Ya sabemos más información sobre Garou, el villano de One Punch Man temporada 2.
Garou, es el nuevo y misterioso villano de One Punch Man temporada 2, él se ha encargado de perseguir implacablemente a los héroes de Z-City para garantizar que se produzca el apocalipsis monstruo profetizado. Hasta ahora desconocíamos por qué actuaba así. Pero ahora la serie que se emite en Hulu ha mostrado su trasfondo y sus motivaciones malvadas.
El prólogo del último episodio del anime muestra a Garou como un niño viendo imágenes de superhéroes que salvan el día de los monstruos atacantes. Sin embargo, en lugar de animar a los héroes, el niño siente pena por los monstruos. Ya que son asesinados sin piedad por los héroes una y otra vez. Visiblemente molesto al ver la muerte de un gigante, Garou jura convertirse en un monstruo humano y evitar que los héroes luchen contra las criaturas de una vez por todas.
Acabará con los héroes para vengar a los monstruos.
Más adelante se revela que Garou aún se está recuperando de su primera pelea con Saitama que tuvo en One Punch Man temporada 2. Tan desorientado como está después de soportar uno de los golpes, sigue empeñado en acabar con todos los héores de la ciudad.
A partir de este momento y según cuenta el luchador Sour Face, se ha revelado que las motivaciones del villano son de simpatía por los monstruos y como fue marginado socialmente en el pasado. Garou sintió una conexión de parentesco con los monstruos en lugar de temerlos como el resto de personas. Su muerte constante a manos de los héroes llevó a Garou a asociar a la creciente población de superhéroes con aquellos que presumiblemente lo atormentaron durante su infancia. Estudiar artes marciales era solo un medio para que Garou cumpliera su promesa de vengar a todos los monstruos que vio morir mientras crecía.
En One Punch Man temporada 2 seguiremos viendo como Garou ataca a los héores, hasta que Saitama vuelva a enfrentarse a él. Puede que lo derrote definitivamente o que el villano entre en razón y se ponga de lado de los humanos.
