El actor Mark Wahlberg no pasó un buen tiempo rodando la película Infiltrados (2006) dirigida por Martin Scorsese, ahora revela lo que ocurrió.
Mark Wahlberg ha explicado su experiencia en el rodaje de Infiltrados (The Departed) de Martin Scorsese, incluyendo la tensión que tuvo con el director. En una entrevista reciente, admitió que «estaba enojado por un par de cosas» durante la producción.
Originalmente no estaba previsto que interpretara al sargento Sean Dignam, el papel que le valió una nominación al Oscar al mejor actor de reparto. «Se suponía que debía interpretar otro papel», dijo. «Y luego acordamos que yo interpretaría a Dignam, cuando vi las ventajas de interpretar ese papel».
El actor también mencionó la dificultad de trabajar con un elenco tan grande, que incluía a Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Alec Baldwin y Martin Sheen. «Tenía que trabajar en torno a otros compromisos», dijo. «Después tuve otra película. Acabo de terminar Four Brothers y después iba a Invincible. Estaba tratando de dejarme crecer el cabello, por eso tenía ese cabello raro. Todo el mundo dice: ¿De qué se trata la peluca? No era una peluca, solo estaba tratando de dejarme crecer el cabello para la próxima película. Pero entendí totalmente de dónde venía Marty. Tenía que enfrentarse a Jack, tenía que lidiar con Matt, Leo y Alec cuando a mí me gustaba. Se suponía que entraría y saldría en cinco semanas.»
A pesar de las dificultades, dijo que al final todo salió bien.
«Creo que al final todo salió bien», dijo Mark Wahlberg. «Fue una gran experiencia trabajar con Marty y con todos los demás actores».
Las revelaciones de Wahlberg ofrecen una mirada intrigante a los entresijos de la realización de una película de gran éxito como Infiltrados. Es una historia que seguramente interesará a los fans de la película y a cualquiera que haya trabajado alguna vez en un proyecto creativo.
¿De qué trata la película?
Infiltrados es una película estadounidense de suspenso y crimen dirigida por Martin Scorsese en el año 2006. La trama se desarrolla en Boston, donde el Departamento de Policía de Massachusetts se enfrenta a la mayor banda de crimen organizado de la ciudad. La estrategia consiste en acabar desde dentro con Frank Costello, el poderoso jefe de la mafia irlandesa, interpretado por Jack Nicholson. Para infiltrarse en la banda, se asigna al joven novato Billy Costigan, interpretado por Leonardo DiCaprio.
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