Analizamos la primera temporada de ‘Marvel’s Jessica Jones’ (Netflix) comparándola con «Alias«, el cómic de Brian Michael Bendis y Michael Gaydos en el que está inspirada la serie de televisión.
Aunque ya ha pasado un cierto tiempo desde que se estrenó ‘Marvel’s Jessica Jones’ (Netflix) el pasado 20 de noviembre, todavía estamos digiriendo los últimos posos de lo que hemos visto y lo que hemos dejado de ver en la nueva apuesta televisiva superheroico-marvelita de la plataforma estadounidense on demand más exitosa del mundo. Desde que anunciaron que, tras el exitazo de la primera temporada de ‘Marvel’s Daredevil‘, iban a seguir adaptando la línea de superhéroes más adultos de la editorial Marvel Comics, todos los ojos se posaron en el cómic «Alias«. Escrito por Brian Michael Bendis e ilustrado por Michael Gaydos, «Alias» daba una vuelta de tuerca al personaje superheroico de Joya para quitarle el pseudónimo. Ese desnudo de Jessica Jones revelaba a un personaje femenino extremadamente oscuro, con serios problemas de aceptación («I hate myself«), ligeramente autolítico y completamente inadaptado. Esto convertía a Jessica Jones en una de las candidatas perfectas para que Netflix adaptara su obra, por lo que a muchos no nos pilló desprevenido el anuncio aunque no quedamos del todo satisfechos con la elección de Krysten Ritter (‘Breaking Bad’) por su poco parecido físico con el personaje original. Pero allá que íbamos y felices de poder tener a alguien como Jessica en la pequeña pantalla.
‘Marvel’s Jessica Jones‘: Traslación casi perfecta del personaje, del cómic a la pantalla.
Si bien Krysten Ritter podría no dar el pego como Jessica Jones en un principio, lo cierto es que el trabajo de la actriz es irreprochable. Gestualidad, movimientos e interpretación al dedillo para lograr que sintamos cariño, ternura o incluso un poquito de pena por un personaje tan complicado. El guión, en este aspecto, ayuda mucho a la actriz. Bien dibujada y comprendida, se asimila con la misma complicidad que en «Alias» y se aproxima de una manera casi perfecta a ese personaje que con tanto ahínco se esmeró en desdibujar Brian Michael Bendis.
Y digo «casi perfecta» porque hay varias cosillas que no me convencieron del todo. Una de ellas es una estupidez, pero ahí está: Jessica Jones dice muy pocos tacos/insultos en ‘Marvel’s Jessica Jones’ en comparación con la Jessica Jones de «Alias«. Supongo que la violencia implícita de ‘Marvel’s Daredevil‘ jugaba el mismo papel que ese filtro lingüístico en ‘Marvel’s Jessica Jones‘. Pero el caso es que no le hace justicia a ese perfil divertido que «Alias» lograba con la señorita Jones dando rienda suelta a su extenso vocabulario de palabrotas. Por otro lado, ¿alguien puede explicarme por qué hasta la persona con menos fuerza de la ficción televisiva es capaz de empujar a Jessica Jones? A lo largo de la serie la vemos enfrentarse a rivales semicomplicados para su poder, pero es que hay otros enfrentamientos o momentos de la trama en los que Jessica Jones no parece tener los poderes que posee. Y muy poco recurso le han sacado al hecho de que sepa volar pero no sepa aterrizar, y por ese pegue los saltos que pegaba en «Alias» (alguno hemos podido ver).
‘Marvel’s Jessica Jones‘: Outsiders con poca seguridad.
Uno de los grandes rompecabezas que me ha generado la primera (y quizás última) temporada de ‘Marvel’s Jessica Jones’ es la poca seguridad que me daban los personajes secundarios. Si bien el cómic de «Alias» estaba plagado de personajes tan icónicos como Carol Danvers (Capitana Marvel) o Scott Lang (Ant-Man) que eran difíciles de tener en televisión por la separación entre Marvel Studios y Marvel Entertainment, ‘Marvel’s Jessica Jones‘ presenta a otros que van perdiendo fuerza por el camino.
La relación con Luke Cage (Mike Colter) queda muy bien definida en los dos primeros episodios y todavía mejor cimentada al final de la serie, pero el resto de secundarios tienen una superficialidad enorme. Ni siquiera la presencia de Patsy Walker (Hellcat/Gata Infernal), haciendo las veces de Carol Danvers, sostiene a una serie de outsiders que torpedean más la trama que beneficiarla. Supongo que había que rellenar los huecos que quedaban libres para cumplir con los 50 minutos de capítulo antes de tener a la mayor parte de Defensores sobre el tablero de juego.
‘Marvel’s Jessica Jones‘: Tono y ritmo perfectos para la adaptación televisiva de «Alias«.
Pero, sin lugar a dudas, si hay algo que ‘Marvel’s Jessica Jones‘ ha adaptado soberanamente bien de «Alias» es el tono y el ritmo escogido por los responsables del tv show. Tono y ritmo perfectos para una trama que pedía una profundidad específica para describir el ambiente propio del «cine negro» y la «novela negra«. ‘Marvel’s Jessica Jones‘ y «Alias» comparten ese tono y ese ritmo, algo que considero un acierto.
Puede parecer que una serie lenta es perjudicial para el público, en una etapa en la que el cine y las ficciones televisivas suelen ser predominantemente rápidas y con giros de guiones constantes para mantener la atención del espectador. Pero una serie como ‘Marvel’s Jessica Jones’, con una investigación y varios misterios por resolver, pide de un tono y un ritmo específicos, junto a una BSO que genere sensación de angustia en los momentos precisos.
‘Marvel’s Jessica Jones‘: Un villano que tiene más de obsesión que de malicia.
Ya de por sí, Killgrave no es un villano al uso. No a lo que estamos acostumbrados, vaya. Tiene cierto atractivo el hecho de que un personaje de cómic tenga el poder de ejercer la voluntad del resto sólo con su voz. «Haz esto«, y la persona lo hace; «haz lo otro«, y la persona cambia su acción. «Suicídate«, y adiós, muy buenas. Alguien así podría acabar con la vida de cualquier superhéroe descuidado, pero no es el caso. Tanto en «Alias» como en ‘Marvel’s Jessica Jones‘, Killgrave somete a Jessica en el pasado, un hecho que crea una sensación de angustia, inseguridad y ansiedad insoportables para la anti-heroína (por llamarla de algún modo).
Siempre ha habido un antes y un después de Killgrave en Jessica Jones y eso se ve en ambas obras, cómic y serie de televisión. Sin embargo, hay algunas diferencias evidentes; por ejemplo, la motivación del Killgrave de ‘Marvel’s Jessica Jones‘ es someter a Jessica a su poder para poder poseerla de manera amorosa (que no sexual). Pretende lograr enamorarla sin emplear sus capacidades de alteración de la voluntad, pero la constante negación de ella acaba exasperando a Killgrave. Y ahí tenemos el conflicto. Por otro lado, el Killgrave de «Alias» se obsesiona con Jessica Jones no porque la ame desesperadamente sino porque Jessica Jones representa todo lo que él no logra obtener. Para ello hay que intentar entender la psicología del personaje: ¿qué puede querer una persona que lo tiene todo? Pues precisamente aquello que no puede tener. Esa obsesión por tener lo que no puede poseer le lleva a Jessica Jones, persona a la que ha sometido y que ha escapado a su voluntad (esto también lo vemos en la serie, pero queda en un segundo plano si miramos la «historia de amor» o el afecto que tiene Killgrave por Jessica Jones, no por lo que Jessica representa).
‘Marvel’s Jessica Jones‘: Un final bastante dubitativo para todo el camino recorrido.
Por último, ‘Marvel’s Jessica Jones‘ tiene un cierre ligeramente dudoso. Es cierto que es lo que se esperaba después de todos los acontecimientos, pero quizás le faltó ese golpe sobre la mesa en el momento del éxtasis audiovisual. Tuve la sensación de quedarme a medias cuando vi la resolución del conflicto. Supongo que esperaba algo más. O, quizás, simplemente esperaba algo diferente. El caso es que el final no me gustó del todo, pero eso no supuso que la serie me disgustara. Es más, la serie es un notable altísimo.
No obstante, el cierre de ‘Marvel’s Jessica Jones‘ y «Alias» es bastante similar. En ambas obras se ve la negación de Jessica Jones por convertirse en una superheroína, la aceptación de su inadaptación como forma de vida. ¿Para qué necesita ella convertirse en una salvavidas? Simplemente no lo necesita. Ella es Jessica Jones, no es el abanderado ni tampoco el monstruo verde que siempre están para salvar el mundo. Su vida es ese despacho que siempre tiene el cristal roto y donde, en ocasiones, pero sólo en pequeñas ocasiones, se puede leer el título: «Alias Investigaciones«.