Descubre el tomo extra de Panini Comics con material adicional de El Inmortal Hulk, la colección emblemática de Marvel. Un complemento ideal para los fans del gigante verde.
A lo largo de la publicación de la serie regular de El Inmortal Hulk su éxito y los diferentes eventos de esa época en Marvel generaron material adicional, que ahora ha sido recopilado en este tomo extra por parte de Panini Comics. El complemento ideal a una colección que he revitalizado al gigante verde.
El control absoluto
Desde el primer número al último de Inmortal Hulk existió un denominador común en sus aventuras, la presencia al guion de Al Ewing. Precisamente la única excepción que confirma esa regla es la presencia de Alex Paknadel, como co-guionista, para el último especial contenido en este tomo, Tiempo de monstruos, que cierra la publicación en formato Marvel Premiere de una de las colecciones más emblemáticas de la editorial en el último lustro.
Precisamente contar con tanto poder de decisión, amén de lo que digan los editores, le ha permitido llevar a su máxima expresión ese descenso a los infiernos de Bruce Banner, en el que la presencia de su padre Brian o de otros villanos de renombre como Samuel Sterns, El Líder, han conseguido dar un empaque brutal a un ya de por sí salvaje Hulk.
Ewing ha experimentado las interrelaciones con la enorme multitud de caras que le podemos poner al gigante esmeralda, segregando a cada uno de ellos para poder darles adecuada voz en la historia.
También ha tenido muy presentes al resto de integrantes habituales de su reparto de secundarios cuyo peso se ha ido viendo claramente en diversas fases de la historia, ocupando momentos relevantes que han decidido el curso de la evolución de una mente compleja, atormentada y furiosa que todavía sufre en gran medida aquellos fragmentos de su infancia donde se terminó de definir que el monstruo estaba en el interior, que la furia iba creciendo desde una inocencia desmedida, desde el amor incondicional de una madre que no pudo proteger a su hijo, de un padre que lo tergiversó todo por unos celos enfermizos, por una locura que le llevó a cometer el peor de los crímenes.
La encrucijada de los ochenta
Durante algunos pasajes de la historia antigua de Marvel, hemos sido testigos de algunas reediciones motivadas por no poder cumplir las fechas de entrega, antes de que se previese la posibilidad de tener algún número de relleno, los conocidos como fill-ins. Pero a veces se hace muy necesario recuperar algún episodio que no solo ha servido de inspiración al guionista de turno para elaborar su trama sino que, como es el caso, forma parte indispensable del legado del personaje.
Para Hulk, ese episodio vital sucedió en The Incredible Hulk #312 (octubre de 1985). Bill Mantlo y Mike Mignola hicieron magia, aprovechando que Banner estaba atrapado en La Encrucijada, para contarnos ese pasaje de la historia del protagonista en el que su padre le rechazaba de tal manera que terminaba arrebatándole lo que más quería, la figura de una madre atenta, amable y amorosa, que terminó provocando la evolución de Bruce hacia la introspección y la timidez que se ocultaban tras sus gafas y la bata de científico.
Esta historia es indispensable, e integrarla dentro de la narrativa de Ewing solo hace que la ensalcemos más, que se defina como imprescindible para entender quién es Hulk. También aparece la reedición del Minus One, de Peter David y Adam Kubert, que complementó lo que se narraba en el anterior.
Además, como continuación a los guiños del pasado tenemos un nuevo reencuentro del grupo no grupo, Los Defensores, con los integrantes clásicos de la formación, Namor, Estela Plateada y el Doctor Extraño. Dos números que dieron paso a una nueva colección, en la que destaca el episodio de Hulk, con imágenes extraídas de la etapa de Stan Lee y Jack Kirby, de nuevo ese componente de respeto por lo que no se puede mejorar.
Los cruces del momento
Además completan este volumen de El inmortal Hulk, los tie-ins que el gigante verde mantuvo fuera de su serie con eventos como Matanza Absoluta o Rey de Negro, una forma de no interrumpir la magna obra que se estaba llevando a cabo y que hubiese deslucido con intromisiones externas del devenir habitual de La Casa de las Ideas. Como última perla también tenemos una historia dedicada a Jennifer Walters, la prima de Bruce Banner a la que conocemos mejor como Hulka, que como parte integrante de esta epopeya de inmortales también afronta el episodio titulado “Las tres muertes de Jennifer Walters”.
Para todo ello tenemos la presencia de multitud de ilustradores que, aparte del habitual de la colección regular Joe Bennett, aportan su granito de arena. Simone di Meo, Filipe Andrade, Mattia de Iulis, Jon Davis-Hunt, Juan Ferreyra y Aaron Kuder completan un elenco de mucho nivel. Estamos ante el tomo perfecto para completar nuestra colección del Inmortal Hulk.
Algunos puede que prefieran no incluirlo en su biblioteca pero se trata del complemento perfecto para terminar de entender no solo lo que rodeaba a Hulk durante el tiempo que duró todo sino para ver que la leyenda de un personaje se establece a lo largo de los años, que bebe de fuentes vitales que quedaron impresas en las retinas de otras generaciones de lectores o en los de aquellos que llevamos apegados tanto tiempo a Marvel que ya peinamos un pelo repleto de canas… algunos incluso ya sin pelo.