En Florida hay un pequeño pueblo, Redlands, en el que el poder de los gobernantes no se basa en las elecciones, sino en la magia y en los sacrificios. Porque el poder, tiene un precio, en sangre.
Redlands es la primera obra de la conocida colorista Jordi Bellaire a los guiones, y el resultado es una historia potente de brujas, magia, sangre, sacrificios y monstruos, que no siempre son sobrenaturales, porque, no siempre hay que ser horrible físicamente para poder hacer las peores cosas. Así es el ser humano en ocasiones, y así lo escribe Bellaire.
Todo empieza con una guerra, y con una victoria. La de un aquelarre de tres brujas sobre la policía de Redlands. Tiempo después, la vida vuelve a su cauce, pero todo ha cambiado. Las mismas brujas que conquistaron la ciudad ahora la dirigen, y tienen el poder, pero no todo se resuelve por la fuerza, el papeleo y las leyes estatales no desaparecen con rituales o hechizos. La oscuridad acecha y atrae monstruos, y los tratos para alejarla pueden costar más de lo que quieren pagar, o pueden pagar.
El concepto de triunvirato místico no es nuevo, recordemos a las Nornas, Hécate o la triple diosa de la céltica. Bellaire lo maneja de una forma personal que diferencia a sus tres brujas del resto, tienen los pies en la tierra, tanto, que ser alcaldesas o jefas de policía hacen sus vidas un lío, como las de todos nosotros.
La trama todavía está desarrollándose, conocemos muchos detalles, pero solo dos historias tienen un aire a principal en este primer tomo, la del asesino en serie, y la del trato ilegal para conservar independencia para Redlands. Una parece acabar abruptamente, pero no todo es lo que parece, y la segunda, parece que va a ser parte durante un tiempo de las historias dela colección. Aún con todo, Bellaire se encarga primero de impactar con el primer número, y luego de construir a sus personajes y su mundo, por el momento están muy unidos ambos elementos, pero en este caso es lógico dado el poder que poseen sobre toda la ciudad.
Hay elementos feministas y de empoderamiento femenino que supongo no agradaran a todo el mundo, pero no son algo forzado, menos en una historia de mujeres que toman el poder porque algo estaba mal en la ciudad. Así que a no ser que estés buscándolo muy especialmente o seas muy reaccionario, no notaras demasiado ese punto. Quizás el estereotipo del profesor pedofilo sea un poco exagerado en su presentación, pero no es irreal, es algo que no solemos ver, pero que está ahí fuera, ocurriendo cada día.
El dibujo es oscuro, con trazo gruesos y mucha raya, no responde a cánones estéticos cerrados, se acerca a más al expresionismo la lo Munch en momentos, eso responde al dibujo de Vanessa Del Rey, artista muy gustosa de la tinta gruesa, y de la misma Jordie Bellaire, que colorea el cómic, y deja claro que su historia es oscura, pero también llena de vida. Su mano se nota mucho ya que remarca sus palabras con sus colores, dotando de más poder al dibujo, al buscar las sensaciones por el impacto visual.
Redlands es un cómic de brujería y feminismo, de asesinos y monstruos, rápido y directo pero que se digiere con tranquilidad. Un notable inicio como escritora para Bellaire, y una buena suma a las series sobrenaturales de Norma Editorial, que con Harrow County ya contaba con una obra sobrenatural maravillosa.