En ‘Lady Killer’ Josie Schuller es la perfecta ama de casa, madre y esposa americana en la época del sueño dorado de los Estados Unidos, la segunda mitad del siglo XX. Y también es una asesina al servicio del gobierno. Entre cacerolas y productos de limpieza, llevar a los niños al colegio y hacer la cena, hace un hueco para asesinar salvajemente a los enemigos de la patria de la libertad.
Joëlle Jones y Jamie S. Rich unen sus mentes para crear una obra de humor negro, acción y valores familiares. Cuando sale de casa, mama va a comprar y a hacer recados, nadie dice que esos recados no incluyan armas, disparos, sangre y cadáveres. Jones y Rich crean una aventura que retrata esa época dorada que no era tanto, a medio caballo entre el cambio que se producía en la sociedad, y la búsqueda de los valores más clásicos, los USA son como Josie, una preciosa vida que escondía muchos tejemanejes y agendas ocultas que sólo unos pocos conocían.
Aunque pueda parecerlo no es una parodia de la vida en los cincuenta, en realidad la protagonista y su familia son una familia de clase media de esa época, con sus momentos machistas políticamente aceptados por la sociedad, con valores tradicionales patriarcales y con poca importancia para la mujer, ejemplo claro es cuando Josie informa que piensa en trabajar a media jornada, y su marido afirma que eso le vendrá bien para salir de casa y entretenerse, típico pensamiento e la época, que una mujer trabajara era un pasatiempo, no una forma de vida entre la clase media. E incluso dentro de la organización que la entrena, la actitud masculina es de dominio, aún cuando nuestra heroína es una máquina de matar, su rebelión contra esta actitud es tomada casi a broma, hasta que la amenaza alcanza a su familia, y descubren que la amenaza de tomar el poder es mucho más que sólo una fanfarronada, es capaz de hacerlo, por mucho que crean que por ser mujer no podrá. Por ello es mucho más difícil medir el valor del retrato que realizan los autores e la sociedad, y donde empieza esa ficción sobre la asesina a sueldo, despiadada entrenada, y que no tiene problema alguno en despachar a sus jefes cuando la traicionan.
Un trabajo que no es fácil, contar una historia sin parecer sarcástico, y que encaje en la época, y de paso que este llena de acción y sea un gran entretenimiento para el lector. Porque no sólo de grandes pensamientos vive el aficionado, también demanda que la historia tenga vida. Y Jones y Rich lo consiguen, dentro de su descripción de la época, con sus partes buenas, con sus vicios ocultos, sus defectos y brillos falsos, cabe la acción de una película de James Bond rodada por Tarantino, Ritchie o Carnahan. Rápida, dura y sin ningún escrúpulo. Porque el mundo del espionaje es duro, y salirse es lo más difícil, aún más que conseguir el perfecto soufflé.
Y ningún cómic puede estar completo sin un dibujo que entienda la historia, que sea capaz de plasmarla, de contarla y mostrar mucho más a través de sus detalles, de segundos términos y de composiciones que den vida a la trama. Y Jones lo logra con un dibujo detallado, que representa los mundos de Norman Rockwel y de James Bond detalladamente. Se presentan por separado y se unen para completar la vida de Josie y su familia, de Josie y su agencia, la historia que poco a poco con los detalles y los gestos muestra mucho más de lo que cuenta. Muestra un mundo diferente al nuestro, que conocemos como ideal, pero que en el lienzo que plasma Jones, no es tan deseable.
La historia está escrita al alirón entre Jones Y Rich, y dibujada por Joëlle Jones con color de Laura Allred, esposa de Mike Allred creador de Madman, que también colorea Laura. En España su obra es desconocida, Jamie S. Rich es el editor de los Allred en su Madman, pero no ha llegado mucho más a nuestro país. Así que si esta obra es su presentación, es una gran carta de presentación. Originalmente editada por Dark Horse,, donde Rich trabajaba antes de aterrizar en Vertigo de DC Cómics, y llega a nuestras estanterías gracias a Panini Cómics, que ha cuidado la edición de esta serie limitada de 5 números en un único tomo de tapa dura y formato de novela gráfica. Primera obra en España, y esperamos que no la última, porque la pareja tiene talento, mucho talento.
