Reseña de Ekhö. Integral Nº 2

Javier García Abadillo 25 de Enero de 2021

Norma Editorial publica en España el segundo volumen integral de Ekhö en una edición cargada de extras

En Ekhö, cuando Fourmille toma su avión a Nueva York, está lejos de saber que su viaje va a dar un giro inesperado. En mitad del vuelo se le acercará una extraña criatura que le ofrecerá la herencia de una tía desaparecida hace 20 años.

Y además su avión se transformará en dragón tras ser alcanzado por un rayo… Así empezarán sus aventuras en un universo completamente loco, en el que todo se parece a la Tierra y es a la vez completamente diferente. Un mundo sin electricidad dominado por unas extrañas y entrañables criaturas: los Preshauns.

¡Bienvenidos al mundo de Ekhö! En este segundo volumen Fourmille y compañía recorrerán Roma, Barcelona, Nueva York y el sur de los Estados Unidos mientras continúan con sus alocadas aventuras.

Ya está en librerías el segundo integral de la serie Ekhö y que aglutina tres álbumes, a saber: “Barcelona”, “El secreto de los preshauns” y “Deep South”.

Seguimos con la línea habitual de los álbumes anteriores. En cada entrega nos enfrentaremos a un misterio que deberán resolver nuestros protagonistas, la joven Fourmille Gratule y su desventurado compañero de asiento Yuri Podrov, teniendo, en cada caso, como escenario una ciudad diferente, siendo estas un  reflejo surrealista y fantástico de las por todos conocidas.

Paralelamente, y, con cuentagotas, se nos van desvelando pistas que irán haciendo avanzar  la trama general e hilo conductor a lo largo de toda la serie.

Aquí no hay trampa ni cartón. Arleston narra de forma desvergonzadamente juvenil una historia fresca y cargada de humor, una suerte de vodevil, con sus correspondientes gotitas de picante, que aporta diversión y aventuras a partes iguales, y donde, la relación entre los protagonistas, se convierte en un motor emocional de dos tiempos con una de cal y otra de arena. También tiene su punto el que se busque nuestra complicidad salpicando las páginas de personajes por todos conocidos en una suerte de  homenaje particular.

Otro pilar lo conforma, con una la solidez magistral, un Barbucci  impresionante y dinámico. Su arte nos permite  visualizar la historia con un ritmo cinematográfico, enriquecido, además, con unas arquitecturas que retratan, con un punto de vista singular, el espíritu de las ciudades a las que parodia, no en vano estamos en otro universo.

Así, ver la Barcelona que conocemos reflejada en un mundo paralelo, como el que propone Arleston y Barbucci, logra despertar el deseo de perderse por esas calles explorando cada rincón.

No menos atractivo es el color que Nolwenn Lebreton con el que enriquece los lápices de Barbucci.

Sus tintas logran una uniformidad gráfica y de ambiente a lo largo de todos los álbumes de tal forma que nos permiten pasar de uno al otro sin notar un cambio brusco,  deslizándonos a través de ella como lo que es, una única aventura dividida en diferentes capítulos.

Y para cerrar el volumen Norma nos obsequia con un pequeño dosier gráfico que incluye, además de bocetos e ilustraciones de los personajes, las portadas para la edición de lujo francesa.

¿ Por qué es una lectura recomendable para cualquier lector de cómic que se precie?

Pues porque aunque el argumento no sea uno de esos que te cambia la vida  nos merecemos una lectura como esta, ligera, optimista y agradable. Una aventura de tono clásico y, a la vez, con un lenguaje moderno en lo visual y en lo narrativo, donde se puede esperar un giro de guion y una intriga que nos mantenga interesados en su lectura sin necesidad de exterminar clanes enteros y donde puedes encontrar cosas tan interesantes como que los dragones sean un medio de transporte o donde no existan facturas de la luz.

Cada vez que me siento a leer Ekhö me sumerjo en un coctel a partes iguales de Arte gráfico, Music Hall, Cabaret y Burlesque con un toque de comedia unas rodajas de limón, sal y pimienta. Servir bien frío en las mejores librerías.

Javier García Abadillo

Nacido en el siglo pasado en una época sin globalización, sin internet y sin reseñas. Una televisión de dos canales a blanco y negro y una Marvel que llegó a mis manos a los 6 años sin color, pero que cambió todo. Desde entonces no he parado. Cada lectura, cada autor, cada editorial me ha traído hasta aquí disfrutando de cada momento. Y lo mejor está por llegar. Está claro, no pienso parar.

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