USA Network ha anunciado que su serie original Mr. Robot tendrá una tercera temporada en 2017
Parece que la misteriosa personalidad de Elliot, el poder de los hackers guiados por Mr. Robot o el deseo de cambiar al mundo ha enganchado a los espectadores. Y es que la serie ‘Mr. Robot‘, que recientemente ha sido nominada en 6 categorías para los Emmy, ha sido renovada para una tercera temporada.
«No podríamos estar más orgullosos de Mr. Robot, una serie que ha empujado los límites, ha capturado el espíritu de esta época cansada del control y el poder de las grandes empresas y ha sido nombrada como una de las mejores serie dramática de la televisión», dijo Chris McCumber, presidente de Entertainment Networks. «A mitad de la segunda temporada, Mr. Robot sigue abriendo nuevos caminos y nuevas oportunidades para la cadena. No podemos esperar a ver que nos traerá Sam Esmail y todo el brillante equipo con el que cuenta la serie.»
«Ser parte de este estudio y de esta maravillosa y completamente original serie de televisión es una experiencia estimulante. Sam y compañía son capaces de llevar la serie a otro nivel», dijo Jeff Wachtel, director del contenido. «No podemos esperar a ponernos en marcha con la temporada 3 tan pronto como termine la temporada 2»
Y es que según Variety, la decisión ha sido tomada pese a que durante su segunda temporada no han aumentado en exceso el número de espectadores. Sin embargo, el respaldo crítico, las numerosas nominaciones y el prestigio creciente han sido suficientes para convencer a los productores de que era una buena idea renovar.
Un hacker drogadicto con muy buenas reflexiones
La serie, protagonizada por Rami Malek, sigue los pasos de Elliot Alderson, un joven programador que trabaja como ingeniero de ciberseguridad de día y como hacker/justiciero de noche. Enseguida se le plantea un dilema cuando el líder de un grupo de piratas informáticos llamado fsociety le ficha para que destruya la empresa que se supone tiene que proteger.
Impulsado por sus creencias personales, Elliot se debate entre aprovechar o no la oportunidad de hundir a los directivos de las multinacionales que él considera que están controlando –y echando a perder– el mundo
