Nicolas Cage ha protagonizado éxitos inolvidables como Ghost Rider, Un ángel enamorado, Leaving Las Vegas o Contracara. Sin embargo, tiene un pendiente por cumplir.
2022, un año que está a punto de terminar, representó el regreso de grandes estrellas de Hollywood nuevamente a la fama. Actores que habían ido perdiendo su brillo y relevancia con los años, tuvieron la oportunidad de ubicarse una vez más en lo más alto de la industria. La ovación de varios minutos en Venecia a Brendan Fraser y la oleada de comentarios conmovedores para Nicolas Cage en redes sociales son dos de los mayores ejemplos de dicha situación.
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Este último, por ejemplo, tuvo dos décadas llenas de gloria entre 1990 y 2010. No obstante, la llegada de talentos más jóvenes lo fue dejando replegado. En sus mejores momentos protagonizó éxitos como Leaving Las Vegas (con el que ganó el Óscar), Un ángel enamorado, Contracara, La leyenda del tesoro perdido o Ghost Rider.
En 2011 las cosas parecían ir en caída libre para él y el volumen de contenido en el que participaba era cada vez menor. Aun así, el intérprete tuvo la oportunidad de hacer unos cuantos trabajos e incluso probar suertes en el doblaje con Los Croods y Spider-Man: Into the Spider-Verse.
Posteriormente, en 2022 asumió el reto de interpretarse a sí mismo en la sátira The Unbearable Weight of Massive Talent, donde actuó con otros colosos del entretenimiento como Pedro Pascal y Tiffany Haddish.
Sin considerar lo anterior, a pesar de haberse coronado en lo más alto de los dramas, las cintas de acción, la animación y hasta las comedias, Cage tiene un sueño pendiente con su carrera. De acuerdo a lo que le reveló recientemente a la revista Empire, su gran anhelo es poder hacer parte de un musical.
Su gran sueño
«Todavía no he hecho un musical«, dijo al mencionar con sinceridad las ambiciones que todavía le gustaría cumplir algún día. «Me gustaría intentar eso. No soy mucho de ser un cantante. Canté bien en Wild At Heart, pensé, pero desde entonces me he desbordado cantando incorrectamente ‘Purple Rain’ en los bares de karaoke”. Si hay un papel musical que podría elegir entonces creo que sería un buen Poncio Pilato en alguna nueva versión de Jesucristo Superstar”, atreviéndose inclusive a escoger un proyecto y un personaje específico.
“Cuando hice Ghost Rider, constantemente estaba pensando en El grito de Edvard Munch”, explica. “Traté de que la escena de la transformación fuera justo allí [se pone las manos en las mejillas y contrae la cara en una extraña impresión de la obra maestra]. En Corazón salvaje intentaba aproximarme a lo que se sentía al ver los maravillosos collages de Andy Warhol de Elvis Presley como un vaquero con un revólver. Quería ver si podía hacer eso con la actuación cinematográfica. Además, creo que si David Lynch hubiera podido elegir a alguien para cualquiera de sus películas, le hubiera gustado elegir a Elvis, así que creo que estaba emocionado de aceptarlo cuando lo sugerí”, agregó.
Con esto, el sobrino del mítico Francis Ford Coppola se considera a sí mismo como un romántico del teatro. Es decir, al parecer poder ser el Superman de Tim Burton no es su único sueño frustrado.
