En El depravado, un Papa Noel asesino y un guionista en busca de una historia real se cruzan en una terrorífica navidad.
Después de una muy larga estancia en DC Cómics James Tynion IV decidió trabajar en obras propias, para poder hablar de lo que quisiera. Autor detallado, de grandes ideas y giros de impacto que han llenado sus estanterías de premios, ha creado una gran cantidad de cómics de terror con grandes resultados. El Depravado es una de sus últimas obras, una historia auto conclusiva que en España se publica en dos tomos, en todas hay siempre algo más que lo que se ve a primera vista, y en este caso hay mucho y muy íntimo para el autor.
El Depravado trabaja con dos líneas temporales apoyadas por algunos flashbacks puntuales. El presente donde el asesino es entrevistado y aparecen más cadáveres, y el pasado, hace 50 años, donde empezó todo. Tynion maneja ágilmente y con cuidado los cambios y la información que da al lector para aumentar el interés. Pero si en algo ha acertado el escritor de Brooklyn es con los personajes, definidos con pocos detalles son tan tridimensionales que transmiten a la perfección sus sentimientos.
Todo esto hace que el subtexto sea muy poderoso en caso de la denuncia a la homofobia, y también en la descripción de un hombre cuya infancia estuvo marcada por ser diferente de una forma que no se consideraba “normal”, por ser gay.
El Depravado es mucho más que un drama criminal sobre un asesino en serie. La terrorífica historia de un psicópata que mató a varios adolescentes hace 50 años sirve de excusa a Tynion para hablar de Terrores menos físicos. La soledad de sentirse diferente, de no entender que te ocurre, el odio sin sentido que reciben aquellos que no encajan en una sociedad paralizada en sus raíces retrógradas, el miedo personal a que descubran quién eres, a qué no te quieran cuando lo sepan.
La historia de El Depravado es la de una serie de crímenes terroríficos que se superpone sobre una historia real, la de la homofobia enraizada, de la palabra depravado usada para nombrar un monstruo, pero pensada para marcar a una parte de la humanidad como diferentes y por lo tanto erróneos.
A pesar de lo potente de la historia secundaria, no domina o desvía la atención de la trama principal: la investigación del porqué de un asesino en serie, de si la ley se equivocó y encerró a un inocente solo porque encajaba en el perfil por ser gay. Hay muchas cosas en este cómic y creo que algunas de las sensaciones son más personales de lo esperado, Tynion es homosexual y uno no puede dejar de preguntarse que puede haber de propio en el comic, si se habra sentido como ese niño confundido, o maltratado por no ser “normal”.
El arte de Joshua Hixson en El Depravado recuerda a Werther Dellera o Francesco Francavilla, con mucho negro y tinta a pincel,resulta cercano y poderoso en lo que cuenta. Con una narrativa clara atrapa con las situaciones íntimas y los diálogos,y eso es algo muy difícil, La acción es rápida y llena mucho espacio, no es fácil pero hay más opciones para trabajar el dibujo y las composiciones, hacer que dos personas hablando en una mesa resulte dinámico es una cosa muy diferente.
A falta del segundo tomo que recopila la serie, estamos ante un muy buen cómic de terror psicológico. Tynion ha creado una obra que fusiona una buena historia de slasher, con su sangre, investigación y misterios, con un relato más íntimo sobre la sociedad y su tratamiento hacia el colectivo gay. Una maravilla narrativa de obligada lectura.