El director explica cuidadosamente por qué Sam, de A Quiet Place: Day One, tiene un gato en la película
El director de A Quiet Place: Day One ha explicado por qué un gato ocupa un lugar tan central en la película. La película precuela ambientada en Nueva York es la tercera entrega de la franquicia postapocalíptica, en la que la Tierra es asediada por monstruos alienígenas ciegos que cazan a través del sonido. A pesar de seguir la devastación de una ciudad entera, el elenco principal de A Quiet Place: Day One es relativamente pequeño, y se centra principalmente en Lupita Nyong’o como Sam, Joseph Quinn como Eric y Nico & Schnitzel como la mascota de Sam, Frodo el gato.
Collider se reunió recientemente con el director de A Quiet Place: Day One, Michael Sarnoski, para hablar sobre la exitosa película de terror. Sarnoski explica que darle a Sam un perro como mascota nunca fue parte de la conversación, porque un perro «simplemente vería a una criatura y comenzaría a ladrar», lo que llevaría a su muerte inmediata. Describe a los gatos como más «tranquilos» y «depredadores», lo que hace que Frodo se adapte mejor a la franquicia, además de evocar a los gatos callejeros que son un elemento fijo de la ciudad de Nueva York.
«Nadie dijo que debería ser un perro. Creo que la gente entendió que creo que los gatos son más como animales depredadores. Saben estar tranquilos, saben cómo sobrevivir y cazar. Creo que un perro simplemente vería una criatura y comenzaría a ladrar, y no iría bien. Así que creo que tenía sentido. También tenía sentido en el entorno de Nueva York. Hay una especie de ambiente de gato callejero que funciona para Frodo. Sé que Lupita era un poco cautelosa sobre trabajar con un gato porque tenía mucho miedo a los gatos cuando comenzamos esta película, pero estaba dispuesta a comprometerse y afrontarlo, y al final, amaba a los gatos, y ahora tiene el suyo. Siempre tuvo sentido que fuera un gato, pero definitivamente tuvo sus luchas».
Cómo Frodo amplifica A Quiet Place: Day One
La presencia de Frodo ayuda al estreno de A Quiet Place: Day One de muchas maneras, aunque una de las más importantes es que la película se basa en una auténtica sensación neoyorquina. Además de evocar a los gatos callejeros de la ciudad, la presencia de Frodo está explícitamente relacionada con el tropo de las bodegas de la ciudad que suelen tener sus propios gatos, y evoca de forma más sutil la larga trayectoria del emblemático espectáculo de Broadway Cats, que es otro elemento básico de Nueva York. Es un recordatorio constante de la ciudad de Nueva York que existía anteriormente, apenas unos días antes de que los monstruos alienígenas descendieran sobre el planeta.
Además de esta función subtextual, Frodo es muy importante para motivar al personaje de Sam a lo largo de A Quiet Place: Day One. Ella es una paciente con cáncer terminal para quien la idea de luchar por sobrevivir es complicada, por lo que la presencia de Frodo le da algo por lo que vivir mientras el caos y la destrucción descienden sobre la ciudad. Su deseo de proteger a su gato explica parte de su comportamiento al principio de la película y se suma al peligro potencial en el centro de la historia.
En definitiva, tiene sentido que tantas críticas de A Quiet Place: Day One consideren oportuno mencionar específicamente a Frodo junto con elogios a los actores humanos de la película. La presencia del gato profundiza considerablemente la experiencia de la película. Si bien un perro podría haber desempeñado una función similar para el arco del personaje de Sam, Sarnoski tiene razón en que no tendría sentido que un perro permaneciera tan callado como lo hace constantemente el inteligente Frodo, además del hecho de que no evocaría Nueva York de la misma manera.
