Cuarta entrega de los volúmenes que nos traen la actual serie del Caballero Luna con unos episodios que nos acercan, certeramente, a conocer al elenco de secundarios de la serie. Panini Comics se adentra en callejones oscuros para batirse con vampiros, mujeres gato y mucho más.
El coste de la mentira
El Caballero Luna no es precisamente un héroe que destaque por la extrema honorabilidad, por su comportamiento sin mácula. Para eso ya está el Capitán América. Marc Spector no es un hombre que presuma de escrúpulos, mide sus pasos solo lo necesario y si tiene que acabar con una vida, sea o no por exigencias del guion, no presenta claros remordimientos, sigue adelante con su misión, como buen mercenario que fue.
La profesión que ostentaba antes de ser resucitado por el Dios egipcio de la Luna no es precisamente un dechado de virtudes. Venderse al mejor postor, matar por dinero o conquistar territorios para cualquier señor de la guerra de tres al cuarto llevan a una vida de engaños, de mentiras, una doble vida que obliga a ocultar lo que hace nuestra mano derecha de lo que hace la izquierda.
Tantas patrañas, infundios o falacias muestran una parte de la personalidad de Marc que termina afectando a aquellos que tiene cerca, unas veces con mayor fortuna que otras. Destaca con luz propia el número en el que tenemos como protagonista a Greer Nelson, la superheroína más conocida como Tigra.
Su relación lleva un tiempo ocupando parte de las páginas de la colección y es ahora cuando alcanzamos su punto más álgido hasta el momento, compartir películas en VHS con el hijo de ella, William, cuyo verdadero padre queda revelado en ese capítulo, casi al mismo tiempo que se desvela un engaño, un comportamiento errático que muestra sus verdaderas cartas, aun a costa de un precio que finalmente no termina de cobrarse.
La ausencia de confianza
Pero la fe que se pudieran tener los unos con los otros se pone en duda por culpa del propio Puño de Konshu, tanto entre los secundarios de la historia como entre las diferentes personalidades de Marc Spector. Porque el mercenario no se fía del altruismo de Jack Lockley, su alter ego taxista. Tampoco termina de creer que el dinero que amasa Steven Grant sea para sus intereses.
El tema recurrente en muchas fases de su vida en los comics penetra con fuerza pero no lo hace de forma abierta, lo vamos desgranando paso a paso, como una apuesta segura que no termina de definirse, ese equipo favorito que no termina de jugar bien y se ve amenazado por un pequeño club cuyas pretensiones no estaban entre los primeros puestos de la clasificación. Que se lo digan al Leicester City en la Premier League de la temporada 2015-2016.
Sin embargo, esa relación difícil que encontramos con Luna de Cazador, Tigra o Reese no parece afectarle tanto cuando se reúne con otros héroes más asentados de Marvel, incluso a pesar de su pasado con Blade. El vampiro que camina por el día y Dylan Brock, el hijo de Eddie y actual encarnación de Veneno tras la muerte de su padre parecen tener más fácil ese trato, motivado con total seguridad por la encarnación del Puño de Konshu con la que interactúan principalmente, el Sr. Luna, una personalidad muy diferente que no se abandona tanto a los instintos de la lucha y la venganza.
El sentido del humor que no falte en Caballero Luna
Jed MacKay lleva un tiempo demostrando sus tremendas capacidades. Nos está dejado etapas relevantes como la que lleva tiempo realizando en Gata Negra y se desató por completo durante Extraño, cuando Clea tomó las riendas durante unos números, antes del regreso de entre los muertos de Stephen. Ahora se ha hecho cargo de Los Vengadores y permanece en este Caballero Luna, pero sin olvidarse de añadir ciertas perlas que despiertan una sonrisa, que agilizan la narrativa de sus comics, que sin olvidar la crudeza deja espacio para un chiste o un comentario mordaz, incluso un momento para ser políticamente incorrecto o dejar que su boca escupa improperios que no debe escuchar un niño.
Mientras tanto, los italianos Federico Sabbatini y Alessandro Cappuccio consiguen mimetizar su arte y se hace difícil diferenciarlos. Ambos nos ofrecen a un héroe oscuro, a pesar de la luminosidad de su uniforme que parece refulgir entre las sombras. Trazos sucios y bruscos que combinan de maravilla con el tono de la serie mientras retratan con agudeza a los villanos que intervienen en las historias, desde Zodiaco a Morfeo, pasando por los Asesinos Arlequín que actúan bajo los designios del Fantasma en el Teléfono o una encarnación nueva de Los Forzadores. Este tomo nos deja a las puertas de un especial, el Moon Knight #25 USA. Va a resultar dura la espera.