Se acabaron las aventuras espaciales en Los nuevos mutantes, pero los líos no se terminan para la segunda génesis mutante. Y a pesar de sus muchos años en el negocio, no siempre saben qué hacer.
Ed Brisson se ocupa de Los Nuevos Mutantes y continúa con su trama, con narcos, drogas, armas, y racismo. Los grandes dones que Krakoa proporciona son envidiados por muchos, y aquellos que suministran placeres a través de la química, no quieren perder su parte del pastel.
Con el afán recuperador de todos los mutantes que llego con Amanecer de X, Brisson también recupera antiguos escenarios, en este caso Nueva Roma, una ciudad de descendientes del Imperio Romano que sobreviven en el medio de la Amazonia, Creado por Chris Claremont, uno de los bebes X clásicos pertenece a dicha sociedad, Amara Aquila. Y que mejor escenario que el Amazonas para seguir su historia sobre narcos y drogas, y de paso, presentar a unos seres extraños, y empezar una aventura tropical al grito de “Ave Cesar”.
Brisson es un autor que suele introducir muchos elementos en sus obras, política, sociedad y problemas presentas se entremezclan en sus páginas. Lo que lo hace interesante, y hace que se interese por dejar algo más que simples aventuras en sus cómics. Podría ser un desastre, pero funciona, muy bien.
Al lápiz Marco Failla, de trazo claro y luminoso, con poco negro y sin contrastes casi, deja un arte limpio y narrativamente sencillo. Cuenta con facilidad y muestra todo lo que Brisson necesita, no se lía en construcciones extrañas y simplemente disfruta de una aventura, y de unos personajes que le permiten probar nuevas formas de acción.