Inicialmente Johnny Depp iba a protagonizar Drácula de Bram Stoker, pero al final el papel fue para Keanu Reeves.
La película Drácula de Bram Stoker dirigida por Francis Ford Coppola está apunto de celebrar los 30 años desde su estreno. El fastuoso horror gótico del director de El Padrino fue un triunfo de diseño de producción y de atmósfera. Además consiguió un gran éxito de taquilla que recaudó 215 millones de dólares con un presupuesto de 40 millones, sin olvidar que se llevó tres premios Oscar. Pero no todo salió bien, ya que Keanu Reeves fue muy criticado por su interpretación de Jonathan Harker. Un papel destinado para Johnny Depp.
Tanto Winona Ryder como Francis Ford Coppola querían a Johnny Depp para el papel, pero el estudio de cine decidió escoger a Keanu Reeves. Ambos actores eran algunas de las estrellas emergentes más grandes del momento.
Motivo principal de la decisión del estudio de cine.
En esa época Johnny Depp ya tenía bastantes películas en su filmografia siendo Eduardo Manostijeras (1990) de Tim Burton la más importante. Pero Keanu Reeves también había deslumbrado con las dos películas de Bill y Ted (1990 – 1991), Le llaman Bodhi (1991) y Mi Idaho privado (1991). Demostrando que dominaba comedia, acción y drama. Así que en ese momento parecía una opción más segura, a pesar de las recomendaciones de la actriz protagonista y el director. Además Johnny Depp estaba en una relación con Winona Ryder en ese momento.
Pero después de trabajar juntos en Drácula, ella Winona Ryder y Keanu Reeves han seguido siendo amigos cercanos desde entonces, colaborando en otras películas como A Scanner Darkly (2006) y La boda de mi ex (2018).
La historia de Hollywood está llena de estas decisiones de reparto que nunca se sabe qué hubiera ocurrido si el actor o la actriz hubiera sido diferente. Un ejemplo muy claro es que Will Smith no quiso interpretar a NEO en Matrix (1999) para hacer Wild Wild West (1999), papel que obtuvo Keanu Reeves y le convirtió en leyenda.