Reseña MARVEL OMNIBUS Conan el Bárbaro: La etapa Marvel original Volumen 6. Un cortecito por aquí… otro por allá…

Jesús Salvador Gómez 21 de Septiembre de 2022

Sexta entrega en gran formato que sigue agrupando los episodios que Marvel publicó durante la primera licencia que tuvo sobre Conan el Bárbaro. Panini Comics sigue fiel a la edición americana y nos ofrece la etapa íntegra de Michael Fleischer al guion.

Un buen par de años

La llegada de Fleisher a Conan el Bárbaro se inicia con unos primeros números bastante dubitativos, de historias inconexas, números autoconclusivos o apenas la necesidad de enlazar un par de ellos para alargar un poco alguna aventura. Ni siquiera la intervención de John Buscema en los argumentos de unos cuantos episodios consigue mejorar lo que veníamos viendo en el primer año del guionista en la cabecera de referencia del cimmerio. Más de lo mismo podríamos decir, monstruos, damiselas en apuros y algún brujo de medio pelo, nada que no hubiésemos visto antes.

Pero esa tendencia va a cambiar a partir de Conan the Barbarian # 161, bajo el título “¡La casa de las calaveras!”. A partir de este momento recuperamos a un personaje que ya apareciera en los primeros números de la colección, cuando era dibujada por Barry Windsor-Smith, Fafnir, un mercenario de cabellos rojos de Vanaheim que compartió una temporada extensa con Conan en el pasado. Ahora regresa para volver a ser compañero de correrías durante ocho intensos episodios, tras los cuales su amistad volverá a quedar en suspenso, hasta más ver un par de números después. Y para poco más dio la etapa, que incluyó un Annual, el número 9.

El resto del contenido

Además de los veintidós números de Conan el Bárbaro y el Annual citado, nos encontramos también con el número 8, publicado en 1983, con guion de Jim Owsley (más conocido en la actualidad como Christopher Priest) y dibujo de Val Mayerik, con la historia “La oscura noche de la Reina Blanca” con la participación testimonial de otro de los personajes creados por Robert. E. Howard, el rey Kull. Y como bonus final tenemos la inclusión del número 43 del primer volumen de What If?, con la secuela de la epopeya que llevó a Conan a nuestro presente contemporáneo, para reencontrarse con Danette y no de la mejor manera, con guion de Peter B. Gillis.

El tomo se completa con material diverso como una entrevista con Ernie Chan, artículos provenientes de Marvel Age, publicidad original contenida en los comics de la época y dibujos originales para portadas e interiores donde se puede apreciar el dibujo y entintado de John Buscema, Gary Kwapisz o el propio Chan, con distintos embellecedores como Rudy Nebres o Armando Gil. También se incluye una introducción de Larry Hama, el que por aquel entonces ejercía las labores de editor de la colección de Conan.

La carrera de Michael Fleisher

No podemos decir que su paso por los comics crease una gran carrera, a la altura de otros guionistas de renombre, pero Michael Fleisher escribió casi una centena de episodios para DC Comics dentro de la colección de Jonah Hex, uno de los motivos para que Marvel lo fichara para ocuparse del Motorista Fantasma y de este volumen de Conan el bárbaro. Sin embargo la espontaneidad de Fleischer y la forma de expresar sus ideas a los editores le terminó pesando por ser tachado de excéntrico y poco menos que de loco, lo que terminó por cerrarle las puertas de un mundillo que había llegado a venerar desde su infancia, con conocimientos enciclopédicos de muchos personajes.

Apartado de los comics se reinventó con otra de sus aficiones, la Antropología, llegando a doctorarse y colaborar con organizaciones internacionales, investigando la trata y tráfico de seres humanos así como implicándose en las iniciativas de eliminación de minas anti-persona de países en conflicto. Simplemente por su faceta humanitaria ya merece la pena acercarse a su tratamiento sobre Conan y también porque el dibujo de la mayor parte del tomo corre a cargo del gran John Buscema, en plenitud de condiciones en lo que al cimmerio respecta, junto a otros nombres como Bob Hall o Bob Camp, aparte de los ya nombrados en el resto de la reseña.

Jesús Salvador Gómez

Destetado en unos recreativos jugando al Ghost N’ Goblins y criado bajo el prisma del comic nacional de Ibañez, Escobar, Vazquez… y los clásicos Don Miki de Disney, su vida cambió el día que cayó en sus manos el número 45 de Spider-Man de Comics Forum. Desde entonces Marvel entró en su vida para no abandonarla jamás, al igual que lo han hecho los videojuegos. Amante de las etapas míticas de Claremont, Byrne, Miller, Stern o Simonson, confiesa sin pudor que su mujer es una parte culpable de que cumplida la cuarentena siga embebido por unas aficiones que no le abandonarán jamás.

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