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El final del episodio 10 de La Casa del Dragón ha revuelto el estómago del mundo. Pero ¿qué misterios se esconden detrás de este incidente?
Es momento de ofrecer una explicación al violento final de La Casa del Dragón 1×10. La primera temporada de la precuela de Juego de Tronos ha llegado a su fin. Han sido diez semanas consecutivas, dos meses y medio, de ir conociendo y explorando cuáles fueron los antecedentes de la Guerra Civil Targaryen denominada como la Danza de los Dragones. Rhaenyra Targaryen, el Príncipe Daemon, Alicent Hightower, el rey Viserys, las intrigas de la Mano del Rey, los dragones… Todo se ha entrelazado hasta llegar aquí, al último episodio de la primera temporada. Y ese cierre de ‘season’ no ha dejado a nadie indiferente.
Tras la falsa coronación de Aegon II Targaryen como rey de los Siete Reinos, tocaba respuesta del partido de los negros. El episodio 10 de La Casa del Dragón ha puesto el foco en la respuesta de Rhaenyra, su propia coronación como soberana de Poniente y los primeros movimientos políticos para poner fin a la rebelión iniciada por los verdes. La Princesa de Rocadragón, ya convertida en reina, no quiere desatar una guerra. Conocedora como es de la profecía de Aegon el Conquistador, la mujer está obligada a mantener la paz y la unidad durante su gobierno por temor a que la guerra y la desunión provoquen la llegada de la Larga Oscuridad, esa noche eterna proveniente del Norte.
La guerra ha pasado a ser una cuestión personal
Sin embargo, el final del episodio 10 de La Casa del Dragón ha provocado que la profecía de la Canción de Hielo y Fuego y la promesa que Rhaenyra hizo a su padre pasen a un segundo plano. La muerte de Lucerys Velaryon y Arrax a manos de Aemond Targaryen y su dragón Vhagar suponen un punto de inflexión en esta contienda. Lo que antes trataba de ser un conflicto pacífico para buscar aliados y convencer con palabras y hechos de quién debía sentarse en el Trono de Hierro ha pasado a ser una pelea personal. Sin embargo, a pesar de seguir las pautas marcadas por la novela Fuego y Sangre, de George R.R. Martin, hay un cambio sustancial e importante que se ha tomado con este incidente.
Ese cambio es que han convertido la muerte de Lucerys en La Casa del Dragón en algo fortuito, casual y azaroso. La reacción de Aemond no deja lugar a dudas: no quería acabar con la vida de su sobrino. Ha sido el propio Vhagar el que ha respondido al ataque de Arrax. Han sido los propios dragones los que han decidido las acciones por encima de sus jinetes. Los dragones son animales imprevisibles, violentos y sangrientos. Sin embargo, es la segunda vez que las casualidades impactan directamente en la serie.
La primera gran casualidad que ha devenido en la Danza de los Dragones tuvo lugar en el episodio 8 de La Casa del Dragón. En su lecho de muerte, Viserys revela accidentalmente a Alicent Hightower la profecía de Aegon el Conquistador. La reina lo toma como si de veras quisiera colocar a su hijo Aegon por encima de Rhaenyra. Ésta es la segunda vez que el azar repercute de lleno en el desencadenamiento de la Guerra Civil Targaryen. Quizás son demasiadas coincidencias, pero así lo han querido desde la producción.
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