tercer episodio de la sexta temporada de Juego de Tronos y esperamos al cuarto episodio que llegará el próximo 15 de mayo, podéis hacer la espera más corta con la siguiente entrevista a Liam Cunningham (Ser Davos Seaworth) y Carice Van Houten (Melisandre) que nos adelantan algunos detalles acerca sus personajes en esta nueva temporada, y sus impresiones al no seguir los libros de George R .R. Martin como hilo argumental de la serie.
¿Cómo empieza la sexta temporada de Juego de tronos para Ser Davos y Melisandre?
Liam Cunningham. Lo curioso es que el principio de la temporada 6 empalma directamente con la escena de Jon en el suelo. El primer episodio empieza con esa toma, y luego Fantasma empieza a aullar y me enfocan a mí… porque la última vez que se me vio es cuando recibí la noticia de la muerte de Shireen. Se ve que estoy solo en la habitación, y oigo al perro y salgo a buscarlo. Entramos y no sabemos qué hacer… cunde el pánico. Después voy a visitar a Melisandre, cuyo mundo se ha hundido ahora que Shireen y Stannis están muertos. Nuestras razones para vivir y para hacer lo que hacíamos ya no existen.
Empiezo a darle vueltas, pensando “¿qué podemos hacer?”, y enseguida abordo el tema. “¿Puedes hacer algo?” Y ella responde “¿qué crees que podría hacer, que no haya hecho ya?” Resulta paradójico que él le pida que emplee la magia, aunque nunca haya creído en ella. Pero tú también dudas de ti misma, ¿verdad?
Carice Van Houten. Sí. Y eso es algo nuevo para Melisandre, pensar que sus poderes pueden no ser tan fuertes como ella creía. Nunca se la ha visto vulnerable, no se la ha visto dudar así. Para mí como actriz ha sido estupendo poder mostrar una cara distinta de ella, después de toda esa aura de confianza plena en sí misma.
¿Cuestiona su fe en el Señor de la Luz?
C.vH. Sí, porque ésa es la brújula que ha seguido toda su vida. Ha obedecido sus indicaciones, sus señales, y de pronto la ofrenda de la niña, que es, probablemente, lo peor que ha hecho jamás, no ha dado resultado.
Por decirlo suavemente.
C.vH. En realidad ésa es una de mis escenas preferidas de la temporada 5 de Juego de Tronos, cuando estoy hablando y oigo que todos los caballos han desaparecido, y que Stannis se ha ido, todo mi mundo se vuelve del revés. Se la ve pensar “Dios mío, ¿qué está pasando?” Ha sido estupendo, como actriz, poder mostrar al fin ese otro lado de ella.
L.C. Es estupendo para un actor que te ofrezcan algo inesperado, que exista algo de lo que estabas seguro desde siempre, en lo que confíes, como mi fe… mi fe en Stannis, o la de Melisandre en el Señor de la Luz, y que te lo quiten de repente. Es fantástico para el público, verte cuando te das cuenta de que todo lo que creías es falso.
C.vH. Quiero decir que Melisandre casi parecía un personaje distinto, en ciertos momentos, este año. Como actriz, pensaba “¿dónde está mi personaje?”, porque no sabía a qué aferrarme. El Señor de la Luz me había dejado sola, Stannis había muerto, Jon Nieve también… De verdad, como actriz me debatía, pensando “¿a quién interpreto ahora exactamente?”
Pero eso revitalizará la serie.
L.C. Pero no se ha hecho por eso, se ha hecho con un fin dramático, para que el público recuerde que si crees saber qué es esto, te equivocas. ¿Recuerdas la frase de unas temporadas atrás de Juego de Tronos… creo que era de Tyrion? “Si crees que va a tener un final feliz, es que no has prestado atención.” Yo creo que, en cierto modo, ese es el lema de la serie.
Es totalmente impredecible. Como la vida. Creo que ésa es una de las razones de que guste tanto al público, porque no hay nada controlado. No es de esas cosas que ves sentadito en el sofá tranquilo, sabiendo que el bueno acabará bien, y salvará a la chica.
C.vH. Todo el mundo muere, eso es lo que piensas.
Ahora que ya no seguís un libro, ¿cómo fue recibir los guiones de la nueva temporada?
C.vH. Para nosotros es igual. Nunca hemos leído los libros, así que todo ha sido nuevo y sorprendente siempre.
L.C. Pero para la gente que se ha leído los libros y ha visto la serie, va a ser un gran cambio, igual que lo ha sido, obviamente, para David y Dan, porque ya no tienen red de seguridad, no es una adaptación, así que su mundo ha cambiado radicalmente. Se fueron a Santa Fe con George (R R Martin), y George les dio a conocer el final de la historia.
Pero ellos sólo han tenido un papel en blanco, en vez de pensar “¿qué cosas podemos coger de aquí?” o “¿qué más podemos hacer con este personaje?” Este año han empezado desde cero, no desde mitad de la escalera. Aunque me parece que, como son tan creativos, han disfrutado con el reto. Al menos, ésa es mi impresión.
Hablando del reto, volvamos a… ¿podemos llamarlo “la resurrección”?
L.C. Yo estaba muy confuso, con los primeros guiones… Mientras los leía pensaba “¿quiénes son estas personas?” Hay verdaderas locuras, este año.
C.vH. Es curioso, hemos tenido que duplicar la seguridad en el correo. No recibíamos las páginas como antes, había que firmar la recepción. No recibimos ni las hojas de convocatoria, hay muchísimo secreto.
¿Y qué pasa de verdad?
L.C. Bueno, Ser Alliser tiene que limpiar todo lo que queda después de acabar con Jon Snow. Así que los pocos leales están en la habitación con su cadáver. Alliser les dice algo como “venga, os dejamos iros”, o algo por el estilo, y yo les digo a los demás “no os lo creáis. Va a matarnos a todos”. Así que estamos allí, con el cuerpo de Jon Snow, ante un grave dilema, y es Melisandre quien lo resuelve. Hace algo muy heroico.
C.vH. Nunca ha hecho algo así. Pero piensa “voy a probar todos mis trucos, y ya veremos si algo da resultado. Pero he de intentarlo.”
L.C. Y entonces llega ese momento glorioso, al final del episodio 2, en el que piensas que no ha funcionado, y de repente él respira, allí tendido.
C.vH. Sí, hay mucho suspense, ¿verdad? Es casi tan emocionante como el final del primer episodio, ¿podemos volver a eso un segundo?
L.C. ¿Qué pasaba entonces? No me acuerdo.
C.vH. ¡Que me transformo en una anciana! Tiene que ver con el collar. Se me ve mirándome al espejo, es un momento muy íntimo, me quito el collar, y se me ve dejarlo abajo, y la mano que lo deja es una mano de anciana. Y enfocan hacia arriba, y ahí estoy yo después de seis horas de maquillaje, con aspecto de tener doscientos o trescientos años, eso que lo digan los guionistas.
Yo actué como si tuviera doscientos cincuenta. Espero que el público se dé cuenta de que soy yo, porque yo no me reconocí. Lo mejor es que es sólo un instante. No se la ve hablar, ni moverse. Simplemente, te da un poco más de información. Y luego vuelve a su aspecto habitual.
L.C. Lo genial de eso es que, al haberlo visto en el primer episodio de la sexta temporada de Juego de tronos, a partir de entonces, cada vez que te ve el público, sabe que no eres la persona que ellos creían. Cambia completamente la percepción que tenían de ti.