Treinta y cinco años después de su estreno, Regreso al futuro (1985) sigue siendo uno de los referentes cinematográficos de la década de los 80 y una película de culto que nunca pasará de moda
El tiempo pasa incluso para los que se han atrevido a alterar el tiempo. Sin embargo, el reloj de arena ha sido generoso con ‘Regreso al futuro‘ (1985), una película que cumplió el pasado viernes 35 años desde su aparición en la gran pantalla y por la que todavía sienten un amor especial tanto los viejos nostálgicos del cine de los 80 como las nuevas generaciones que descubren la primera aventura de Marty McFly (Michael J. Fox) y Emmet «Doc» Brown (Christopher Lloyd).
Una historia de locos que enamoró al público
Marty McFly descubre que su amigo Emmet Brown, conocido como «Doc», ha creado una máquina del tiempo vestida de DeLorean. McFly, preocupado por las posibles consecuencias que podría desencadenar este nuevo invento del científico, se niega rotundamente a llevar a cabo el experimento. Pero un desencuentro con una peligrosa banda obligará al protagonista a viajar al pasado, precisamente al año 1955.
El pasado le tendría a McFly guardada una broma bastante pesada. Por aquel entonces sus padres todavía no se habían conocido y, tras impedir de manera completamente involuntaria que tengan su primer encuentro, su principal objetivo es hacer que se enamoren para que la existencia de Marty sea una realidad; es decir, sin esa relación él nunca habría existido.
Lo gracioso -y bizarro- de la trama es que la madre se enamora de Marty McFly, su propio hijo. Lejos de ser una versión del síndrome de Edipo en calidad humorística, McFly pronto se desliga de esa extraña relación para pasar a ser un mecenas del amor, una Celestina entre sus padres.
La trama, dejando de lado momentos mágicos como la actuación musical de McFly en el baile de graduación, se resuelve de la misma manera que comenzó: a través del DeLorean. El resto, todos lo sabemos, ya es historia del cine.
El amor como leitmotiv de la película
Desde la creación del cine -y, por otro lado, de cualquier tipo de producción artística- el amor ha sido uno de los temas más importantes en las películas. En ‘Regreso al futuro‘, este leitmotiv se aleja de los convencionalismos cinematográficos existentes para vivir su propia re-formulación conceptual.
Hay que entender que no es usual en la historia del cine encontrar una película en la que un hijo viaje al pasado y, para que su existencia no sea borrada, se vea en la obligación de controlar el amor adolescente que su madre comienza a sentir por él, un muchacho nuevo en la ciudad cuya novedad es motivo suficiente para ejercer una pulsión en el incontrolable sentimiento de la adolescencia.
Regreso al futuro: la ruptura de la herencia cinematográfica
Algunos especialistas en el mundillo del séptimo arte han sugerido que Regreso al futuro, además de una película icónica para la década de los 80 y un clásico para las generaciones venideras, es, ante todo, una película que rompe cualquier hilo de tradición con el cine de aquel entonces.
La concepción del espacio-tiempo, el desmoronamiento de la formulación del mito familiar en las sociedades occidentales, la comedia que va más allá, la incapacidad por parte de la crítica de etiquetarla en un género concreto… Todo eso es ‘Regreso al futuro’.
Curiosidades de Regreso al futuro
- El famoso y prestigioso skater Tony Hawk participó en el asesoramiento de Michael J. Fox. En un principio iba a ser su doble en las escenas más complicadas, pero como el patinador estadounidense era mucho más alto que el actor finalmente optaron por otro doble más adecuado.
- El actor que interpretó a George McFly (el padre de Marty) en Regreso al futuro, Crispin Glover, puso unas condiciones salariales enormes cuando conoció la idea de las secuelas que planeaban para la saga. Por ello, la franquicia optó por otro actor: Jeffrey Weissman. Lo curioso es que Weissman únicamente aparecía de espaldas, o de lado, con el propósito de que el público no se diera cuenta del cambio de reparto. La parte menos graciosa de esta curiosidad es que Glover demandó a Steven Spielberg (productor de la película) por haber caracterizado al personaje exactamente como él, provocando que el Sindicato de Actores legislara esta práctica. La demanda acabó ganándola el actor.
- Al comienzo de la primera película, Marty queda con «Doc» en el centro comercial para descubrir el DeLorean que sería la máquina del tiempo. El cartel que aparece pone «Twin Pines Mall». A su regreso, ese mismo cartel ha cambiado por el nombre «Lone Pine Mall». ¿Sabes por qué? Porque Marty McFly se lleva por delante uno de los dos pinos cuando huye de la granja siendo perseguido por unos individuos que creían que era un extraterrestre.
- La histórica actuación musical de Marty McFly en el baile de fin de grado, además de pasar a la historia de la saga, tiene uno de los momentos más curiosos de la primera película. McFly toca la canción de Chuck Berry, «Johny B. Goode«, a pesar de que en 1955 todavía no existía esa obra. El guitarrista que se había lesionado durante la noche y había dejado su hueco a Marty llama entonces por teléfono y grita: «¡Primo Chuck! ¿Recuerdas el sonido que andabas buscando? Escucha esto«.
- Huey Lewis, principal representante del grupo pop-rock «Huey Lewis and the News«, aparece en un cameo durante la primera película. ¿Sabes cuándo? En la prueba del baile de graduación del instituto de 1985, en la que Marty McFly toca una versión del tema «The Power of Love» y el jurado la rechaza por ser «demasiado ruidosos«. ¡Ahí aparece Huey Lewis!
Y para ti, ¿cuál es tu momento favorito de la primera película de ‘Regreso al futuro‘?