Si hay un tema que Jonathan Hickman ha empleado a lo largo de su etapa en Los Vengadores son las incursiones de otros mundos que amenazan a la Tierra. Panini Cómics sigue avanzando en esta epopeya que nos acerca a su desenlace con importantes reflexiones.
La moral es un conjunto de normas, creencias, valores y costumbres subjetivas que dirigen o guían la conducta de grupos de personas en una sociedad. Nos hacen diferenciar lo que está mal de lo que está bien y permiten tomar conciencia de lo que se hace en un sentido u otro, pudiendo justificar malas acciones como el mal menor o la inevitabilidad ante un final devastador. Muchas veces la propia supervivencia se impondrá a una decisión moral acorde, pero no sin cobrarse un elevado precio que deja su señal grabada a fuego.
Los héroes que conforman la alineación de los Illuminati en Marvel llevan tiempo haciendo frente a luchas prácticamente fratricidas contra otras Tierras paralelas. Hasta ahora han ido destruyendo mundos que albergaban el mal en su interior y buscaban su propio subsistir a costa de lo que fuese, sin detenerse en ambages ni diatribas. El problema surge cuando enfrente tienes a otros héroes, la decisión se torna farragosa, difícil de tomar, se muestra sin argumentos a favor porque ante ti tienes a una misma cara de la moneda. Pero siempre hay alguien cuya moral está a otro nivel o incluso carece de ella.
Ahora toca vivir con lo sucedido, aceptar la culpa, directa o indirecta, y plantearse el futuro cercano, incluso un viaje a una época muy lejana para comprobar las consecuencias que las incursiones tuvieron finalmente sobre la Tierra 616 que entonces estaba vigente (se acercaban las modernas Secret Wars que lo cambiarían). Todo para volver a enfrentar a unos héroes contra otros, los que creen estar haciendo lo que debe hacerse por la supervivencia tendrán enfrente a los que piensan que deben ser detenidos en su proceder por atentar contra lo que el deber manda.
Jonathan Hickman estaba llevando a cabo en las dos colecciones principales de Los Vengadores, la que recibe el nombre de Avengers (y corresponde a la clásica) y la de los New Avengers (nacida tras Desunidos), una historia río muy típica del guionista de Carolina del Sur, en la que hay que estar muy pendientes de cualquier detalle porque antes o después tendrá importancia en la trama, aunque lo haya dejado sembrado veinte números atrás. En este tomo cobran especial relevancia las consecuencias de los actos que se han ido llevando a cabo y de qué manera han afectado a los protagonistas. Esta encarnación de Los Illuminati mantiene las características de la concepción original, sus intenciones pueden ser adecuadas pero la forma de llevarlo a cabo choca con el concepto heroico puro, ofrece aristas difíciles de digerir.
Para ilustrar todo esto Marvel recurrió en Nuevos Vengadores al italiano Valerio Schiti, al que hemos visto evolucionar en los últimos años hacia un nivel muy elevado de dibujo y tintas, que todavía está en fase de aprendizaje pero cumple holgadamente, con la colaboración en el par de números finales de Kev Walker, al que también hemos visto posteriormente agrandar su fama. Para los números de Vengadores el dibujo recae en las manos de Leinil Francis Yu, que ya venía siendo habitual en arcos anteriores y en sagas de la franquicia como Invasión Secreta. Todos suponen un acierto a la hora de afrontar el drama necesario de estos episodios tan crudos.
Jonathan Hickman iba destapando sus cartas mejor escondidas acercándonos a la saga que iba a suponer su despedida de los títulos de Los Vengadores. Podremos disfrutarla en este formato de tomos Marvel Now! Deluxe en las dos últimas entregas. No nos harán esperar mucho a los que no la disfrutamos en las grapas mensuales hace ya un lustro, los tomos 8 y 9 tienen prevista su publicación en los meses de noviembre y diciembre de 2020. Su título “El tiempo se acaba”.