Los tres miembros de Evol se encuentran en una encrucijada, destruir el mundo no es tan fácil como creían.
La historia punk superheroíca de Atshushi Kaneko se complica poco a poco. Los tres miembros de Evol se separan y sus caminos no pueden estar más alejados. Nozomi, Akari y Sakura se unieron cuando estaban en lo más bajo, pero volver a no tener esperanza los ha separado. La muerte de la madre de Nozomi lo conduce por la senda de la venganza.Akari se pregunta porque no puede recordar los momentos antes de su suicidio. Sakura está más decidida que nunca a destruir un mundo que los adultos han corrompido ayudados por los superhéroes y su posición deificada.
Evol no ha dejado de cambiar y crecer, con un objetivo crítico con la sociedad japonesa y con las estructuras clasistas, en este caso hiper exageradas usando a los superhéroes. Enfocándose en los problemas de tres adolescentes ha abierto la caja de Pandora del estado apático de sus jóvenes, de sus ideales y sus enfrentamientos con los adultos, de las influencias externas en poderes gubernamentales, de la homofobia y el bullying, del descontento de una generación que no quiere vivir para trabajar ni ponerse una máscara para que la sociedad lo acepte. Este manga es un espejo deformado donde ver a Japón.
Kaneko no ha bajado el ritmo en Evol, cada entrega es un carrusel de emociones aderezadas con acción, de ensoñaciones psicológicas y furiosa extroversión punk. Ha diseccionado poco a poco a sus protagonistas y los ha dejado con los nervios al descubierto. Y ha empezado a tocarlos como si de un contrabajo fuera, a pellizcos.
Mientras el lector visita el mundo interior de Akari, Nozomi se dedica a cazar héroes y Sakura une sus pasos a los de Damned una organización malvada secreta al más puro estilo de Hydra en Marvel. En solo un volumen Kaneko incorpora más mitología superheroíca para contar su historia, más allá de la secreta secta conspirativa tan típica añade al vigilante fuera de la ley corrupta impartiendo justicia contra los héroes llevado por la venganza, como lo hiciera Deathstroke con los Titanes o Rorschach en Watchmen, pero sin las cortapisas culturales occidentales, matándolos y sin hacer un evento de cada muerte, algunas son simplemente ejecuciones en un callejón oscuro.
El arte para mostrar todo esto sigue siendo magnífica, con un contraste de negros intenso y líneas definidas. Sin caer en grandes exposiciones, conciso y directo su narrativa no gasta viñetas en nada que no sea contar su historia. El uso de las pantallas y las redes para aumentar la presión social, el casi mutismo de sus superhéroes vestidos al más puro estilo bondage-sado-maso casi imitando a los cenobitas de Hellraiser, todo suma para que el lector absorba el ambiente de la historia y se introduzca en ella.
Con un detalle realista en los ambientes en los que lo fantástico se presenta de manos de estos personajes extraños y alienígenas en su enfrentamiento con los marginales villanos, busca un contraste de mundos, un choque en el que buscar detrás de las batallas un escenario no lejano al nuestro.
El autor calculaba hace tiempo que con 8 volúmenes Evol estaría terminada. En la opinión del que suscribe estás palabras necesitará un poco más de espacio para cerrar, pero sí que está muy cerca de finalizar su manga. Y espero con muchas ansias el final de esta epopeya de adolescentes que ponen el mundo patas arriba y desde abajo, revolucionan el mundo. Una epopeya punk generacional sobre no aceptar el mundo como lo encuentras y la necesidad de cambiarlo o destruirlo, como dijeron los Sex Pistols: No future for you.
