Boruto es la continuación de las historias de Naruto y podemos ver que el futuro del famoso ninja no es muy agradable.
Atención SPOILERS de Boruto: Naruto Next Generations número 38 de Masashi Kishimoto, Mikio Ikemoto y Ukyo Kodachi.
El personaje de Naruto se ha enfrentado a muchos enemigos y ha participado en varias guerras a lo largo de los años. Con frecuencia ha estado cerca de la muerte, pero siempre ha conseguido evitarla. Cuando era adolescente, derrotó a personas como Pain, Akatsuki, Madara, Obito Uchiha y Kaguya. Así demostró ser digno de que lo nombraran el Séptimo Hokage de Konoha, y alguien que el Sabio de los Seis Senderos admitió podría convertirse en el shinobi más fuerte de la historia.
Sin embargo, en el cómic de Boruto: Naruto Next Generation tiene que enfrentarse a Isshiki Ōtsutsuki, un villano como ningún otro. Un verdadero dios alienígena todo poderoso que quiere consumir todo el chakra en la Tierra. Lamentablemente, Naruto cae en la batalla, pero en lugar de morir, soporta un destino peor que la muerte, ya que el sádico Isshiki quiere que sufra mentalmente por descarrilar sus planes.
Naruto ya está sufriendo físicamente cuando él y Sasuke pierden la lucha contra Isshiki en la dimensión oculta del villano. Afortunadamente, Sasuke se teletransporta usando su Rinnegan, dejando atrás a Naruto. Ya que el Hokage ha sido inmovilizado con las varillas de drenaje de chakra de Isshiki. No hay a dónde ir para el líder de Konoha y simplemente espera que un Sasuke gravemente herido pueda regresar con refuerzos.
El villano quiere torturar su cuerpo y su mente.
Pero en lugar de matar a Naruto, Isshiki lo salva porque matar a al ninja requeriría una gran cantidad de chakra, lo que dejaría a Isshiki vulnerable. No puede permitirse desperdiciar chakra en alguien tan fuerte como Naruto, que está respaldado por el poder de su Zorro de Nueve Colas en el interior conocido como Kurama. Como resultado, Isshiki sella a Naruto en un ataúd con forma de caldera, que corta su chakra del mundo real.
Cuando Kawaki siente eso, su mano protésica, impulsada por la esencia vital del Hokage, cae al suelo. Reafirmando que su chakra ya no está conectado con la realidad, y está más o menos muerto.
Para ser más exactos, Naruto existe en un mundo limbo del que no puede escapar, aislado de los que ama hasta que Isshiki decida lo contrario. Para empeorar las cosas, Isshiki está obteniendo placer, ya que quiere que el ninja esté vivo y sea consciente de ver sufrir al mundo ninja. Es una tortura, no solo del cuerpo, sino de la mente, e Isshiki quiere infligir todo lo posible por la interferencia de Naruto. Ni siquiera Kurama puede escapar de este sellado, lo que significa que están más o menos muertos para todos, observando y sintiendo cómo sus familiares y amigos se convierten en objetivos de Isshiki mientras aspira a secar el chakra del planeta.
Naruto está aún más petrificado cuando Isshiki le dice que irá tras Boruto, saber que su hijo es básicamente un objetivo fácil para Isshiki, es bastante agonizante para el gran ninja, especialmente porque el tirano quiere saborear cada momento y regodearse mientras el Hokage está atrapado.
Con suerte, Sasuke puede usar sus habilidades oculares en el espacio-tiempo para encontrar la dimensión alienígena una vez más y liberar a su compañero ninja. Sin embargo, tal como está, Naruto se ha quedado sin energía y se ha convertido en un espectador, observando que su familia es cazada, y todas las aldeas ninja son drenadas. No es algo a lo que Naruto esté acostumbrado, pero como está indefenso, restringido en el sello en este momento, todo lo que puede hacer es esperar y confiar en Sasuke y los otros miembros de la alianza ninja.
