Este 24 de febrero llega los cines Missing, la nueva entrega de Sony Pictures, que sigue la estela de películas como Searching, o Unfriended, narrando la historia desde la pantalla de un ordenador. Una estética cuanto menos innovadora, que pretende aportar un soplo de aire fresco a la fórmula narrativa más convencional.
June es una joven de 18 años que vive con su madre en un tranquilo barrio residencial de Los Ángeles. Un día, su madre desaparece junto a su novio mientras disfrutaban de unas vacaciones en Colombia. Angustiada, June deberá usar toda la tecnología a su alcance para intentar encontrar a su madre.
Protagonizada por Storm Reid, en el papel de June, a quien pudimos ver brevemente en Escuadrón Suicida, Nia Long, Amy Landecker y Ken Leung. Dirigida por Will Merrick y Nicholas D. Johnson, editor de la propia Searching.
Viajemos un momento al pasado, en concreto a 2015, cuando se estrenó Unfriended, con un presupuesto de 1 millón USD, y obtuvo una recaudación de 62,9 millones. Ahora viajemos un poco más adelante, a 2018, cuando se estrenó Searching con un presupuesto de 880.000 USD, y obtuvo la friolera recaudación de 75,6 millones. ¿Qué tienen en común estas dos películas? Lo primero, fueron descaradamente rentables. Y lo segundo, pusieron su granito de arena en la evolución del formato narrativo, con una propuesta original e innovadora, que consiste en narrar la historia desde la pantalla de un ordenador. Todo un desafío para el guión, y en especial para la edición.
Teniendo en cuenta el éxito comercial de estos precedentes, era cuestión de tiempo que saliese otra película con este formato, y así tenemos Missing.
¿Estilo sobre sustancia?
Decía Alan Horn, director creativo de Walt Disney Studios, en un programa para Hollywood Reporter, que si alguien le venía con alguna idea para una película, debía contestar a las siguientes dos preguntas, ¿Porqué tengo que verla ahora? Y ¿Porqué tengo que verla en cines? Si las respuestas eran satisfactorias, el proyecto tenía luz verde, en caso contrario, no se financiaba.
En el caso de Missing, no es difícil adivinar la respuesta a la primera pregunta. Se estrena ahora, porque el grueso de la trama recae sobre la investigación de June desde el ordenador de su casa, lo cual la permite usar cualquier aplicación o red social imaginable, véase Google Shearch, Google Translator, Google Maps, Google Earth, Gmail, Youtube, Whatsapp, Facetime, Facebook, AppleWatch, TikTok, Siri, o Tasker Rabbit, por mencionar algunas pocas. Podría interpretarse como una foto del paradigma tecnológico actual, o un gran anuncio de 2 horas de todas las tecnologías o redes sociales comentadas y por comentar, que cada espectador saque la conclusión que considere oportuna.
La respuesta a la segunda es porque sus predecesoras fueron absurdamente rentables, cuestan muy poco y recaudan mucho, y dado que las películas estrenadas directamente en VOD generan muchos menos ingresos para los estudios, Missing era una apuesta lógica para atraer al público al cine, tarea que parece utópica hoy en día.
¿Seguirá la estela de sus predecesoras?
Las interpretaciones son más que correctas, en especial June, y su madre. La dirección se compromete con el estilo narrativo, y no lo suelta, salvo en momentos muy puntuales, lo cual no es fácil de hacer, ni habitual de ver.
Sin embargo, más allá del formato rompedor, y la foto tecnológica, Missing no aporta mucho en cuanto a calidad narrativa. Cuenta con múltiples giros, pero cada cual es más previsible que el anterior. Los personajes evolucionan, aprenden cosas que provocan cambios en su forma de ser, pero son arcos de personajes muy trillados en el cine, no solo en este subgénero. Hay momentos de suspense, pero la trama parece empeñada en sorprender, más que en madurar bien la intriga.
Puede que haya quien considere que el monoplano desde la pantalla del ordenador es repetitivo, y cansa pasados los primeros 20 minutos, o puede que haya quien lo considere trepidante. Puede que los adolescentes se sientan identificados con la protagonista en momentos “vaya, yo haría lo mismo”, o puede lo vean como un intento desesperado de traer gente joven al cine.
El tiempo nos dirá si Missing será un éxito comercial como sus predecesoras, o si será un punto de inflexión a la baja para este formato narrativo. ¿Será recordada como un gran anuncio de dos horas que deja a La Lego Película a altura del betún? ¿O será recordada como un atrevido intento de redefinir una fórmula trillada? Quién sabe, lo que es seguro, es que la batalla estilo vs sustancia está servida ante los espectadores.