Aleta trae a España ‘El planeta de los simios: Peón del diablo’ el segundo tomo de la historia entre las películas de la famosa saga de Fox.
Cuando los simios sitian ciudad piel, los humanos ya no se plantean una huelga, no una queja, sino una rebelión, una guerra por la libertad. Pero hay más de un agente doble en este conflicto. Así es planeta de los simios.
La huelga de los humanos hace que los simios tengan que manejar sus fábricas, hasta se plantean darles más derechos, siempre menos que los exigidos, como buenos patrones. La vocal Alaya se radicaliza cada vez más, los humanos empiezan a ser un problema para sus congéneres, pero para ella son una plaga a destruir. Dispuesta a usar cualquier método, es capaz de manipular a su pueblo, y sus colaboradores lo saben, incluso Nix, aquel que fue encarcelado por el miedo a sus métodos, encuentra algunas tácticas despreciables. Pero no desobedece las ordenes. No quieren ser humanos, afirman, pero cada vez más empiezan a responder como la especie que desprecian. Al menos aquellos poderosos que quieren mantener su posición.
Los humanos comienzan a organizarse, quizás no son un frente unido, pero las respuestas contra la ley marcial aumentan. Es hora de armarse, y el extraño monje adorador de una bomba y los suyos proporcionaran los medios. ¿Por qué lo hacen, que razón existe tras todo esto? Aún no lo sabemos, pero hay secretos que se vislumbran más allá de la afable personalidad del sacerdote charlatán. Mientras, el sacrificio de Chaika convierte a todos los jóvenes sin voz de la ciudad en mártires por la causa. Bako, su padre, empieza una búsqueda, la de sus viejos camaradas del ejército, los últimos que resisten a los simios. Y mientras la alcaldesa cree en las palabras para reparar los daños, sus métodos comienzan a cambiar. Nadie queda exento de la influencia de la violencia, todos se manchan, y una vez aparece la marca del odio, el enfrentamiento es a lo único a lo que conduce.
Daryl Gregory teje una historia donde la política y las luchas raciales se mezclan con temas importantes como la familia, el honor, la lealtad y las decisiones, no hacer nada ayuda al mal a vencer. En la comparación de simios y humanos podemos ver muchas similitudes con nuestra sociedad, los campos de “reeducación”, las nuevas armas por parte de ambos bandos, la religión como motor del conflicto para muchos. El americano mantiene la tensión del primer tomo hasta el inicio del conflicto, marcado por una reunión de la especie dominante, un aplauso estruendos para elevar a la vocal Alaya a dirigente de una nación por encima de todo, un regente, caudillo, capitán general para llevar el ejército a la solución del conflicto. La escalada de tensión lleva a la guerra, poco a poco Gregory ha conducido la trama para plantear una situación muy real y muy conocida de conflicto de clases, razas y culturas.
Los personajes y su transformación ante los eventos, sus maniobras en política y la preparación de la guerra es precisa. El guionista avanza con sus personajes, evolucionando su psicología. Quizás el que falle un poco es Bako, muy pragmático, excesivamente quizá, pero su venganza puede estar en camino con las nuevas incorporaciones, para los siguientes números queda esta subtrama. Aun así un buen tratamiento de personajes y sus culturas, así como sus decisiones y caminos que responden a la lógica, las creencias y a veces las pasiones de su especie teniendo en cuenta que dentro de los simios y los humanos, no todos son iguales.
El arte continúa bajo los mandos de Carlos Magno, y el nivel de exigencia aumenta cuando la acción empieza a ser explosiva. Mantiene su trazo detallista, lleno de líneas y tramas, y claridad de luces. Sus sombras y oscuridad no esconden el dibujo, sí, a los personajes, pero son definidas hasta en la noche. Mantiene su sólido trabajo narrativo, y su línea academicista de anatomía, sus simios son un ejemplo de cómo adaptar el movimiento de un ser imaginario a un comic, donde la realidad es más homogénea que en el cine, que depende de muchos efectos especiales. Sigue teniendo problema con algún dialogo que resulta estático, la expresividad se le escapa un poco, aunque cada número los gestos pequeños son mejores, y sobre todo cuentan más.
‘El planeta de los simios: Peón del diablo’ continúa con su buen andar, se despega de las películas más recientes y se acerca a la mitología de las originales, cabe recordar que ocurre 1300 años de la llegada del Coronel Taylor, Charlton Heston. Rellena un hueco que los aficionados a la serie fílmica pueden tener, y resulta un atractivo para acercarse a un universo rico en imaginaría. Una muy recomendable serie para cualquier aficionado a la ciencia ficción, ya sea o no aficionado al cómic, aunque puede ser un poco menos atractivo para el lector general del medio en cuestión.