- Reseña de The Boys – Censurado en EEUU
- Reseña de la segunda temporada de la serie Future Man
- The Boys estrena un nuevo y brutal tráiler final
- Crítica a The Boys la nueva serie de superhéroes de Amazon Prime
- The Boys: Así sera la escena que han quitado por ir demasiado lejos
En esta reseña hablaremos del primer tomo de The Boys que recopila los primeros seis números publicados originalmente en Estados Unidos en formato grapa
The Boys es sin duda uno de los cómics más brutales del mundo de los superhéroes y, os aseguro, que el polémico primer episodio de The Walking Dead y el bate de Negan no le llegan ni a la suela del zapato a esta obra del noveno arte. Garth Ennis, famoso guionista irlandés, presenta su visión del mundo de los superhombres con una historia llena de humor negro y altas dosis de sexo y violencia.
The Boys es, simple y llanamente, una crítica hacia la industria de los supers y una muestra de cómo el autor llevaría a cabo la destrucción de estos protectores de la Tierra. Y es que, en The Boys, los superhéroes son los causantes de un 20% de las muertes civiles del país. Al salvar a la mayoría y acabar con la vida de unos pocos, el gobierno deja que utilicen sin medida ni control su poder por el mundo. Para que os pongáis un poco en contexto, es un tema similar al que se trató en Capitán América: Civil War o en el cómic en el que se basa, Civil War de Mark Millar.
Para hacer frente a estos héroes pasados de rosca, Ennis crea un grupo de «operaciones especiales» de la CIA compuesto por cinco miembros: Carnicero (el líder), El Francés, La Hembra, Leche Materna y Wee Hughie. A cada cual más sanguinario que otro. Y os preguntaréis, ¿Cómo cinco personas normales pueden detener a un hombre con superfuerza o supervelocidad? Para ello, el guionista dota a los personajes de una especie de droga azul (al estilo del largometraje de Lucy) que les proporciona unas habilidades similares a las de los supers.
Una obra necesaria
The Boys, en cierta parte, es una obra necesaria y bastante recomendable para aquellos amantes de los cómics americanos. Garth Ennis muestra sin censura su visión de cómo sería el mundo real habitado por héroes. Incluso crea su propia JLA para que podamos acercarnos de forma más mundana a estos superhéroes idealizados como Superman, Batman o Flash.
Ennis convierte todo su universo magnífico y puro en algo sucio y ordinario, donde las personas tienen miedo de estos héroes enmascarados que lo único que hacen es hacer de las calles su patio de recreo particular. Del mismo modo, tampoco se priva de enseñar al espectador la vida privada de los supers cuando no están de servicio. Llena de vicios y faltando a los valores morales con los que ellos aplican su propia ley para proteger a los ciudadanos. Simplemente, no se corta un pelo en hacer ver que, ni ellos mismos, no son nadie para impartir justicia ni tampoco para determinar qué está o qué está mal.
Pero esto no es lo único que el guionista irlandés muestra, va más allá. Ennis realiza una crítica bastante explícita sobre el acoso sexual en el trabajo y en la concepción que se tiene sobre las mujeres no solo en el mundo del cómic, sino en el mundo en general. Hay más de un momento en que uno mismo se sientes incómodo con lo que estás leyendo o viendo en las viñetas. Sin embargo, es necesario que se muestre de este modo para que, así, el espectador sea consciente del verdadero mundo en el que vivimos. Y de igual forma, también trata el racismo en este primer tomo de The Boys.
Por razones evidentes, el cómic fue cancelado en Estados Unidos a su sexto número por DC/Windstorm a causa de lo subida de tono que iba la historia. Pero, por suerte para Ennis, Dynamite Entertainment permitió al artista seguir con The Boys hasta que él creyera conveniente. Sin censura y sin tabúes. En España, se encargó de su edición Norma Editorial.
Por supuesto, no realiza esta obra en solitario. Darick Robertson será el encargado de dibujar esa visión macabra y brutal que tiene Ennis hacia el contenido explicado anteriormente. Estoy seguro de que no fue tarea fácil para el dibujante poder plasmar todo aquello que el guionista quería que se viera, pero la verdad es que el dibujo, aún siendo sangriento y demasiado explícito, es de lo mejor que os encontraréis en un cómic, llevando como leimotiv la naturalidad y el realismo.
Obra imprescindible para aquellos que sean fans de Garth Ennis y, del mismo modo, para aquellos que quieran una visión más realista y menos idealizada del mundo de los superhéroes. Ahora bien, eso sí, no es para nada recomendable para aquellos con una sensibilidad fácil de dañar.