Bob Iger ante los serios problemas económicos de Disney podría estar contemplando la venta de la compañía
Ante los problemas abrumadores que afectan a todos los estudios tradicionales, ¿Bob Iger está contemplando una opción antes impensable? Las señales que envió en Sun Valley sugieren que podría ocurrir.
Unas semanas antes de que Bob Iger se sentara para esa entrevista en CNBC en la que dijo que las redes de televisión lineales de Disney, como ABC y FX, «pueden no ser esenciales» para el negocio de la compañía, un veterano ejecutivo de Hollywood reflexionó con The Hollywood Reporter sobre la posibilidad de un acuerdo que sacudiría la industria: Apple comprando Disney. Es una idea que sigue siendo discutida, aunque muchos altos ejecutivos se hayan burlado de ella y muchos todavía lo hagan. Dicen que Apple no quiere comprar un estudio y que no hay forma de que las autoridades federales permitan que se lleve a cabo un acuerdo tan grande.
Pero este observador no fue tan rápido en descartarlo. «No creo que [Apple] compre la compañía tal como existe actualmente», dijo. «Pero si ves a Bob comenzar a deshacerse de cosas… eso parece que está preparando una venta. Y claramente no hay comprador como Apple».
Poco después de eso, Iger salió en televisión y colgó un letrero posiblemente en venta en los negocios de televisión de Disney. Y de repente, fue un poco más posible ver los contornos de un Disney más reducido que podría ser un objetivo de adquisición tentador.
Claramente, no hay comprador como Apple, que tiene 62 mil millones de dólares en efectivo y equivalentes de efectivo y tiene una capitalización de mercado de 2,8 billones de dólares. Y aunque es muy cierto que Apple no quiere comprar un estudio, tal vez quiera comprar este estudio, el que, a pesar de los desafíos del momento, tiene una bóveda llena de IP invaluable y sigue siendo la marca más valiosa en el entretenimiento.
Y ha existido una «relación especial» entre Disney y Apple: Steve Jobs formó parte de la junta directiva de Disney desde 2006 hasta su muerte en 2011. Iger se unió a la junta directiva de Apple poco después de la muerte de Jobs. Renunció a ese puesto el 10 de septiembre de 2019, el mismo día en que Apple anunció oficialmente que se dedicaría al negocio de contenido a través de su servicio Apple TV+.
Algunos ejecutivos de Hollywood han estado anticipando un futuro en el que muchos estudios desaparecerán dramáticamente. «Solo habrá tres o cuatro plataformas y todos los demás se debilitarán y serán adquiridos», dijo un veterano de la industria. «Habrá Apple, Amazon, Netflix y otro. Si pudieras juntar a NBCUniversal, Warner y Paramount, probablemente tengas suficiente para sobrevivir». Si Iger ve el mundo de la misma manera, encontrar un hogar para Disney podría ser una tentación.
Múltiples fuentes dicen que Iger, después de haber regresado al puesto de CEO en noviembre, nunca se ha enfrentado a tanto estrés. No solo se enfrenta a una industria en transición, sino que gran parte del equipo que estaba con él en los buenos años ya no está en la compañía: el consejero general Alan Braverman y el jefe del estudio de cine Alan Horn se han jubilado. La directora financiera Christine McCarthy, que se acercó demasiado a Bob Chapek durante su mandato como CEO, se fue después de 23 años en la compañía.
Esto puede explicar el acercamiento de Iger con los antiguos ejecutivos de alto nivel de Disney, Kevin Mayer y Tom Staggs, a quienes se pasó por alto para el puesto de CEO, pero que recientemente fueron nombrados como consultores de la compañía. (Los dos son socios en su propio negocio, Candle Media). Conocen bien la compañía y no solo pueden ayudar a determinar cómo reducir los costos de Disney+, sino que también pueden ayudar en una posible venta de los activos de televisión lineal, incluyendo la red de transmisión de ABC y sus ocho estaciones de televisión locales, así como los canales de cable como Freeform y National Geographic.
Otras posesiones, como Disney Channel y Disney Junior, parecerían tener un valor mínimo sin el respaldo y contenido de la compañía más grande, y FX sin la mano programática de John Landgraf y su equipo también parecería devaluada. Un observador bien informado predice que Disney «cargaría esos activos con deuda y los vendería a fondos de capital privado». Él cree que las propiedades, que podrían generar 7 mil millones de dólares al año en ganancias, se venderían por 50 mil millones de dólares. (Las redes lineales de Disney generaron 8.500 mil millones en ganancias en el año fiscal 2022, aunque se espera que disminuyan a medida que la tendencia de cancelar suscripciones de televisión por cable continúa). Disney podría poner 25 mil millones de deuda de Disney en el acuerdo, reduciendo su carga de deuda a 20 mil millones.
La compañía ya está considerando la venta de los negocios en India que adquirió de Fox. Y no sería sorprendente ver una venta de su participación mayoritaria en Nat Geo (quizás en conjunto con la venta del canal de cable). Es probable que la participación del 50% de Disney en A+E Networks también esté disponible para el comprador adecuado (Hearst posee la otra mitad).
La idea de que Disney podría vender está en la mente de algunos analistas de Wall Street. La analista de Needham & Co., Laura Martin, ha sostenido desde hace tiempo que Disney podría vender a Apple. Ella predice que Disney «será comprado en los próximos tres años» y señala que las primas por adquisición de empresas de medios generalmente oscilan entre el 30 y el 40 por ciento. «Si no venden, Disney estará compitiendo contra esas compañías tecnológicas en una industria con una economía deteriorada (porque nunca necesitan ganar dinero con el contenido), creemos», escribió Martin el 14 de julio.
En una nota de investigación en junio, Martin dijo que Disney podría proporcionar a Apple el impulso que necesita para impulsar la adopción de su próximo casco de realidad aumentada Vision Pro. «El hecho de que el CEO de Disney, Bob Iger, subiera al escenario promocionando las gafas Vision Pro de Apple demuestra la convincente combinación estratégica entre el contenido de Disney y la tecnología portátil de Apple», escribió.
No todos están tan optimistas sobre un acuerdo. Anthony Sabino, un abogado y profesor de la Universidad de St. John’s (y un autoproclamado «fanático de Disney»), dice que la extensión del contrato de Iger y la posible venta de los activos de televisión lineal de Disney «demuestran que ellos [la junta directiva de Disney] quieren que él guíe la compañía y no hay pensamientos de que la venda».
Cualquier acuerdo que haga Disney seguramente atraerá un escrutinio riguroso de la administración Biden, que ha sido agresiva en demandar para evitar que se completen acuerdos significativos, aunque con resultados mixtos.
«Es una certeza absoluta que si se habla de una fusión de Disney con otra empresa, será examinado hasta el último grado por la FTC y el Departamento de Justicia», dice Sabino. «Así que eso sería básicamente meterse en una trampa que no estoy seguro de que ninguna empresa esté dispuesta a meterse». Una administración republicana puede ser más indulgente cuando se trata de un gran acuerdo (aunque fue la administración Trump la que intentó y no pudo detener la adquisición de AT&T por Time Warner).
Las áreas de superposición reales entre Apple y Disney no son tan significativas, ni siquiera se acercan a la superposición de, por ejemplo, la adquisición de Fox por Disney, que eliminó a un estudio heredado. El problema sería el tamaño y el poder de las empresas combinadas.
Sin embargo, un par de demandas recientes, una de la FTC y otra del DOJ, podrían ser relevantes para cualquier acuerdo de Disney. La FTC ha fracasado recientemente en sus esfuerzos por bloquear la adquisición del editor de videojuegos Activision Blizzard por parte de Microsoft. Es una situación similar, con un gigante tecnológico y propietario de una plataforma que busca adquirir lo que es ante todo una empresa de contenido. Microsoft prometió previamente seguir haciendo que los juegos clave estén disponibles para competidores como Nintendo y Sony, una decisión que fue persuasiva para el juez en el caso, proporcionando una posible hoja de ruta para un acuerdo de Disney con un gigante tecnológico.
Por otro lado, el Departamento de Justicia tuvo una gran victoria cuando un juez bloqueó la venta de Simon & Schuster de Paramount a Penguin Random House en 2022. El DOJ hizo un argumento de «monopsonio», es decir, que la fusión sería perjudicial para los autores que buscan vender sus obras. Con todos los posibles compradores de Disney ya poseyendo sus propios estudios, el gobierno podría hacer un caso similar, aunque una fuente especuló que Disney podría ofrecer vender preventivamente algunos activos de estudio (como 20th Century Studios y Searchlight Pictures) para mantener el nivel de competencia en el mercado estable y prevenir un caso de monopsonio.
Los fans leales de Disney, muchos de los cuales son accionistas, desconfiarían del compromiso de una empresa de tecnología con los negocios centrales de entretenimiento y parques temáticos de Disney. Es un grupo que incluye a Sabino. «El alboroto de los accionistas de Disney sería una locura», dice. Pero con más de 1.800 millones de acciones en circulación, y con más del 60% de esas acciones en manos de inversores institucionales, los fans accionistas minoristas de Disney es posible que no tengan lo que se necesita para bloquear un acuerdo.
Hay una persona que ha estado pensando en un acuerdo entre Apple y Disney durante años. En su libro de memorias de 2019, The Ride of a Lifetime, Iger escribió extensamente sobre su amistad con Jobs, quien fundó Pixar y la vendió a Disney en 2006. Antes de la pandemia, antes de regresar de su jubilación para gestionar una Disney que se enfrentaba a enormes desafíos, Iger escribió: «Creo que si Steve todavía estuviera vivo, habríamos fusionado nuestras empresas, o al menos habríamos discutido la posibilidad muy seriamente».
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