Desde 2006 hemos podido disfrutar de los guiones enrevesados de Jonathan Hickman. Pero antes de llegar a Marvel y dar un vuelco a cada colección que tocaba, Hickman llevó a cabo una serie de cortas historias más personales para la editorial independiente Image Comics. Panini Comics las recopila en un tomo de tapa dura que merece la pena ojear.
Sembrando los cimientos
Jonathan Hickman puede recibir multitud de adjetivos que le califiquen dentro de su profesión pero uno de los más acertados, si solo pudiésemos elegir uno, es el de arquitecto. Cada obra que acomete la acompaña de una sólida estructura a la que va añadiendo nuevos elementos que terminan por conformar un edificio funcional y de bella factura. Lo hemos visto pasar por todos los supergrupos clásicos de La Casa de las Ideas y en todos ha dejado huella. Los Cuatro Fantásticos, Los Vengadores y actualmente La Patrulla-X han contado con largas etapas en las que el de Carolina del Sur ha dejado su sello. Y no podemos olvidarnos tampoco de sus Guerreros Secretos y la sensacional S.H.I.E.L.D. Una carrera repleta de éxitos en Marvel, incluido el evento Secret Wars que redefinió en gran parte el Multiverso superheróico de la editorial propiedad de Disney.
Pero antes de todo esto su camino no estuvo exento de su toque personal, algo que mantiene a día de hoy incluso en lo que se refiere al diseño y sus conocidos textos de apoyo. En The Nightly News (El Informativo Nocturno) asistimos al vivo ejemplo de ello. Ya en su primera publicación tenemos a un guionista consciente y muy crítico con algunas de las situaciones que vivimos en la actualidad, como la polarización política o el adoctrinamiento a través de la educación o los medios de comunicación. Hickman señala, sin ambages, la corrupción de las instituciones a todos los niveles, apunta a nuestras cabezas exigiendo que abramos los ojos para cobrar conciencia del mundo que unos pocos orquestan para nosotros, los corderos guiados al matadero por unos pastores con muy bajas cualidades morales.
Directo al estrellato
Con The Nightly News, la carrera de Hickman logra un despegue meteórico. Se encarga de ella como autor completo, guión, dibujo y color, incluso la rotulación y la edición, absolutamente todo bajo su control. Su calidad le valió la nominación a los Premios Eisner de 2008 como mejor Serie Limitada, galardón que recayó sobre The Umbrella Academy: Apocalypse Suite, de Gerard Way y Gabriel Bá. Solo era el principio de lo que estaba por venir. La siguiente serie limitada incluida en el tomo nos va a mostrar las posibilidades del viaje en el tiempo con la intención de modificarlo y adecuarlo a una idea partidista de la sociedad, buscando eliminar lo indeseable para alcanzar una civilización unificada tras un proceso más breve de lo habitual, que desembocaría en una república democrática plena.
Por supuesto, el trayecto no va a estar libre de obstáculos ni piedras en las que tropezar. Pax Romana nos acerca una crítica sobre el uso de cualquier medio para lograr el fin deseado. Nos vuelve a mostrar el rostro de la ambición humana que antepone su propia gloria o beneficio en la búsqueda del bien común. También la religión recibe sus palos correspondientes, aunque el autor se valga de ello como vehículo para unificar a las mentes más débiles y conducirlas hasta ese proyecto ideal. Pax Romana también cuenta con Hickman como autor completo. Las otras dos series, de cuatro números cada una, incluidas en el tomo, ya nos dejan al bueno de Jonathan ocupando la faceta de guionista. En Red Mass From Mars y Red Wing, dibujadas por Ryan Bodenheim y Nick Pitarra respectivamente, encontramos un tono diferente, un poco más comercial pero con la habilidad de Hickman para crear universos de ficción en plena ebullición.
Aquello por lo que escribe
Por una parte un mundo de superhéroes que deben hacer frente a una invasión extraterrestre y por otra un grupo de pilotos de naves de combate con la posibilidad de realizar desplazamientos temporales. Ambas temáticas volverán a ser utilizadas por el autor durante su periplo por Marvel, con mucho acierto, todo sea dicho. Igual que la longevidad e incluso la eternidad, conceptos muy presentes en la mente de Hickman. En conjunto, las cuatro series nos sirven para trazar una radiografía acerca de Jonathan Hickman muy próxima a la que ha sido su posterior obra. Temas comunes con diferente planteamiento que ahora podemos disfrutar ampliamente en el ambicioso reinicio de las colecciones mutantes, en un nuevo y complejo ejercicio de lo que mejor se le da.
Los Mundos Posibles de Jonathan Hickman es una compilación muy recomendable, que no deja indiferente nuestro pensamiento crítico. Tanto si sois fans de Hickman y no conocíais su obra inicial como si disfrutáis de mundos coherentes y detallados surgidos de la imaginación de un escritor complejo que no desprecia la realidad que le rodea, este es tu tomo. Yo lo he disfrutado mucho, tenía puestas unas expectativas muy elevadas y no me ha defraudado en absoluto. Gracias señor Hickman, es un placer perderse dentro de su mente organizada, aunque no sea apto para todos los públicos.