Hasta la fecha en las muchas décadas de existencia de Batman el personaje ha tenido muchas etapas, versiones y adaptaciones. Cada una es única, aunque todas compartan hechos y mitologías comunes, pero la única que suele ser aceptada por todos es la realizada en Batman: La serie animada y es así por muchos motivos. El principal es su buen trabajo de guion seguido muy de cerca por sus diseños y una animación sobresaliente.
Por todo esto, y más, la producción de Warner Bros. se ganó bien rápido el derecho a tener su propia cabecera de cómic y así se cerraba el círculo. De un cómic nace la serie y se la serie nace un cómic. Pero lo que hizo brillante a la serie se quiso mantener en su paso a las viñetas, así estas debían ser inteligentes, bien orquestadas y dar historias que importaran. El mejor ejemplo es Amor loco, una auténtica joya que primero fue una aventura de esta cabecera y muchos años después es cuando pasó a ser un episodio de su versión catódica.
Batman y Robin: La rota figura de Killer Croc
Si ahí la protagonista total era Harley Quinn en Lágrimas de cocodrilo lo es Killer Croc, el temible villano que a su vez es una figura trágica. Hay que decirlo, un gran número de villanos de Batman lo son, rechazados por fuera y rotos por dentro. El guionista Ty Templeton, un clásico de este título, con el dibujante Bo Hampton, crean una historia de corte romántico teñida de pesar, de incomprensión y de una crítica muy evidente a la masculinidad tóxica.
No es que Killer Croc sea malvado, no al menos en esta encarnación, pero sí es un alma perdida que intenta encontrar el amor. Si este es correspondido o no es algo que puede ser discutible, pero lo que se intenta es ahondar en él como figura triste y llena de dolor. Un bruto que debe serlo por un único motivo: No sabe ser otra cosa.
Hiedra Venenosa y alienígenas
Este tomito de la línea Kodomo se completa con otras dos historias. La segunda titulada El toque de la muerte, de Kelley Puchett y de nuevo Bo Hampton, con el protagonismo de Hiedra Venenosa en busca de su humanidad perdida (por así decirlo, pero es mejor no entrar en destripes), y la tercera con el nombre de Demonio en el cielo y el equipo de Lágrimas de cocodrilo en la que Batman tiene un encuentro con seres de otro mundo. Una trama algo extraña para lo que era habitual en esta cabecera pero muy bien resuelta, con algunos toques de humor y un estupendo uso del color por parte de Lee Loughridge.
Un volumen sencillo, asequible, de fácil lectura y perfecto para los que busquen historias breves, bien escritas y bien trabajadas. Hay un “Pero”, nada es perfecto, y es la extraña elección de portada por parte de ECC con la aventura de Hiedra Venenosa en lugar de la de Killer Croc, lo que es llamativo siendo la de este la que da título al pequeño compendio. Una decisión editorial bastante poco acertada cuando lo lógico habría sido que el título y la portada fueran en consonancia en vez de disociadas.
