Reseña de La muerte de Spiderman Brian Michael Bendis, con el maravilloso dibujo de Mark Bagley
(Aviso, el texto contiene ‘spoilers’ de La muerte de Spiderman) Hemos visto a Batman muerto en brazos del Hombre de Acero, a Superman perdiendo varias veces la vida e incluso al Capitán América asesinado a balazos en una escalinata… Ya casi nadie cree en la muerte de un superhéroe, percibida por muchos como una jugada para aumentar las ventas. Incluso puede parecer algo reiterativo, un lugar común al que muchos vuelven una y otra vez. No obstante, ante un trágico final inminente y anunciado por todo lo alto, lo importante es la contextualización de esa muerte, su explicación, cómo se argumenta y al mismo nivel de ello cómo se cuenta.
El guionista Brian Michael Bendis, con el maravilloso dibujo de Mark Bagley, consiguió darle cierta coherencia, emotividad, justificación y épica a la muerte de uno de los superhéroes más queridos. Hace tres años, Marvel se «cargó» al bueno de Peter Parker, de tan solo 16 años casi recién cumplidos, en la serie ‘Ultimate Spiderman’, un cómic que, tras su primera publicación a finales de 2011, Panini Comics presenta ahora en tomo de tapa dura.
El cómic denota un gran dramatismo. Brian Michael Bendis no estaba para tonterías y lo dejó bien claro, a mitad del tomo, en el combate a muerte entre el Duende Verde y el mítico doctor Octopus. Un personaje que se nos aparece reformado e incluso con sentimientos y ganas de cambiar de aires:
«No cuentes conmigo«, le dice Octopus a Osborn cuando pretende reclutarlo: «Soy científico, Osborn. Quiero… solo quiero ser un científico. No soy delincuente profesional ni bioterrorista ni lo que quiera que estés intentando conseguir. Quiero trabajar. He visto cosas desde la última vez que formamos equipo. Ahora veo las cosas de otra manera. Sé cosas que no sabía antes (…) Nos conseguiste un segunda oportunidad, y te lo agradezco. Pero no voy a matar a nadie más. Y desde luego que no voy a ir a por Peter Parker. Y tú tampoco deberías, ¿sabes? Si lo piensas bien, Peter Parker es en el fondo nuestro mayor logro. Nosotros dimos Spiderman al mundo.
Nosotros. Deberíamos enorgullecernos de eso y dejarlo en paz«. A lo que Osborn responde convirtiéndose en el Duende Verde para golpear a Octopus. Allí comienza un duro combate en el que Osborn asesina a puñetazos al doctor. No menos impactante es la terrible herida de disparo que recibe Spiderman cuando salva al Capitán América.
Peter Parker afronta su trágico destino. La lucha definitiva contra sus más imponentes enemigos después de que salieran de la cárcel liberados por Osborn. No es casual que Spiderman lleve a cabo su última y cruenta lucha contra el Buitre, el Hombre de Arena, Electro, Kraven y el Duende Verde a cara descubierta. Y no solo porque todos ellos conocen su identidad. Más que a Spiderman, allí se ve luchar más que nunca al joven Peter Parker, al indefenso pero valiente Peter Parker, quien cae tras un duro combate contra el Duende Verde asestándole a la vez el golpe definitivo al padre de Harry Osborn. Ya no importa que todo el mundo conozca su verdadera identidad. Incluso J. J. Jameson sabe su secreto pero decide no revelarlo mostrando su cordura por primera vez en la historia.
Cerrar un ciclo. Eso es lo que hicieron con esta obra. «¿Qué has hecho, hijo?, ¿Qué has hecho?«, le pregunta tía May entre lágrimas a su sobrino, tendido en el suelo y con la cara ensangrentada. «Está bien. Lo he conseguido«, le dice. «Tú… aguanta. La ambulancia está…«, le replica su tía. «¿No lo ves?«, responde Peter, «está bien. Lo he conseguido. No pude salvarle. A tío Ben no pude salvarle… No importa lo que hiciera. Pero te he salvado a ti. Lo he conseguido. Lo he conseguido…«. En ese momento, Parker exhala su último suspiro. Muere entre sangre y lágrimas y ante los lamentos de sus amigos y la sonrisa silenciosa y malévola dibujada en la cara del Duende Verde, quien también se encuentra a las puertas de la muerte.
Con ese dramatismo Brian Michael Bendis, quien contaría con el primer dibujante de la serie para las ilustraciones, se llevó por delante a uno de los personajes más importantes del mundo del cómic, pero también a algunos de sus villanos protagonistas en La muerte de Spiderman.
En los primeros números de la serie ‘Ultimate Spiderman’, que comenzó a publicarse en el año 2000 en Estados Unidos, Peter Parker acaba de detener y de enfrentarse a la persona que asesinó a sangre fría a su tío Ben. Alguien que se cruzó una ocasión en su camino y no le detuvo. Una lección que nunca olvidaría: «Fui egoísta», piensa Spiderman, «muy egoísta y tú pagaste el precio. Tú, yo y tía May. Nunca me voy a poder perdonar eso. Nunca olvidaré que pude impedirlo. Ahora está claro, tío Ben. Es como si hubiera llevado una venda y orejeras toda mi vida y alguien me las hubiera quitado. Ahora veo el mundo claramente. Y veo cuál es mi lugar. Tenías razón. El poder conlleva responsabilidad. Por supuesto. Por alguna razón, me han dado gran poder. Y un gran poder conlleva una gran responsabilidad. No volveré a decepcionarte, tío Ben«.
Detrás de esos pensamientos del inicio de la saga Ultimate está ya implícita la justificación del final. «No te fallaré», pensó Peter Parker y por eso muere en paz sabiendo que ha salvado a tía May, pero también a Gwen Stacy y MJ.
Como cuenta Julián M. Clemente citando al guionista del cómic, no se podía permitir que el personaje «regresara a los tres meses con un brazo mecánico y haciéndose llamar El Arácnido o algo así. Debía ser de verdad su muerte, una muerte que tuviera significado y abriera el camino a las historias que estamos preparando a continuación y que nos llevarían por terrenos inesperados«. ¿La historia termina allí? La respuesta obviamente es un rotundo ‘no’. Imposible terminar con un superhéroe como Spiderman a pesar del final de Peter Parker. Panini Comics publicó más tarde ‘La muerte de Spiderman. El día después’ con la aparición estelar de Miles Morales… La historia continúa.