Quinto personaje que recibe su edición a tres colores tras Lobezno, Elektra, Masacre y Matanza. Panini Comics nos despierta mientras todavía es noche cerrada para que seamos testigos de las múltiples encarnaciones del Caballero Luna.
Si solo dispongo de ocho páginas puedo ser hasta original
Marc Spector y cualquiera de sus otras identidades dan muchísimo juego para que guionistas y dibujantes encaren al personaje. El Caballero Luna no deja de reinventarse, dada su propia naturaleza. Como el astro al que representa parece tener un ciclo que pasa por todas sus fases, Nueva, Creciente, Llena y Menguante. Eso hace que, entre las múltiples propuestas que hemos encontrado en este libro, alguna luzca incluso con luz propia por buscar una apuesta diferente, sorprendente y que incluso pueda ser leída en dos sentidos distintos, en el orden que se nos presenta o empezando por la última viñeta y caminar en dirección contraria, hasta acabar en la primera. Esta original propuesta, que no es habitual ver aunque no sea la primera vez que se hace ni mucho menos, es la que tiene como autores a Mark Guggenheim y el español Jorge Fornés.
Esta propuesta brilla con luz propia dentro de las doce que podemos encontrar en el interior de este libro de tapa blanda de gran formato, pero no es la única vistosa, de hecho cuesta buscar alguna que no nos haya parecido atractiva por unas u otras cosas. Seguramente estemos ante el mejor de los hasta ahora publicados y no solo por la calidad de los participantes sino por cómo han sabido afrontar al Caballero Luna para hacer crecer su carisma y la relación que tiene con otros habitantes del Universo Marvel como Spiderman o el Doctor Extraño.
La serie de televisión protagonizada por el actor, de origen guatemalteco, Oscar Isaac ya puso el punto de mira sobre la complejidad del trastorno disociativo de personalidad que sufre el Puño de Konshu, por lo que ver aquí como conviven unas con otras no deja de resultar un producto que ralla en lo excelente, muy cuidado.
¿Por qué una sola encarnación cuando puedo multiplicarme?
Hablar del Caballero Luna a día de hoy es hacerlo al menos de cuatro personalidades diferentes y dominantes, la del mercenario Marc Spector, el conductor con licencia Jake Lockley, el acaudalado playboy Steven Grant y el carismático y enigmático Sr. Luna. Cada cual puede tener su favorito, por supuesto, yo mismo lo tengo, con dudas entre dos, pero en muchas ocasiones se retroalimentan los unos con los otros porque hay que recordar que son muy diferentes entre sí y aunque comparten un mismo cuerpo físico, cada uno de ellos controla su propia parte de esa vida de mente fragmentada.
Es muy fácil ver al despreocupado Grant ofrecerse a pagar cualquier desmadre provocado por los demás, ver a Lockley predispuesto a conducir hasta el mismísimo final de la carretera, aunque sea un muelle que da directamente al rio Hudson. Spector es el especialista cuando hay que llevar las riendas del combate y el Sr. Luna es una aparición diseñada para ser vista venir, para atemorizar a los que hacen daño a los inocentes, recordando juramentos reconocidos acerca de que durante su vigilia ningún inocente estará desprotegido. Y no nos olvidemos de esa cara de cráneo picudo de pájaro de mal agüero que es el mismísimo Konshu, también partícipe de ciertos momentos.
El granito de arena nacional
En casi todos los volúmenes de Blanco, Negro y Sangre publicados hasta ahora hemos podido disfrutar de autores españoles, creo recordar que a excepción de Masacre el resto ha tenido participación patria. En este, aparte del mencionado Fornés, tenemos la colaboración de David López que, con un guión lleno de gags de Erica Schultz, lleva a Jake Lockley a dar un paseo por la ciudad acompañado por una banda de atracadores que le utiliza para su huída. Porque hasta el humor está presente a pesar de tratarse de un personaje que podemos catalogar dentro de los héroes oscuros de Marvel.
En el resto de historias tenemos a autores de mucho renombre y haciendo gala de ello, además. Jonathan Hickman, Benjamin Percy, Jim Zub, Christopher Cantwell o la sin par Ann Nocenti entre otros guionistas y Chris Bachalo, Vanesa R. del Rey, Leonardo Romero o Patrick Zircher a los lápices, son solo algunos de los espectaculares artistas que se han hecho cargo de estas narrativas. Eso sin desmerecer la selección de aquellos menos conocidos pero que cumplen con una calidad mayúscula, dejando un gran sabor de boca y detalles que nos llevan a seguir a los nigerianos Murewa Ayodele y Dotun Akande, a Stefano Raffaele o a Dante Bastianoni, este último un viejo conocido de los años 90 en la colección hermana de Los 4F, Fantastic Force, pero que sobre todo ha desarrollado su carrera para Bonelli en Italia.
