Cíclope de los X-Men lanza poderosos rayos por los ojos. Pero… ¿Cómo funciona exactamente esto? Marvel no parece poder explicarlo correctamente.
Desde siempre los poderes del X-Men Cíclope han parecido bastante simples. Es un mutante que dispara rayos de sus ojos. Si bien es algo visualmente espectacular, no es algo exactamente original de Marvel. Después de todo, Superman tiene algo parecido. Sin embargo, la explicación si que es mucho más compleja.
Tradicionalmente, los poderes de Cíclope se describen como explosiones de conmoción. Absorbe la energía solar y la libera a través de «explosiones ópticas» capaces de dañar el acero o dividir una montaña en dos. Para hacer que este poder sea aún más confuso, sus ojos aparentemente son puertas de entrada a otra dimensión que libera constantemente estas explosiones ópticas, que solo pueden bloquearse con el escudo de «cuarzo rubí» que se encuentra en su visor o gafas hechas específicamente.
Supuestamente estas explosiones ópticas no producen calor.
Esto no ha impedido que varios escritores pasen por alto la naturaleza de los poderes de Scott Summers. Incluso Stan Lee y Jack Kirby, los creadores de Cíclope y el resto de los X-Men de primera generación, han cometido este descuido. En X-Men # 2, se ve al líder de los mutantes derritiendo el hielo de las alas de Angel. Si bien esto es muy temprano en la mitología de los X-Men, lo mismo sucede en otras historias también. El cómic de Marvel Capitán América # 173, muestra a Cíclope derritiendo el arma de un soldado de una manera muy parecida a la que solía hacer Superman.
Cuando Chris Claremont y Dave Cockrum revivieron a los X-Men en 1975, los personajes disfrutaron de mucha popularidad, y aunque los poderes de Cíclope fueron en gran medida consistentes, hubo algunas excepciones.
Aún así, la visión de calor ocasional de Cíclope crea un divertido agujero en la trama. Después de todo, si tuviera visión de calor, Scott Summers sería un peligro de incendio ambulante, especialmente dado el tamaño y el poder de sus explosiones ópticas. Si bien la mayoría de estos errores pueden atribuirse a plazos y equipos creativos desconocidos, plantea una pregunta: si realmente emitiera calor, ¿no habría incendiado la mansión de los X-Men cinco o seis veces?
