Luc Besson ha presentado Dogman en el Festival de cine de Venecia arrancando aplausos en su proyección. El director confiesa que no ve está película como un regreso
De todas las películas proyectadas en Venecia, la que probablemente hizo que sus realizadores esperaran más nerviosos que otros la reacción de la prensa después de la primera proyección fue Dogman, de Luc Besson. Etiquetado por los medios como la película de “regreso” del director, el thriller oscuro, Dogman es su primer largometraje detrás de las cámaras desde Anna de 2019 y el primero tras las acusaciones al director de violación, de las que fue absuelto el año pasado. Sin embargo Besson no ve esta película de esa manera.
En una entrevista para THR el director francés dijo no pensar así cuando se le preguntó si Dogman era su película de regreso, afirmando que simplemente sigue trabajando con la esperanza de que lo que escribe sea lo suficientemente bueno como para seguir llevándolo al cine.
“Es muy difícil cuando llegas a los 60 años, porque nunca sabes que se te acabó el jugo. Un deportista lo sabe: tiene un cronómetro. Pero con un artista nunca se sabe”, dijo. “Nunca quiero hacer una película demasiado y que la gente diga ‘oh, antes era genial’. Así que intentas averiguar si todavía tienes cosas que decir y, por ahora, estoy bien. Entonces tal vez tenga uno o dos más”.
Dogman cuenta con los mismos ritmos de acción y comedia de películas anteriores de Besson, pero muchos han notado cómo la película empuja al director hacia territorios más oscuros y emocionales, algo que, según él, fue el resultado de su crecimiento como cineasta.
“Mi primera película la hice cuando tenía 19 años y ahora tengo 63, así que me tomó 50 años enfocarme, y creo que puedo expresarme un poco mejor y tal vez sé un poco mejor lo que quiero decir, por lo que es sólo una evolución normal. Pero trato de ser más interesante. Pero para mí no es nada oscuro, es muy colorido”.
En casi 50 años de realización cinematográfica, Dogman también marca la primera película de Besson que compite en un festival importante. “Nos sentimos muy halagados y la competencia de este año es increíble. Es un año en el que puedes estar feliz de perder, porque todos están bien”, afirmó.
Si bien las preocupaciones de Besson fuera de la pantalla pueden haber dominado gran parte de los titulares en los últimos años, afirma que no le preocupa si podrían tener un impacto en el éxito de Dogman. «No es mi problema. Estoy aquí para pintar, hago mi pintura”, dijo.
A Besson le encantaría volver a hacer otra película en el espacio de 200 millones
Dada la recepción que Dogman recibió en ambas series de proyecciones de prensa antes de su estreno ayer y los entusiastas aplausos que recibió Besson en la conferencia de prensa (donde señala que dos periodistas ni siquiera podían hacer preguntas «porque estaban llorando»), incluso si el director no ve la película como su regreso, parece que el público, al menos en Venecia, está muy dispuesto a ver más películas suyas.
Y a pesar de que la enormemente ambiciosa Valerian de 2017 se considera un gran fracaso de taquilla, Besson no descarta regresar a la ciencia ficción de gran presupuesto. «Me encantaría hacer otra película en el espacio», dijo. “Denme 200 millones de dólares y ahí estaré”.
Acerca de Dogman
Luc Besson dirige en el papel protagonista al actor y cantante estadounidense Caleb Landry Jones (Tres anuncios a las afueras, Nitram), Jojo T. Gibbs, Marisa Berenson, James Payton (Glass Onion), Christopher Denham (Bad Country, Money Monster, Oppenheimer), Michael Garza (Los juegos del hambre: Sinsajo – Parte 1), Bennett Saltzman (El teléfono del señor Harrigan) y Derek Siow (Escape Room: Tournament of Champions).
Sinopsis
La película narra la increíble historia de un chico, a quien interpreta de manera magistral Caleb Landry Jones, marcado por una dura infancia, que encuentra la salvación a través del amor de sus perros.
De la película se ha dicho
Damon Wise de Deadline:
«…Besson se divierte mucho con su elenco maravillosamente diverso de varias razas y tamaños. Dogman es un trozo de pulpa fresco e inesperadamente tierno que toma una idea simple y la trabaja al máximo. La canción de cierre, bastante apropiada para una película que no rehuye a acumular exceso sobre exceso, encuentra a Piaf cantando “Non, Je Ne Regrette Rien”. Habla por Besson y Landry Jones y, por cualquiera que sea tocado por la mano de Dogman, también hablará por ellos».
Catherine Bray de The Guardian:
«…con el debido respeto a la originalidad y el compromiso mostrados aquí, pero esta es la película más ridícula que verás durante todo el año, tal vez nunca. Estoy seguro de que hay una manera de hacer que esta premisa teóricamente divertida funcione mejor, pero lamentablemente Besson no la ha encontrado».
Robbie Collin de The Telegraph:
«Imagine que ‘Joker’ se cruzó con la serie infantil de ITV Woof y estará en el camino para comprender lo que el director del Quinto Elemento ha preparado para lo que aparentemente es su película de regreso (…) Apenas hubo una escena en Dogman que no me hiciera gritar de incredulidad, pero quizás el aullido más grande lo provocó la parte en la que un detective detrás de Douglas se sienta en un sofá y es emboscado por dos perros muy peludos disfrazados de cojines».
Jessica Kiang de Variety:
«En ninguna parte hay evidencia de la antigua reputación de Besson como estilista visual o autor de basura prestigiosa, en una película que parece pertenecer a la televisión de mediados de los 90 y suena aún peor, con cortes de banda sonora tan escandalosamente literales. Esto es una especie de «Home Alone» con perros asesinos, pero de alguna manera no es tan divertido como parece (…) Tal vez «Dogman» sería salvable si Besson no sintiera la necesidad de explicar ruidosamente cada aspecto de la personalidad cargada de peculiaridades de Doug…».
Jordan Mintzer de The Hollywood Reporter:
«Es mucho que procesar y también es tonta, pero Besson a menudo hace que funcione, gracias en gran parte a una actuación imponente del camaleónico Caleb Landry Jones, quien logra ser conmovedor y ligeramente aterrador al mismo tiempo (…) como una especie de declaración artística personal, y en la que Shakespeare se cruza con Marlene Dietrich y perros asesinos con drag queens, vale la pena ver Dogman».
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