Tras sesenta años de publicaciones más sus apariciones por el espectro audiovisual, pocas presentaciones necesita Hulk para el público en general. Panini Comics agrupa en un generoso volumen algunos de los ejemplos que han convertido a Bruce Banner en un personaje de culto.
El hombre y el monstruo
A día de hoy pocos dudan de que Hulk es la expresión oculta de la ira de Bruce Banner. Un científico que, explorando los devastadores efectos de la Radiación Gamma en una bomba atómica, se vio convertido en un poderoso y descontrolado ser por su propio sentido de la protección de un inocente. La arriesgada apuesta, por salvar al joven Rick Jones antes de la detonación de la bomba que le cambiaría para siempre la vida, le salió mal. Desde entonces, The Incredible Hulk #1, ha tenido que luchar con su faceta de héroe y villano. Porque esa fuerza de la naturaleza puede hacer mucho bien, pero cuando Banner no está al mando es el monstruo el que por protegerse deja un reguero de destrucción a su paso.
Esa disonancia entre el control y la ira desatada permite encontrar un personaje polifacético y altamente evolucionado a lo largo de los años. Mientras con Bruce Banner hemos ido deshojando las capas que ocultaban una infancia terrible sometida a un padre tiránico y maltratador, con Hulk el camino ha sido similar, le hemos visto como un niño bajo una rabieta, con poca conciencia de su poder y del daño que hace pero también hemos presenciado cómo puede ser inteligente sin dejar aparecer a Banner como personalidad dominante. También les hemos visto convivir e incluso la vida les ha separado por caminos diferentes, aunque poco después tuviesen que volver a reunirse en una misma entidad.
La brutal selección
Hacerse una idea de un personaje con tanta historia detrás puede ser complicada en apenas unos centenares de páginas, pero la colección Yo Soy pretende conseguir precisamente eso. Y lo cierto es que lo consigue, aunque seguramente aquellos que disfruten esta aproximación a Hulk se queden con ganas de saber mucho más sobre él. Aparte del origen del protagonista narrado en su primer número, cuando su color todavía era gris antes de pasar a verde, tenemos ejemplos concretos de algunas de las etapas más importantes del Monstruo Gamma, empezando por un relato inspirado por el escritor Harlan Ellison o un episodio de la aclamada etapa que Bill Mantlo y Sal Buscema, seguramente la que más hizo por lanzar al personaje al estrellato de los comics.
A continuación podremos tener una aproximación más extensa a la que ha sido la época más larga de un guionista al frente de la colección. Cinco relatos que cuentan con Peter David como director de orquesta. Aquí recuperamos al Hulk Gris e inteligente de la etapa que vivió en Las Vegas como Mr. Fixit o su posterior vuelta al verde de la etapa del Panteón, donde teníamos a un Hulk muy inteligente en el que prevalecía la mente de Banner. Dibujantes como Todd McFarlane, Jeff Purves, Dale Keown o Gary Frank dieron una intensidad inusitada a la parte gráfica haciéndole vivir una era dorada a finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado.
El salto al futuro
Ya metidos en pleno Siglo XXI la nómina de autores y de aventuras legendarias no dejó a un lado al personaje con un destacado periodo a cargo de Paul Jenkins y John Romita Jr. que llegaría un lustro antes de una de las mejores sagas que se hayan escrito nunca sobre el personaje, Planet Hulk, de la que aquí encontraremos la primera entrega en el The Incredible Hulk volumen 2 #92, una obra que tenía un doble propósito pues sirvió para alejar a Hulk de la primera Civil War entre superhéroes y encima nos dio una historia de primera categoría a cargo del guionista Greg Pak, que aprovechó el forzado exilio al planeta Shakaar para convertir al Gigante Verde en un gladiador que veía que su fuerza no lo era todo en un mundo donde cualquiera ostentaba un gran poder.
Como si de un Espartaco moderno se tratase conseguía liberar a sus compañeros y embarcarse en una lucha por hacerse con el poder e incluso volver a conocer el amor lejos de su sempiterno romance con Betty Ross. Pero esas páginas tendréis que buscarlas en la recopilación existente en Marvel Must Have o en ediciones anteriores de la obra, no aquí.
Un personaje con grandes guionistas
Para rematar contamos con algunos ejemplos de lo que ha sido el personaje en la última década con guionistas como Jason Aaron y Robbie Thompson con dibujos de Joe Bennett o nuestro muy apreciado Carlos Pacheco (al que desde aquí deseamos la misma fuerza que él siempre ha aplicado a sus dibujos en la lucha contra esa cruel enfermedad que es la Esclerosis Lateral Amiotrófica ELA). Como colofón a este tomo, repleto de artículos intermedios que ayudan a entender mejor las peculiaridades del personaje, tenemos el primer número de la etapa de Al Ewing y el citado Bennett, que ha enmarcado a Hulk dentro de una condición inmortal y ha recibido la aclamación de la crítica y del público.
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