Décima entrega de la colección principal de los mutantes de Marvel, bajo los auspicios de Chris Claremont, con la revolución que supuso la entrada de nuevos miembros a la Patrulla-X. Panini Comics afila los clavos que sujetarán a Lobezno a la icónica portada de su crucifixión.
Un antes y un después en La patrulla-X
El patriarca mutante se decidió a innovar profundamente el concepto de los hombres y mujeres-X una vez que concluyó la saga de Inferno, en la que ni mucho menos llevó la voz cantante. Aprovechó la estancia de La Patrulla-X en tierras australianas para renovar profundamente al grupo que durante tantos años había mantenido una alineación con pocas variaciones, muy apoyado en personajes como Lobezno, Tormenta, Rondador Nocturno, Coloso, Kitty Pryde o Pícara, la columna vertebral casi inmutable a la que de vez en cuando había que sumar a algún miembro de la familia Summers. Ahora la base principal se había rejuvenecido con la inclusión de Longshot, Dazzler o Mariposa Mental, pero todavía quedaba sangre nueva por llegar, alguna bastante joven.
Nada más empezar contamos con la primera aparición de Júbilo, Jubilation Lee. Desde las heridas que sufrió la señorita Pryde en La Masacre Mutante se echaba de menos a un personaje que representase ese concepto de mutante adolescente. Un contrapunto a las extremadamente sexys Tormenta, Mariposa o Dazzler, que van a contar con momentos de lucimiento personal y con vestimenta lencera con los lápices de Marc Silvestri. Estaba claro que algo estaba cambiando con la llegada de la década de los noventa, sexualizando en exceso a la mujer.
Pero por otra parte nos encontramos con su fortaleza, su desparpajo, su impostura de cara a los hombres, su falta de complejos de cara a dar el primer paso, su reafirmación del carácter femenino que no necesita del permiso del hombre. El puñetazo definitivo encima de la mesa para decir que allí estaban ellas, con sus virtudes y sus defectos, inamovibles como figuras relevantes, poderosas, sofisticadas, sufridoras pero mujeres de armas tomar.
Construir algo nuevo destruyendo lo “viejo”
El asalto de Los Cosechadores al refugio de Australia marcaría ese punto de inflexión necesario para una evolución radical. Con Lobezno malherido y rescatado por Júbilo, el resto de los integrantes del grupo pasó por el Lugar Peligroso para obtener una nueva oportunidad de reinicio, con efectos sin duda muy dispares que llenaron de argumentos las aventuras de los años futuros. Desde aquella Tormenta, convertida en una niña de nuevo, que terminaría cruzando su destino con el de un nuevo personaje como fue Gambito, a la evolución que sufrió Mariposa en el cuerpo de Kwannon durante el cruce con el evento de Actos de Venganza, un cambio que ha durado la friolera de casi treinta años, pues no se ha deshecho hasta la etapa de Krakoa con Jonathan Hickman.
Y con tanto baile y protagonistas desperdigados viviendo sus propios dramas, no es de extrañar que Claremont nos presentara a una nueva Patrulla-X bajo los auspicios de Moira MacTaggert. Forja, Polaris (ya liberada del influjo de Malicia), Banshee, Amanda Sefton, Legión y Rompedor. Juntos sostendrán el sueño de Xavier lo mejor que puedan, en ausencia de aquellos a los que tomaron el relevo, aunque formar un buen equipo no va a ser cuestión de chasquear los dedos. Les tocará enfrentarse también a Los Cosechadores, que protagonizan gran parte de la trama contenida en el tomo, dirigidos por Donald Pierce.
La nueva generación de dibujantes
Junto a Marc Silvestri vamos a asistir al debut en la cabecera de algunos de los ilustradores que cambiaron el panorama del comic norteamericano poco tiempo después, con la creación de la reconocida Image Comics. Por aquí pasarán Rob Liefeld (en un solo episodio), Jim Lee (debutando con el arco de tres números de Actos de Venganza) y Whilce Portaccio (como parte del Homage Studios junto al propio Lee y Scott Williams). Su estética resultó de lo más refrescante y representaron ese salto hacia un dibujo que redefiniría la década de los noventa. Además contaremos con Jim Fern, Mike Vosburg, Rick Leonardi (que ya se había convertido en uno de los relevos habituales a la hora de cubrir retrasos), Kieron Dwayer, Bill Jaaska o Mike Collins.
Este volumen se completa con multitud de extras sacados de The Official Handbook of the Marvel Universe (sí, las fichas de personajes de toda la vida), artículos, diseños y multitud de portadas recoloreadas. Además contamos con el The Uncanny X-Men Annual #13, con la participación de La Patrulla-X en la saga Atlantis Ataca. Para terminar simplemente contaros que los villanos que se dejarán ver por aquí son de entidad suficiente como para mantener el nivel de una colección imprescindible entonces y ahora. Molde Maestro (un centinela hipervitaminado), Nimrod, Nanny y Creahuérfanos o El Mandarín serán la guinda del pastel de unos números en los que Claremont nos llevó al borde de la revolución más desatada.
