En 2005, Mike Carey (Lucifer) y Glenn Fabry (Sandman: Noches eternas) adaptaron al cómic la célebre novela de Neil Gaiman ‘Neverwhere’, que a su vez adaptaba la serie televisiva escrita por el guionista de ‘Sandman’ para la BBC.
Hay un mundo debajo de Londres que no figura en los planos de metro ni en los mapas de alcantarillado. Es un mundo regido por leyes propias al que solo se accede a través de laberintos, pasajes ocultos y puertas secretas. El joven Richard Mayhew irrumpe en él de forma accidental ayudando a una extraña mujer a la que encuentra herida en plena calle. Desde ese instante, su vida no volverá a ser la misma.
Como no he leído la novela original de Neil Gaiman voy a centrar mis palabras tan sólo y exclusivamente en lo que me ha parecido Neverwhere en esta maravillosa edición en cartoné que nos trae la editorial ECC.
El cómic
Estamos frente a una historia de fantasía urbana en toda regla, donde la pareja conformada por Carey/Fabry nos regalan un mundo mágico y fascinante que se va desplegando poco a poco ante nuestros ojos donde no falta una excelente puesta en escena y un detalle en los distintos escenarios que dejan al lector con buen sabor de boca, que es de lo que se trata fundamentalmente cuando te lanzas a la lectura de un cómic/libro.
Gran parte de la culpa de que todo esté impregnado de una pátina tan mágica es el dibujante Glenn Fabry que realiza en estas páginas un trabajo absolutamente espectacular. Este artista es famoso sobre todo por sus excelentes portadas, pero tras la lectura de esta obra queda patente que es un ilustrador como la copa de un pino y que puede merendarse él sólito un cómic extenso sin perder ni un ápice de su maestría.
Mike Carey no se queda atrás escribiendo una trama apasionante que se va tornando cada vez más adictiva, con una importante coherencia narrativa al alcance de muy pocos creadores de este género.
Con todo lo expuesto anteriormente pienso sinceramente que Neverwhere es ese tipo de historia que todo amante de lo fantástico debe leer sí o sí, y más sabiendo que esta adaptación que hoy os traigo por aquí tiene diferencias significativas con la obra original del señor Neil Gaiman. Todo ello obliga a (re)leer novela y adaptación para así hacer un juicio justo de cada uno de las diferentes encarnaciones del título en cuestión.
No os la perdáis.
