J.M. DeMatteis siempre ha sido valorado como uno de los guionistas clave de la historia de Spiderman mientras a Sal Buscema se le ha reconocido su valía una vez pasado el tiempo. Juntos forjaron una etapa que ahora recoge Panini Comics en un enorme volumen.
La colección que tocaba el alma
The Amazing Spider-Man siempre ha sido la cabecera fundamental de las aventuras del trepamuros, la que contaba las batallas más espectaculares y servía de núcleo narrativo principal para aquellas series que fueron saliendo como fruto del enorme éxito que Peter Parker había ido logrando mes tras mes entre los lectores americanos. Cuando llegó The Spectacular SpiderMan se dividió la atención entre las historias del superhéroe vestido con su traje mientras combatía al crimen y a los supervillanos y aquellas que miraban a su alrededor, que buscaban enriquecer su entorno, revelarnos que había dentro de Peter Parker, dejando un menor protagonismo al héroe para dar paso al amistoso vecino y sus geniales secundarios.
En Spectacular Spiderman vivimos de cerca como la Tía May encontraba de nuevo el amor en la figura de Nathan Lubensky, convertían su pequeña casita de Queens en un retiro de la tercera edad con más amigos de apariencia octogenaria y de vez en cuando recibían la visita del sobrino favorito de May y la que ya era su mujer, Mary Jane.
Pero todo eso ya había quedado atrás al inicio de este tomo. Aquí asistimos a los atisbos de locura de Harry Osborn que le devolvieron a la senda del Duende Verde, a las consecuencias de los actos de un atribulado Adrian Toomes que termina recibiendo más de lo que merece o a la lucha de Thomas Fireheart, El Puma, por contener su propia ira. Sin olvidar la reiterada presencia de Alimaña en la saga que abre este volumen, la mítica “El niño que llevas dentro” y aquella en la que se resolvió el drama del personaje “La muerte de Alimaña”.
Triunfar no es fácil
Y no lo es porque no todas las historias que leemos cuentan con algún factor diferenciador, pasan sin pena ni gloria, llenas de topicazos o de clichés que se repiten constantemente. El éxito de esta etapa de DeMatteis y Buscema radica en su componente emocional, en la parte emotiva de unos personajes marcados a fuego por sus dramas personales. Desde Parker a Osborn, pasando por todos los demás, vemos como el sufrimiento no ayuda a que la narración sea sencilla, todo lo contrario, consigue alcanzar el corazón del lector hasta atraparlo y hacerlo trizas, se sufre leyendo estas páginas pero eso al mismo tiempo es gran parte de lo que se disfruta haciéndolo.
Precisamente este tipo de lecturas calan más en las personas, las llevan a ciertos extremos morales o directamente les salpican. Hacen preguntas cuya respuesta no es tan clara como decir sí o no, de esas que se atragantan cuando pensamos qué haríamos si nos tocase pasar por algo semejante. Porque los problemas mostrados en este comic de superhéroes son muy reales, reflejo de la sociedad en la que nos movemos, de la salud mental al límite, de las cosas que nos atan, de las decisiones que nos llevan por uno u otro camino. Y el detalle no está en las mallas del traje, está en la forma de rematar ciertas tramas a pecho descubierto, de cómo Peter Parker ya ha derrotado a personajes del nivel de El Buitre mucho antes de vestir de rojo y azul.
Más de veinte números de mucho nivel en Spiderman
Y encadenando una saga tras otra. Si con “El niño que llevas dentro” ya sentaron cátedra nada más comenzar, después llegaron historias de tres episodios cada una como “Ritos Funerarios”, “El ojo del Puma” y “La muerte de Alimaña”. Todo ello para desembocar en los cuatro números que alcanzarían la cifra mágica de The Spectacular SpiderMan #200 con una aventura que empezó con una aparición estelar de la formación original de La Patrulla-X, que por aquel entonces eran integrantes de Factor-X, para terminar resolviendo lo que venía sucediendo con los episodios psicóticos de Harry Osborn y su papel como Duende Verde, con un desenlace que sirvió de inspiración para la tercera de las películas de Sam Raimi acerca de Spidey.
Como habéis podido comprobar no falta carnaza en estas páginas, que se ven completadas con tres números de Spider-Man con guion de DeMatteis y dibujo de Klaus Janson más el contenido de los Annuals #13 y #14 de la colección de The Spectacular y una historia corta que se incluyó en The Amzing Spider-Man #400 que con argumento de DeMatteis guionizó el mismísimo Stan Lee. También podemos disfrutar del arte de Bob McLeod, Aaron Lopresti, Tom Grummett, M.C. Wyman o Jerry Bingham, entre otros. Una verdadera lección de cómo hacer un comic de superhéroes donde lo que de verdad cuenta es lo que hay en el interior, más allá de las apariencias. Por historias como estas Sal Buscema merece tener un reconocimiento al mismo nivel que el de su hermano, “Big” John.