¿Quieres un poco de inspiración antes de comenzar tu peregrinaje? Pues coge palomitas, lápiz y papel y apunta estos nombres.
Para realizar un peregrinaje como el que tiene como destino la Catedral de Santiago de Compostela, hace falta prepararse y, sobre todo concienciarse. Es un viaje que requiere muchos días y que exige ser plenamente consciente de las complicaciones que pueden surgir y lo duro que puede ser no dejar de caminar durante más de una semana. Pero también uno que da pie a innumerables experiencias y vivencias totalmente únicas.
Con la historia que posee y con la cantidad de amistades y sucesos que pueden darse lugar en esta peregrinación, no es de extrañar que la gran pantalla haya decidido coger el Camino de Santiago como centro para muchas producciones. Películas del Camino de Santiago hay muchas, pero pocas destacan tanto como las que te vamos a enseñar.
Al final del Camino
Puede que no sea de las mejores, pero sí de las más divertidas. Malena Alterio y Fernando Tejero son una pareja que no va precisamente bien. Este dúo, que ejerce también como periodista y fotógrafo, debe realizar una ruta que, aunque dista mucho de la del Camino de Santiago del Norte, da lugar a hermosas estampas y más de un momento divertido. Con el fin de realizar un reportaje con el que dar a conocer la obra de un gurú del amor que recurre al camino para hacer que las parejas se reconcilien, su relación puede salir muy bien o muy mal parada de esta.
Americano
Un tranquilo viaje por territorio europeo acaba convirtiéndose en una experiencia vital, de esas que te cambian de arriba a abajo. La historia de Chris McKinley le lleva a vivir tanto la Ruta Xacobea como los San Fermines de Pamplona. Así, se acaba enamorando tanto del viaje como de una joven llamada Adela. Si triunfa el amor o no es algo que dejamos al espectador, aunque estamos seguros de que si hiciera el Camino de Santiago en Bicicleta habría disfrutado aún más de su viaje.
The Way
La más nueva de las 3 y la que consiguió despertar el interés de los estadounidenses por peregrinar a Santiago de Compostela. Aquí, Tom Avery, interpretado por el célebre Martin Sheen, acude a Europa tras la muerte de su hijo en los Pirineos. Al llegar, descubre que estaba realizando el Camino de Santiago, pero no pudo terminarlo. Ni corto ni perezoso, y sin tan siquiera recurrir a un Camino de Santiago Organizado, decide concluir lo que su hijo empezó.