La ciudad de los prodigios adaptación de la obra de Eduardo Mendoza de mano de Claudio Stassi es un ejemplo de cómo cambiar un medio sin perder la fuerza del mismo, una auténtica demostración de prodigioso ritmo y arte.
Stassi adapta La ciudad de los prodigios, una de las obras más conocidas de Eduardo Mendoza de forma fidedigna y realista, tanto como tenía el ambiente de la novela original, pero dejando algunas características de la narrativa de Mendoza a un lado para potenciar el tono de cine negro de la historia. La ciudad de los prodigios destacaba por su descripción de cómo fue el principio de siglo en la Barcelona más baja y más oscura, la Barcelona criminal, la Barcelona dónde empezaba a aparecer la política radical, de los bohemios y los artistas que tenían que esconderse para atacar el sistema. Un mundo muy tumultuoso que acaba con una experiencia para el lector brutal y emotivo, que le lleva a creer que está dentro de esa Barcelona salvaje.
‘La ciudad de los prodigios’ cuenta el ascenso de un chico de la calle, nacido en el pueblo español de principio de siglo y buscando fortuna en la gran ciudad, desde lo más bajo de las sociedad hasta una posición privilegiada como señor en la sombra de los poderes fácticos. Semejante a lo que podríamos ver en una película de mafiosos en la Nueva York de principio de siglo, la historia nos lleva a un mundo que vemos muy lejano pero que no ha cambiado mucho con el tiempo, el de la corrupción, el crimen, la búsqueda de poder, y el ascenso y caída de aquellos que moran en la lo más oscuro de la sociedad, ya sea actual, o ya pasada.
La novela original de Mendoza es más densa, sobre todo para introducir al lector, pero la verdad es que la documentación de la época todavía es fácil de conseguir a nivel gráfico, por lo que Stassi puede recrear todo el mundo que hay sin recurrir a descripciones escritas. Toda la densidad de texto no se ha convertido una densidad dentro del cómic y el dibujo resulta completamente fluido, con una composición clásica pero con un trazo muy propio y muy personal. SI algo se actualiza sobre la obra de Mendoza eso la caricaturización de muchos personajes, ya que Stassi es algo más realista, dejando a los personajes personajes en un estilo puro de novela de género negro.
Con un trazo de pincel definido y claro, usa una paleta de color extrema desde los colores muy vivos a oscuros, a cálidos o muy azules, creando una atmósfera profunda y poderosa. El dibujante italiano, actualmente residente en Barcelona, consigue con esta obra llegar a un nivel muy alto dentro de los cómics de novela negra. Actualizar con pequeñas capas y pequeños detalles dentro de las viñetas un mundo para que encaje en otro medio es muy difícil, y lo consigue. No solo hablamos del mundo físico, sino de un mundo que está muchas veces dentro de los personajes, a los que actualiza perfectamente para el cómic.
No es una obra fácil sin embargo destaca el hecho de que no haya perdido ninguno de los ninguna de las líneas de la trama principal, aunque si alguna de las subtramas íntimas de la novela. Y aun así se las arregla para crear una forma personal, diferente, más oscura, de expresar lo mismo. Stassi recrea el universo de Mendoza visto desde los ojos del artista actual de cómic. Qué no pinta y no escribe con palabras y dibujos sino que pinta ambientes, situaciones y personajes notables con fuerza y personalidad propia. La actuación la del italiano deja muy alto listo para posibles adaptaciones de nuevas obras literarias al medio.