Los subtítulos están ahí. Muchas veces no nos damos cuenta o no nos hacen falta, pero siempre están ahí
Existe una gran cantidad de público que defiende la versión subtitulada por encima de la versión con doblaje, en ocasiones considerando de forma errónea la subtitula como la original cuando no es así (pero ese es otro tema). Los subtítulos están ahí y pueden servir para leer en tu idioma un producto extranjero, para intentar relacionar mejor una lengua que no es la tuya con su escritura, también para poder leer los comentarios de un director o del productor de turno. Son silenciosos pero están ahí, siempre están ahí. The Hollywood Reporter ha realizado un extenso reportaje al respecto, del que extraemos en Cinemascomics los puntos y declaraciones más relevantes.
La irrupción del streaming
El mundo ha cambiado con la llegada del streaming, tenemos acceso a más contenido que nunca, contenidos de todo el mundo y eso también ha conllevado un auge en el uso de los subtítulos. Un reciente estudio realizado en 2021 por la asociación StageText desvela que el 80 por ciento de los jóvenes (18 a 24 años) tienen los subtítulos activados siempre o gran parte del tiempo que destinan a ver producciones. Algo que ha girado por completo cuando hace no tantos años era algo más bien destinado a personas con problemas de audición a cinéfilos.
Un negocio en alza
Esto ha conllevado a su vez un auge en las contrataciones de este tipo de empresas, casi siempre externas. Este sector en los Estados Unidos está valorado en nada menos que 170 millones de dólares, a su vez muchas de estas empresas no tienen empleados propios y usan a profesionales independientes repartidos por todo el globo. La rueda gira y gira. Un ejemplo es la empresa Rev que cuenta con unos 75 000 trabajadores de este tipo entre los que hay «estudiantes universitarios, padres que se quedan en casa o personas que han estado en la industria durante años, hasta jubilados», afirma Pat Krouse desde la compañía. Desde personas que buscan complementar ingresos a otros que lo tienen como fuente principal, varía según necesidades de cada uno.
El punto opuesto es Vitac, que mantiene como propios a los empleados que hablan inglés y a los que forman de manera rigurosa. Muchas personas que solicitan no son aceptadas, y luego, muchas, de las que comienzan la formación no terminan” en palabras de Heather York, vicepresidenta de marketing de la compañía. Entre sus clientes están Fox, CNBC y Bravo, así que es entendible ese nivel de exigencia y detalle que empieza por aprender y seguir los requisitos de cada estudios. No es lo mismo lo que pide Netflix o Disney, cuyo conocido control hace que llegue a indicarse qué palabras deben ponerse para los sonidos de R2-D2.
Subtitulación en vivo y streamers, otra parte del pastel
Otra parte del pastel va para los subtituladores en vivo, la parte más exigente de la industria. Para lograr salir del paso los profesionales reciben de forma anticipada un guion de qué va a salir en el teleprompter con la excepción de los ganadores en caso de ser una entrega de premios. Más complicado es cuando los presentadores improvisan o los ganadores leen su discurso, ahí no hay red de seguridad de ningún tipo. Esto en ocasiones da lugar a errores y fallos en la transcripción, algo inevitable.
Este negocio no se circunscribe tan solo a productoras, los streamers de éxito también los usan. ¿Cómo no hacerlo? De esta manera tu público puede crecer exponencialmente y alcanzar cifras mundiales. Las propias plataformas ofrecen en muchos casos estos subtítulos de forma automática como sucede en Tik Tok, en este caso se trabaja con la IA para abaratar costes. “La IA es realmente útil cuando acelera a los humanos y facilita su trabajo, pasando de un mecanógrafo puro a un editor y corrector de pruebas y, finalmente, a un resumidor. Hace que los humanos se concentren en cosas de mayor valor, a diferencia del trabajo de mecanografía puro. Así pues (la IA) definitivamente será importante, pero más en el sentido de ayudar a los humanos a ser mejores en sus trabajos que cualquier otra cosa”, explica Pat Krouse de Rev.