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Reseña MARVEL Power Pack La Colección Completa Volumen 1. El inicio de una aventura familiar

reseña marvel power pack la colección completa volumen 1. el inicio de una aventura familiar

En la dorada época que los ochenta resultaron ser para La Casa de las Ideas, un grupo de cuatro hermanos aparecieron para dar nuevos y juveniles aires a las publicaciones, teniendo un éxito meteórico. Panini Comics inicia su línea denominada La Colección Completa con este primer tomo de la familia Power.

Disputas filiales

Entre hermanos es muy corriente que las relaciones sean un salto constante entre el amor y el odio, más todavía que entre padres e hijos. Un hermano o hermana pueden suponer una barrera con la que combatir desde muy tierna edad, por muchos y diferentes motivos. Pero al mismo tiempo que nadie del exterior amenace al objeto de nuestro amor y sobre todo ira. Eso está penado con nuestra reacción más visceral para que no sea tocado. Si alguien tiene el derecho supremo para ahogar al objeto de nuestras desventuras familiares somos nosotros mismos, no se regala esa prebenda así como así.

Los hermanos Power

Los hermanos Power forman un cuarteto cuyos vínculos giran precisamente en ese sentido. Alex es el mayor pero no por ello la voz de la conciencia del grupo. Julie la más responsable y estudiosa. Jack el niño pelmazo y repelente que quiere parecer mayor de lo que es y Katie la pequeñaja rebelde que tiene que esforzarse más si no quiere quedarse sin nada.

Entre ellos es común encontrar peleas y diferencias, incluso repartirse por géneros en ciertos momentos, pero a pesar de su condición cumplen a rajatabla con el principio de protección entre hermanos. No te atrevas a tocarlo y mucho menos si eres un sucio extraterrestre que ha venido a la Tierra con aviesas intenciones. Sobre todo cuando tus padres, Jim y Margaret Power, tienen un parecido razonable con Walter y Louise Simonson, sí, la guionista de esta colección y su marido, ambos autores con un prestigio más que reconocido y ganado a pulso.

Las guerras galácticas

Nada mejor que un conflicto para dar inicio y trasfondo a una colección que acaba de nacer. Los Snarks, esos primos reptilianos de los Gorn de Star Trek y con su misma mala leche, y los Kymellianos, raza con aspecto caballar con mejor carácter que una tierna abuela que malcría a sus nietos con parabienes, llevan tiempo enfrentados y los platos rotos los va a pagar Aelfyre Crinblanca, más conocido como Blanqui. Este denominado hechicero, pasará sus dones a los cuatro hermanos Power para que puedan seguir defendiendo la Tierra de cualquier mal que surja. Se convertirán entonces en G, Rayo Iris, el Amo de la Masa y Energizadora.

Tras su primer encuentro con los Snarks y todo lo relacionado con la implicación de su padre científico con un arma que puede destruir el planeta, será habitual ver a los héroes principiantes relacionarse con otros personajes de La Casa de las Ideas, siendo Spiderman el primero en aparecer, pues realmente esta colección buscaba enganchar a los más jóvenes como hiciera el trepamuros en los años sesenta. También tendremos por aquí a Capa y Puñal, Marrina de Alpha Flight o la participación del grupo en diversos cross-overs con La Patrulla-X relacionados con los Morlocks o su breve cameo en un episodio de Thor junto a los Tres Guerreros.

La excepción que confirma la regla

power pack

A los cuatro miembros ya conocidos falta por unir al que sería el quinto miembro, Franklin Richards. En este tomo solo tenemos la ensoñación del retoño de Reed y Susan Richards de los Cuatro Fantásticos, en la que ya se encuentra con los miembros de Power Pack, sus futuros compañeros. John Byrne, al igual que Walter Simonson o Chris Claremont y John Romita Jr. hacen sus correspondientes aportaciones a la formación de niños, siempre desde un cariño absoluto y haciendo que los mayores les vean como lo tiernos que son a su corta edad y lo independientes que pretenden ser antes de tiempo.

El trabajo de Louise Simonson (de soltera Jones) y June Brigman, ayudada en diversas ocasiones por Mary Wilshire o Brent Anderson, puede haber envejecido un poco mal, la juventud actual no cuenta con la inocencia que existía en aquellos tempranos años ochenta del Siglo XX. Estos primeros números pecan de cierta simplicidad en algunos conceptos, es como si les costase encontrar la tecla adecuada para continuar componiendo una buena sinfonía, algo que llegará algo más adelante pero que todavía parece faltar. En conjunto es una obra interesante dentro del contexto de su época pero ahora mismo puede resultarnos hasta difícil de leer si no lo hacemos desde la perspectiva de un niño.

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