- Reina Roja: otro éxito del thriller español
Es sin duda, un enorme acierto el haber adaptado estas novelas. Para aquellas personas que no lo sepan, Reina Roja forma parte de una trilogía, cuyos libros son en el siguiente orden, Reina Roja, Loba Negra y Rey Blanco.
Basada en la novela homónima de Juan Gómez Jurado, Reina Roja nos presenta dos personajes muy dispares pero que se complementan de una forma casi perfecta, Jon y Antonia.
Antonia es una mujer que tiene el IQ más alto del mundo, y ha sido reclutada por un programa secreto de la policía nacional para resolver casos difíciles, ya que, con su potencial, es capaz de ver cosas que los demás no pueden. Tras un desafortunado acontecimiento que deja al marido de Antonia en coma y que la aleja de su hijo, Antonia decide abandonar el programa, y este es cancelado de forma momentánea.
Cuando el hijo de una magnate aparece asesinado de forma grotesca, Mentor, el antiguo jefe de Antonia, vuelve a contactar con ella. Es ahí donde entra en juego el papel de Jon Gutiérrez, el policía encargado de escoltar a Antonia allá donde ella sea necesitada. Son dos personas totalmente opuestas, con formas diversas de ver la vida y con pocas características en común, al menos de buenas a primeras.
Jon vive con su madre, una mujer vasca que se preocupa en exceso por su hijo, que siempre intenta llegar a casa a tiempo para no preocuparla. Ella no sabe nada del nuevo trabajo de su hijo, ni por que lo hace, pero confía en él y en lo poco que le cuenta. Es una relación preciosa, y me encanta como se ve reflejada durante los episodios. Es un amor de mujer, y rezuma bondad por todos sus poros, al contrario que su hijo.
Jon está amargado, porque tiene una moral un poco extraña. Cree en la justicia, excepto cuando se trata de gente a la que tiene cariño y aprecio, entonces no hay nadie que pueda pararle. Con Antonia choca mucho al principio por eso. Ni ella hace un esfuerzo por abrirse ni él hace un esfuerzo por entenderla.
Apenas unos días más tarde, cuando la hija de un empresario desaparece, vuelven a saltar las alarmas por la similitud de los hechos. Un heredero de alguien importante es secuestrado por una persona que no busca dinero… Si no algo más importante.
Antonia y Jon se verán envueltos en una carrera a contrarreloj para encontrar a la hija del empresario, mientras que las personas que conviven a su alrededor, no se lo ponen nada fácil.
Y esto es solo el principio.
Las calles de Madrid se convierten en un laberinto, en un juego del ratón y el gato, una búsqueda de pistas incluso en los lugares más remotos, donde la mente de Antonia trabaja al 200% y es lo que este caso necesita. En todos los episodios se nos hace dudar de las verdaderas intenciones de los personajes. ¿Qué secretos ocultan? ¿Qué es lo que verdaderamente piensan? Por eso es un thriller perfecto. Cuando estás a punto de descubrir algo como espectador, la historia da un giro y te descoloca completamente.
Además, cuenta con momentos enternecedores, donde la relación de Jon y Antonia se va intensificando. Son el dúo perfecto, hacen un equipo de diez. Es la mejor mezcla para asegurar una gran historia. Es la serie perfecta para ver con la familia, hacer teorías sobre los delitos, y pasar unos buenos momentos, aunque tensos, porque desde luego, si algo no le sobra a esta serie es tensión.