Ant-Man and the Wasp: Quantumania es la primera película del Universo Cinematográfico de Marvel en 2023 y su protagonista, Paul Rudd, vive un gran momento.
Hoy por hoy no hay un papel más codiciado por la mayoría de los actores comerciales de Hollywood que uno en el Universo Cinematográfico de Marvel. La franquicia es hasta ahora la que más ha facturado en la historia del cine y las estrellas saben que estar en una producción de la misma los catapultará incomparablemente en su carrera. Es por esto que estrellas ya consagradas como Samuel L. Jackson, sir Ben Kingsley o Harrison Ford han terminado ahí (o estarán pronto). El gurú de la comedia romántica Paul Rudd no tuvo escapatoria y se unió a la franquicia como Ant-man.
En 2015 el intérprete debutó en la saga. Pero antes de ese momento, su personaje era una de las incógnitas más grandes, pues no sería la versión que todos los fans conocían. Meses antes del estreno se supo que Michael Douglas había fichado para darle vida a Hank Pym. En su lugar, Rudd sería Scott Lang, el segundo Hombre Hormiga de los cómics.
El cambio llamó la atención, pero funcionó tanto que él volvió en Civil War, Avengers 3 y 4 e incluso ha tenido dos películas en solitario más. Recientemente derrotó a Kang el conquistador y todo parece indicar que será uno de los líderes de las Fases 5 y 6. Parece que la celebridad finalmente encontró su lugar en el mundo.
No obstante, no siempre fue así. Recientemente el norteamericano de 53 años recordó su primer gran momento en la actuación. Esto se remonta a 2002, ya hace 21 años y cuando las películas de superhéroes poco o ningún impacto tenían.
Por esas épocas el histrión no había logrado dar el salto a la gran pantalla y seguía probando suerte en la televisión. Con pocos papeles importantes en su filmografía, se le ofreció un secundario en la serie del momento.
Así fue como acabó en Friends. En el mítico show interpretó a Mike, el tercer marido de Phoebe. Su debut fue en la temporada 9 y se despidió en la primera parte del gran final, cuando se casa con la divertida cantante del Central Perk.
Ahí, Rudd no se sentía tan capaz de lograr lo que estaba logrando. A sus 33 años estaba alzando su fama como espuma y todo parecía ir muy aprisa.
“Nunca creí que fuera a estar en tantos episodios como estuve. Pero también me sentía extraño. Estuve en ese último episodio y pensé: ‘No debería estar aquí. Voy a tener un asiento de primera fila para ver cosas que se supone que no debo ver’. Todos estaban llorando, fue muy emotivo, y yo estaba como, ‘¡Guau!‘”, recordó en entrevista con RadioHeart.
Ant-Man y la avispa: Quantumania ya se puede ver en cines.
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