Dav Patel pasa por un auténtico bautismo de fuego en su debut directorial. La producción de Monkey Man fue sometida a plena pandemia, causando al equipo de producción a quedarse encerados en una isla con las fronteras cerradas. Fueron incapaces de traer nuevos materiales para sustituir los rotos, se quedaron si extras para rellenar las escenas e incluso perdieron financiación.
Pero es un auténtico triunfo que no se note por ningún lado. Patel dijo en una entrevista que cada desafío fue una oportunidad de resolverlo de forma creativa. Esto le ha dado estética única a la película. Desde su cinematografía, usos de cámara e iluminación, esta película grita amor a hacer cine.
Al ser una película de peleas sin parar, tanto cuerpo a cuerpo como de pistolas, es inevitable que será comparada a John Wick, de hecho hacen una referencia a estas películas como homenaje. Pero se mantiene única entre ellas.
Su coreografía es algo que no te esperarías ver en ninguna otra película. No solo hace que la película se mantenga al margen de las otras películas de acción, también establece el personaje. Es una persona que no se crio para matar, pero que su ira alimenta sus movimientos.
Aparte de dirigir, Dev Patel interpreta el protagonista. Una persona llena de odio por la injusta muerte de su madre, que trepo de lo más bajo para acercarse al hombre que le quito todo de niño. A diferencia de los héroes comunes de esta película, agentes secretos y exmilitares entrenados para matar, él solo es un chico de pueblo que hace lo que puede para sobrevivir.
Algo que es inesperado en la película es su fuerte mensaje social sobre los derechos humanos en India. A diferencia de otras películas que tratan estos temas ligeramente con el único propósito de crear polémica para su marketing, lo presenta de manera orgánica para la historia y como un vehículo para la transformación del personaje.
La manera de la cual hablan de este tema está expuesto a través de la religión y mitología, que es el verdadero corazón de esta película. Monkey Man es una reinterpretación de una leyenda hindú sobre un mono que ofende a los dioses y es castigado por ello. No solo es mencionada como una motivación del personaje para tomar venganza, sino que también establece el hilo de la historia.
Al tener una inspiración mitológica, es inevitable que se note de alguna manera a lo largo de la película. Pero lo que es inesperado es como representan este lado metafísico. Al acercarnos al final de la película nos presentan una escena abstracta, tan experimental que en lugar de ser algo que esperaras de una película de alto presupuesto de Hollywood, recuerda más a algo que varias en un festival de cine independiente o en viaje alucinógeno.
A pesar de todos los sin sudores que paso esta película, Dev Patel ha demostrado ser un director con habilidades y amor a hacer historias de la cual pocos veteranos del cine podrían fardar. Por esto no es ninguna sorpresa que Jordan Peele rescatara esta película de ser descartada por Netflix, para poder distribuirla. Es un éxito para el cine de acción y para Dev Patel, que sin duda ha demostrado ser una gran promesa de futuro.