Tercer volumen en tapa blanda dedicado a narrar sucesos encuadrados en los comics de la década de los noventa del Siglo XX dentro de los héroes cósmicos de La Casa de las Ideas. Panini Comics se abraza a la tabla de Estela Plateada para surcar las estrellas junto a nosotros, los Verdaderos Creyentes.
La nostalgia cósmica de Estela Plateada regresa en todo su esplendor
El presente volumen de Estela Plateada Renacimiento: Legado, no es el final de lo que Ron Marz y Ron Lim nos quieren contar a través de esta serie de aventuras, encuadradas tras los sucesos de El Guantelete del Infinito. Este equipo de autores ya considerados clásicos, siguen ofreciendo unas tramas muy entretenidas y acordes a lo que pudimos ver durante su estancia en los títulos de los héroes cósmicos de Marvel durante la década de los noventa del pasado siglo. Todo siguiendo el vertebrado propósito de pivotar su apuesta en torno a la persona de Genis-Vell, hijo del difunto Capitán Marvel original. Tras un primer tomo que también tuvo como protagonista al surfista y un segundo que se centró en la figura de Adam Warlock y alguno de los miembros de su Guardia del Infinito, de nuevo vuelve el turno de Norrin Radd para un complejo envite contra uno de los enemigos más persistentes que ha tenido, el mismísimo Mefisto.
Desde su primer enfrentamiento en la serie clásica de Silver Surfer, en su número #3 (diciembre 1968 con guión de Stan Lee y dibujo de John Buscema), todavía compartieron cartel en otros cuatro episodios más de aquel volumen, #8, #9, #16 y #17. Para contar con un total de 18 entregas no está nada mal aparecer en cinco. La ingenuidad de Estela Plateada por aquel entonces todavía podía plantearle algún problema que otro, ser engañado por humanos o cualquier otra entidad no era muy difícil de conseguir. Pero ahora ya han pasado unos años de aquello, ni siquiera está atrapado en la Tierra, por suerte el guionista Steve Englehart comenzó su etapa en el volumen 3 de la serie permitiendo su liberación del castigo al que le había sometido Galactus por haberle traicionado cuando intentó consumir por vez primera el planeta. Pero Marz y Lim están contando historias que igual se les quedaron en el tintero cuando ellos se hicieron con las riendas, Lim antes que Marz, claro.
Las consecuencias de jugar con un maestro del engaño
Nunca ha sido Mefisto tan temido como en las historias que se nos contaron en aquellas décadas previas a la entrada del Siglo XXI. Fue un personaje que llegó a tener una serie limitada propia en la que se enfrentaba a los diferentes grupos de superhéroes que Marvel publicaba allá por los ochenta. Se las vio contra Los Cuatro Fantásticos, Factor-X, La Patrulla-X y Los Vengadores, apenas le faltó pegarse contra la Tía May y sus vecinas en una partidita de cartas. Desde aquel Mefisto vs… ha sido prácticamente un personaje descafeinado, salvo por su participación, a principios de los noventa, en una de las Novelas Gráficas Marvel más alucinantes de todas las que se han publicado, al nivel de La muerte del Capitán Marvel o Dios ama, el hombre mata, Triunfo y Tormento junto al dúo de doctores más conocido de la editorial, el Hechicero Supremo y el “Protector” de Latveria, Extraño y Muerte.
Pero en este pequeño tomo que contiene cinco números USA tiene otra oportunidad de brillar, al menos como el mayor mentiroso que existe, rivalizando con Loki, que para eso es el Dios de las Mentiras de Asgard. De un ardid suyo va a surgir un viaje por el tiempo que va a llevar a Norrin Radd a lugares imposibles y situaciones muy mágicas. Ver a ese Estela Plateada Negro siendo digno de empuñar a Mjolnir, martillo del Poderoso Thor, a Thanos colaborando de forma estrecha con la causa o ese momento al final del Universo donde se reencuentra con Nova, pareja suya durante aquel volumen 3 de la serie y que había fallecido allá por Silver Surfer vol.3 #75, todavía siendo la heraldo de Galactus. Son pequeños momentos que a los que leímos aquellos tebeos (la palabra cómic ya estaba vigente pero la edad es la que es en el que suscribe estas líneas) nos llegan a tocar la fibra sensible.
Sabor añejo pero buen sabor
Por eso, dicho todo lo anterior, nos encontramos ante ese recurso, tan utilizado últimamente, de la nostalgia. No siempre está bien llevado, no consigue llevarnos a hace treinta años, por lo que el trabajo que llevan a cabo los dos Ron, Marz y Lim, es muy valorable. Respetan el tono que ambos dieron a los personajes pero los envuelven de modernidad. Permiten una lectura ágil, sin necesidad de rebuscar en el fondo de la mente para coger referencias. Se basan en todo aquello que el lector tiene grabado a fuego, conceptos que por muy machacados no dejan de resultar icónicos.
Con Estela Plateada Renacimiento: Legado, dejan de nuevo la puerta abierta para continuar contándonos algunas cosas más que todavía quedan pendientes, como la venganza de Eve Warlock contra el Alto Evolucionador que quedó en el aire en el tomo de Warlock y enlaza con el final del que ahora tenemos entre manos. Si el ambiente a cómic clásico te apasiona y no perdonas una buena historia, que te entretiene a la par que te muestra como pudo ser una colección de Estela Plateada continuada por estos maestros, no lo dudes, aquí tienes una buena parada para descansar del ajetreo habitual del complejo Universo Marvel actual.
