Miniserie enfocada en los Héroes más Poderosos de la Tierra, Los Vengadores en su etapa fundacional con un enfrentamiento contra Kang que se lleva a cabo en distintas líneas temporales.
Panini Comics saca el calendario para programar los envíos que llegan desde el futuro para asediar a Los Vengadores.
Conseguir la ambientación ideal
Y hacerlo sin que huela a rancio. Estos Vengadores que se manejan como los de los años sesenta pueden resultar un poco faltos de sustancia pero en el fondo están siendo tratados como se merecen, manteniendo aquel tono que tenían hace casi sesenta años. Paul Levitz y Alan Davis consiguen que los viejunos, como yo, nos imbuyamos de nostalgia y recuerdos de épocas ya pasadas, de descubrir por primera vez aquellos comics en los que el Capitán América era rescatado del hielo y la Avispa le tiraba los trastos a Thor sin pudor alguno, delante del que era su novio, el Hombre Gigante, Hank Pym, antes conocido como Hombre Hormiga y después por otra buena retahíla de apelativos superheróicos.
Todo destila aquella sensación pero desde un prisma moderno, que se aprecia en todo momento en la narrativa de la historia. El dibujo de Davis puede hasta considerarse clásico en los estándares actuales pero esa suavidad de líneas consigue abrazar cariñosamente tanto a personajes como a lectores, embellece deliciosamente cada escenario, cada uniforme, sin olvidarse de la acción, pero sin dejar de mostrar que es una historia de la formación primigenia del grupo, que tenemos a Iron Man, Thor, la Avispa, el Hombre Gigante y el Capitán América que en aquel entonces surgieron de los lápices de Jack Kirby, con un menor detalle por los fondos, casi homenajeando a la forma de hacer las cosas de entonces.
Sempiterno Kang
La elección del enemigo no es baladí. La presencia de Kang en el Universo Cinemático de Marvel ha provocado que su presencia se multiplique por doquier. ¿Lo merece?, sin duda, es un villano que siempre se encuentra entre la lista de los mejores de La Casa de las Ideas. Siempre relevante, protagonista de algunos arcos memorables en la colección o en obras como la maxiserie que dibujara el añorado Carlos Pacheco, Siempre Vengadores. La astucia y su propia condición de viajero del tiempo le convierten en un enemigo muy peligroso que hará todo lo que esté en su mano para conseguir su objetivo, la conquista de todos los periodos temporales que se le antojen, para lo que Los Vengadores suponen un obstáculo que no ha podido superar en lo que a la Tierra 616 respecta.
La peculiaridad de esta aventura, genialmente desarrollada por Paul Levitz, un habitual en DC Comics que tiene su debut en Marvel precisamente con esta historia, es que Kang y Los Vengadores no se enfrentan directamente hasta el último de los cinco episodios de la serie limitada. Mientras tanto podemos apreciar como El Conquistador envía a sus secuaces a combatir con los héroes haciendo que viajen a través del tiempo, aunque no todo será por su mano, la plataforma temporal del Doctor Muerte, en custodia de Los Cuatro Fantásticos, también tiene un granito de arena que aportar. Todo ello en un ejercicio de retrocontinuidad que tiene su fuente en el Avengers #11, cuando tuvieron que luchar contra un robot de Spiderman que también era creación de Kang.
Divide y vencerás
Utilizar una debilidad es muy propio de aquellos que combaten sin honor, que lo ceden todo por el resultado. Llevar a Los Vengadores al límite es algo que hemos visto muchas veces pero ver como se superan ante cualquier adversidad también es algo a lo que nos tienen acostumbrados. Por eso Kang y su pensamiento en dos dimensiones (a pesar de autoproclamarse amo de la cuarta) no es rival para Iron Man y la capacidad de resistencia del resto. Da igual que Thor quede apartado del momento culmen, el pírrico resultado obtenido obliga al villano a aplazar su confrontación.
En esas páginas finales asistimos a un viaje a través de las eras, uno en el que los protagonistas no saben muy bien lo que están viendo, aunque para los lectores se trate de un brutal despliegue de momentos clave en la historia que el grupo ha dejado detrás hasta la actualidad. Desde un Galactus que todavía no había visitado la Tierra a diferentes encarnaciones del equipo, como los Jóvenes Vengadores, pasando por hecho narrados en El Guantelete del Infinito, la Guerra Kree-Skrull o el Escuadrón Supremo, con detalles finales tan significativos como Ultron, La Visión o el cuarteto loco del Capi, del que también serían partícipes Ojo de Halcón, Mercurio y la Bruja Escarlata. Todo un despliegue que resume la intención de esta crónica de Los Vengadores, hacer un homenaje completo a su etapa clásica pero también poner en relevancia todo lo que nos han dejado estos años.